Las empresas estadounidenses como Google, Facebook y Amazon se enfrentan a las chinas lideradas por Alibaba y Tencent. De hecho, China bloqueó Google y otras empresas estadounidenses para así impedir que se enfrentaran con sus grandes empresas chinas en el continente asiático. De igual forma, las grandes empresas chinas se han quedado fuera de Estados Unidos.

Las empresas chinas de ahora son pioneras en tecnología, ya no imitan a las estadounidenses, han crecido exponencialmente. Por esta razón, los mercados emergentes son espacios que están dispuestas a aprovechar. El aumento de sus ingresos, del uso de teléfonos inteligentes y la mejora en infraestructura de internet en los mercados emergentes los convierten en un terreno elemental para las empresas de tecnología.

Sin embargo, sus técnicas son distintas. Las empresas estadounidenses financian subsidiaras que ofrecen el mismo servicio a estadounidenses y en otros países. Por ejemplo, Google y Facebook hacen ofertas en el extranjero similares a las que los consumidores reciben en Estados Unidos, los clientes de Google usan el mismo navegador Chrome, el sitio web de YouTube o el sistema operativo Android, y reciben anuncios de la misma forma. WhatsApp e Instagram, ambos propiedad de Facebook, son populares en todo el mundo.

Por el contrario, pocas personas en el exterior conocen Alibaba. Su estrategia de mercados emergentes a sido invertir en empresas locales, ya sea comprándolas directamente o tomando una participación minoritaria. De manera similar, Tencent ha invertido dinero en empresas de distintas áreas, desde pagos nigerianos y logística indonesia. Según CBInsights, una empresa de datos, Tencent, Alibaba y su filial Ant Financial han respaldado 43% de las pequeñas empresas asiáticas, lo que significa que valen más de un millón de millones de dólares.

Sus diferentes enfoques reflejan la forma en que las empresas occidentales y chinas ganan dinero. Google y Facebook obtienen la mayor parte de sus ingresos de la publicidad contra los servicios a los que acuden sus usuarios. Esto requiere poca localización. Por el contrario,la ventaja competitiva de las empresas chinas históricamente ha venido de poder procesar los pagos y organizar la distribución de los bienes en un país.

La rivalidad china-estadounidense más intensa se centra en la India y el sudeste de Asia. Las pequeñas empresas de la India recibieron 5 200 millones de dólares en tecnología china en 2017, esto en comparación con 930 millones de dólares en 2016. Las empresas chinas tienen varias ventajas, tienen un gran respaldo de millones de consumidores de mercados emergentes en Internet; así como importante presencia desde mucho tiempo atrás en países como Malasia y Vietnam; el apoyo del gobierno chino, que busca expandirse a los países cercanos a China; y en realidad, las pequeñas empresas en Asia quieren quedar mejor con China que con Estados Unidos.

El problema es que las empresas chinas inviertan tanto y en todo que incluso terminan compitiendo contra ellas mismas. Eso en parte se debe a que hay mucho capital, los capitalistas de riesgo, preocupados por perder su relevancia en la región quieren permanecer invertidos.

La ventaja de las empresas estadounidenses radica en el tiempo que llevan en los mercados y el peso global que tienen, es mucho más fácil para ellas el contratar personal o atraer usuarios. Más de la mitad de los ingresos de Google y Facebook ya provienen de fuera de Estados Unidos, por lo tanto sus servicios pueden implementarse de un país a otro, al igual que sus relaciones con proveedores globales.
La desventaja del enfoque estadounidense es que las subsidiarias están atadas a un modelo comercial que se demostró eficiente en circunstancias totalmente diferentes, en la era de las computadoras.

En realidad los dos modelos podrían probarse y combinarse, generando resultados mucho más grandes. Actualmente ocho de los diez países con mayor número de usuarios de Facebook son mercados emergentes, liderados por India con 270 millones de usuarios. Los gigantes chinos deben ir contando con un número cada vez menor de usuarios locales, porque en realidad tienen la confianza, la influencia y las capacidades para expandirse en el extranjero y darle batalla a las grandes empresas estadounidenses.