Collateral damage. Asia's small open economies may suffer in America's trade war. As supply chains are unpicked, firms in China’s orbit may lose business
The Economist [2018], "Collateral damage. Asia's small open economies may suffer in America's trade war. As supply chains are unpicked, firms in China’s orbit may lose business", The Economist, London, 31 de marzo, https://www.economist.com/news/finance-and-economics/21739664-supply-cha...
The Economist afirma que China es el adversario declarado en la incipiente guerra comercial de Donald Trump. Pero el 30% del valor de los productos que China exporta a Estados Unidos es agregado en distintos sectores. Si la guerra comienza, los principales aliados comerciales de China estarán perjudicados. Japón sería uno de estos países. China se convierte en la plataforma de exportación de los productos provenientes de Japón que van con destino a Estados Unidos.
Los competidores de China en industrias que han sido amenazadas con aranceles (México, Alemania y Japón), es decir aeroespacial, maquinaria e informática se beneficiarían de la caída en las exportaciones chinas. Un ejemplo de esta situación fue en 1981 cuando el entonces presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan obligó a Japón a restringir sus exportaciones de automóviles a Estados Unidos en 1981. Esta situación afectó involuntariamente el impulsó de la inversión japonesa en Tailandia.
Los aranceles impuestos comienzan a dañar la economía China. Si China llegase a acometer contra las exportaciones agrícolas de Estados Unidos, Brasil sería el país beneficiado y entablaría un dialogo comercial con el país asiático. Esta situación podría marcar el inicio de una guerra comercial entre China y Estados Unidos que afectaría la economía mundial.
1)Gráfica 1. Señala el valor agregado a las exportaciones chinas hacia Estados Unidos.
Entre el 1% y el 2% de la producción total de algunos países (Taiwán, Malaysia, Singapur, Corea del Sur, Hong Kong, Chile, Arabia Saudita, Tailandia, Filipinas y Japón)son envíados primero a China y luego a Estados Unidos. Si las exportaciones chinas con destino a Estados Unidos cayeran 10%, un escenario extremo pero no imposible, podría afectar entre 0.1-0.2 puntos porcentuales de su crecimiento económico.
Una de las formas en las que la guerra se puede expresar son las presiones comerciales. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, sin duda dañaría el crecimiento económico global y consigo las relaciones comerciales de países del tercer mundo se verían también afectadas. La decisión por parte de Estados Unidos puede interpretarse como alguna medida desesperada de contener el fortalecimiento económico del país asiático y por otro lado buscar fortalecer sus empresas internas. En un contexto de larga depresión económica mundial, emergen fuertes sentimientos nacionalistas que se concretizan en políticas proteccionistas; sin embargo nos preguntamos si podrá servir como mecanismo de contención, o por el contrario, solo agudizará las tensiones ya existentes.