Chief activist officer. Bosses are under increasing pressure to take stances on social issues. How should they respond? Rules of thumb for navigating the era of activism
The Economist [2017], "Chief activist officer. Bosses are under increasing pressure to take stances on social issues. How should they respond? Rules of thumb for navigating the era of activism", The Economist, London, 2 de diciembre, https://www.economist.com/news/leaders/21731834-rules-thumb-navigating-e...
Mientras que el partido Republicano lleva a cabo políticas económicas que benefician a las empresas estadounidenses, como el recorte de impuestos, la desregulación o la aprobación de una reforma fiscal conveniente a las empresas, los directores generales que conducen estas empresas se encuentran frente a disputas producto de las políticas sociales, migratorias y ambientales que han caracterizado al gobierno del republicano Donald Trump. Esto ha provocado que los consejos empresariales de Donald Trump se hayan disuelto.
El efecto que ha surgido durante la administración de Donald Trump hace que para los directores generales sea cada vez más difícil sólo enfocarse en sus objetivos comerciales, llevándolos a involucrarse en las políticas sociales a través de un posicionamiento político. Este efecto no sólo se da en Estados Unidos pero es ahí donde ha tenido un mayor impacto.
Además, los directores generales enfrentan una sociedad donde las fuerzas que impulsaron a Donald Trump a la presidencia desconfian de los jefes administrativos de la empresas. Estas críticas y opiniones contra las empresas y los directores generales pueden esparcirse rápidamente gracias al uso de los medios digitales. En este sentido los empleados exigen el posicionamiento político de los directores generales, un ejemplo de estos posicionamientos se dio en 2015 con la postura en contra de la ley de “libertad religiosa” de Indiana, la cual permitía la discriminación contra homosexuales o transgénero en materia laboral en función de la libertad de culto. Dicha ley fue rechazada por empresas como Apple y Salesforce.com.
A los trabajadores se unen los accionistas, los cuales juzgan sus inversiones valiéndose no sólo de criterios económicos, sino también en función de criterios ambientales y sociales. La presión y dónde se origina ésta depende del tipo de empresa de la cual se esté hablando. Para algunas son los empleados, para otras los consumidores y para otras los inversores.
Para el alivio de las presiones los directores generales se deben tener en cuenta dos cuestiones fundamentales. La primera es que la empresa debe ser consistente con sus valores. La segunda, consiste en generar una estrategia de maximización a largo plazo, que prevea las preferencias cambiantes de clientes, empleados e inversores.
Según una encuesta realizada en 28 países 55% de las personas piensa que los movimientos migratorios son los causantes del daño a la economía y a la cultura local, mientras que a 62% le preocupa la migración.
A dos terceras partes de los estadounidenses les preocupa la entrada de inmigrantes al país.
3 de cada 4 estadounidenses piensa que el gobierno debe llevar a cabo políticas de protección al empleo y a la industria local, aunque esto represente un freno en la economía.
Solo 38% de los estadounidenses considera que los directores generales son confiables, esto representa una caída de 5 puntos porcentuales frente al año anterior.
El porcentaje de confianza en los directores generales en el periodo que va de 2016 a 2017 decreció en 12 puntos porcentuales en Gran Bretaña; 10 puntos porcentuales, en Alemania; 9, en Francia y 5 en Estados Unidos
El argumento liberal quiere presentar un empresariado que se "politiza" tomando mayor espacio y acción en la esfera pública. Históricamente, los empresarios siempre han actuado más allá de la mera dirección de sus empresas e industrias. Lo que hoy vivimos como anomalía es la creciente oposición entre las políticas de la administración Trump y las posturas y necesidades de ciertos grandes empresarios, cuyo origen y necesidades de sus empresas se oponen a los designios del mandatario. La inmigración es un tema clave, pues secularmente ha sido fuente de fertilidad para el capitalismo estadounidense, tanto en términos demográficos como de innovación y creación de ambientes propicios para las industrias de todo tipo.