Donald v the OPEC dons. The American president is stirring up trouble in a volatile oil market. If he cannot arm-twist OPEC, he may unleash America's Special Petroleum Reserve

Cita: 

The Economist [2018], "Donald v the OPEC dons. The American president is stirring up trouble in a volatile oil market. If he cannot arm-twist OPEC, he may unleash America's Special Petroleum Reserve", The Economist, London, 7 de julio, https://www.economist.com/finance-and-economics/2018/07/05/the-american-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Julio 7, 2018
Tema: 
Trump intenta bajar los precios de la gasolina al interior de Estados Unidos pero se combina con otros objetivos internacionales
Idea principal: 

Parecía que los productores de gas y petróleo de esquisto de Estados Unidos eran el nuevo "factor de cambio" en los mercados petroleros mundiales; sin embargo, resultó que el factor de cambio es Donald Trump.

Los precios del petróleo se encuentran en su máximo nivel en tres años y medio y algunas medidas tomadas por Donald Trump están provocando presión sobre los mercados. Su estrategia geopolítica, en particular las sanciones a Irán; su agenda política interna que busca bajar los precios de la gasolina estadounidense antes de las elecciones intermedias; y la guerra comercial con China. De no funcionar, aun cuenta con la Reserva Estratégica de Petróleo de los Estados Unidos (SPR)

Comenzando con geopolítica. A pesar de que la OPEP llegó a un acuerdo para aumentar la producción de petróleo en 1 millón de barriles al día, el precio del crudo Brent, una referencia, subió a más de 77 dólares el barril; este aumento se explica por una interrupción del suministro en Libia y Venezuela, ambos en crisis. Pero la causa principal es la presión de Trump sobre los aliados de Estados Unidos para que reduzcan las importaciones de petróleo de Irán a cero el 4 de noviembre, o se arriesguen a ser sancionados.

Brian Hook, un funcionario del Departamento de Estado, dijo el 2 de julio que más de 50 firmas internacionales, energéticas incluidas, habían acordado retirarse de Irán. Si bien Estados Unidos podría permitir una reducción de las importaciones a países como Francia o Turquía en vez de terminarlas por completo, es seguro que no habrá exenciones de tiempo. De tal forma que, de ser así, según la consultora Clearview Energy Partners, alrededor de 800 mil a 1.2 millones de barriles diarios provenientes de Irán saldrían del mercado.

Sin embargo, el objetivo de Trump con Irán es contraproducente con su objetivo interno, debido a que orilla al precio de la gasolina en Estados Unidos a oscilar alrededor de 3 dólares por galón. Esto golpea principalmente a los conductores de bajos ingresos, los que probablemente votarían por los republicanos en noviembre. Esto evidentemente preocupa a Trump, quien en una entrevista en Fox emitida el 1 de julio, ordenó a la OPEP dejar de manipular el mercado, amenazando a algunos de sus miembros con perder la protección estadounidense.

Trump, como jamás había hecho otro presidente, intento intervenir en los asuntos de la OPEP al twittear sobre la necesidad de Arabia Saudita de aumentar su producción en 2 millones de barriles diarios. La Casa Blanca se retractó de haber afirmado que se había aceptado la petición, pero antes afirmando que Arabia Saudita tiene la capacidad adicional de producir 2 millones de barriles diarios.

Energy Aspects, una consultora, dice que el nivel más alto de producción que la enorme empresa estatal Saudi Aramco, ha intentado en el tiempo es de 11 millones de barriles diarios (actualmente produce aproximadamente 10.3 millones de barriles diarios). Pero mantener la producción así por varios meses dañaría sus depósitos. El bombeo de 12 millones de barriles por día también tomaría capacidad adicional en el mercado petrolero mundial a mínimos inexplorados, dejándola peligrosamente expuesta a los impactos de la oferta.

Las tensiones entre Estados Unidos y China complican aún más la situación. China ya amenazó con imponer aranceles a las importaciones de petróleo estadounidense si la escalada de represalias continua. Además, China podría ignorar las sanciones a Irán, tensando aún más el conflicto.

Tanto los factores que aumentan los precios como los que los reducen se anulan en cierta medida. Sin embargo, un hecho es que Trump se ha posicionado junto a los gobiernos de Arabia Saudí y Rusia en el manejo de la política petrolera mundial, relegando a los productores de gas de esquisto a un papel marginal por su incapacidad de actuar ante las señales de precios de forma tan rápida como para agradar a Trump.

De no bajar los precios de la gasolina para las elecciones intermedias, Trump podría intervenir más abiertamente al inundar el mercado con hasta 30 millones de barriles del SPR. Hacer esto equivaldría a declarar una guerra petrolera contra la OPEP y Rusia, cuyos efectos negativos se sumarían a los de la guerra comercial.

Datos cruciales: 

1- La OPEP acordó aumentar la producción de petróleo a 1 millón de barriles al día. Sin embargo, el precio del crudo Brent, una referencia, subió a más de 77 dólares el barril

2- El nivel más alto de producción que la enorme empresa estatal Saudi Aramco, ha intentado en el tiempo es de 11 millones de barriles diarios (aproximadamente 10.3 mellones de barriles diarios actualmente).

3- Trump podría inundar el mercado con hasta 30 millones de barriles del SPR

Nexo con el tema que estudiamos: 

El mercado del petróleo sigue siendo un espacio en disputa como sector estratégico. De tal forma que las tensiones entre diferentes potencias petroleras puede aumentar con la intervención de Trump en los precios del petróleo, los cuales son controlados por la OPEP.

Las relaciones geopolíticas se modifican al tener a la potencia más grande del mundo entrando en disputa con sus aliados históricos y tensando las relaciones con los oponentes históricos. Esto puede modificar las relaciones entre las grandes potencias, tanto por el control del modelo de libre mercado dominante tanto por los precios del petróleo.

Es importante prestar atención al desenvolvimiento de este conflicto, en particular a la eventual declaratoria de una "guerra petrolera", que profundizaría las tensiones geopolíticas y contribuiría a ralentizar el crecimiento económico mundial.