Has finance been fixed? The world has not learned the lessons of the financial crisis. Banks are safer, but too much of what has gone wrong since 2008 could happen again.

Cita: 

The Economist [2018], "Has finance been fixed? The world has not learned the lessons of the financial crisis. Banks are safer, but too much of what has gone wrong since 2008 could happen again", The Economist, London, 8 de septiembre, https://www.economist.com/leaders/2018/09/06/the-world-has-not-learned-t...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Septiembre 8, 2018
Tema: 
¿Realmente se han aprendido todas las lecciones de la crisis financiera global de 2008?
Idea principal: 

Dos choques telúricos han sacudido los inicios del siglo XXI: El ataque terrorista a las Torres gemelas, en 2001 y la crisis financiera mundial en 2008. La bancarrota de Lehman Brothers al perder su capital en valores relacionados con los créditos hipotecarios, produjo un reajuste económico y político a escala planetaria.

La crisis planteó interrogantes sobre la desigualdad en los ingresos, la desigualdad salarial y la globalización, también cambió radicalmente el funcionamiento del sistema financiero. La cuestión es: ¿Cambió lo suficiente?

Las crisis bancarias son cíclicas e inevitables, las lecciones aprendidas de la crisis junto con la política monetaria y fiscal que se han ejercido desde entonces, son una buena prueba para comprobar si estas logran paliar las probabilidades y el tamaño de las crisis.

En el caso del sistema financiero hay algunas buenas noticias, ahora deben financiarse con más capital y con menos deuda, dependen menos del comercio y de los préstamos mayoristas a corto plazo para financiar sus actividades. Incluso en Europa, donde pocos bancos obtienen grandes beneficios, el sistema en su conjunto es más fuerte. Los reguladores han reforzado su supervisión, especialmente de las instituciones más grandes. A ambos lados del Atlántico se someten a pruebas de estrés periódicas y deben presentar planes para su propia desaparición ordenada. Las políticas salariales están enfocadas en evitar injusticias como el hecho de que los bancos recurren a dinero público mientras se embolsan enormes paquetes salariales.

No obstante hay lecciones que al parecer pasaron desapercibidas, quizá el error más grave fue cuando el Estado rescató a los bancos, olvidando a los deudores, por lo que millones de personas quedaron sin hogar y empleo. Diez años han pasado y en Estados Unidos apenas se han logrado paliar los efectos de la crisis, al igual que en Europa, sin embargo es posible que la política monetaria y fiscal hubiesen jugado un mejor papel, sus erróneas interpretaciones sobre la deuda pública y la inflación les hicieron contraerse en momentos decisivos. El estancamiento ha alimentado, inevitablemente, el populismo. Esto ha hecho más difícil enfrentar los verdaderos problemas a largo plazo que la crisis puso de manifiesto, sobre todo tres rubros: la vivienda, la financiación off-shore en dólares y el euro.

La forma exacta de la próxima crisis financiera no está clara; de lo contrario, seguramente se evitaría. Pero es probable que involucre a la propiedad. El riesgo sólo se reducirá cuando los políticos adopten reformas fundamentales, como la reducción del endeudamiento de los hogares, con hipotecas de riesgo compartido o limitaciones permanentes en la relación préstamo-valor.

Luego, el dólar. La crisis se extendió a través de las fronteras porque los bancos europeos se quedaron sin los dólares que necesitaban para devolver sus préstamos denominados en dólares. La Reserva Federal actuó como prestamista de último recurso para el mundo, ofreciendo a los extranjeros 1 000 millones de dólares de liquidez. Desde entonces, las deudas en dólares se han duplicado. La búsqueda de formas de garantizar la seguridad de la financiación en dólares extraterritoriales, como la puesta en común de reservas de dólares entre los países de mercados emergentes, depende de la cooperación internacional que poco se ha practicado últimamente.

El auge del nacionalismo también impide que Europa resuelva los problemas estructurales del euro. La crisis mostró cómo los bancos de un país y su gobierno están entrelazados: el Estado lucha por obtener préstamos suficientes para apoyar a los bancos, que se ven arrastrados a la baja por la caída del valor de la deuda pública. Hasta que Europa no comparta más riesgos a través de las fronteras nacionales el futuro de la moneda única seguirá siendo incierto.

La escasez de reformas regulatorias más efectivas, el sobreendeudamiento en dólares a nivel mundial, el ascenso del nacionalismo y la fractura geopolítica, son factores que pueden entorpecer cualquier lucha contra alguna crisis financiera mundial futura.

Los responsables de la política han construido una economía más segura que hace diez años, sin embargo hay muchos flancos que deben resolver.

Datos cruciales: 

1- El crédito suministrado a la economía real cayó en dos mil millones de millones dólares sólo en Estados Unidos.

2- El FMI contabiliza 124 crisis sistémicas bancarias de 1970 a 2007.

3- En 2009, los 5 bancos principales de Estados Unidos, ejercieron 114 000 millones de dólares de fondos públicos.

4- 9 millones de estadounidenses perdieron su hogar mientras que el desempleo se disparó a 8 millones para 2009.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La crisis financiera mundial de 2008, transformó de forma radical diversas instituciones estatales, imponiendo una tendencia privatizadora. La crisis puso en contexto a las grandes corporaciones financieras como protagonistas de la vida social, no sólo fueron los artífices de dicha crisis, también fue en ellas en quien se sumó todos los esfuerzos estatales en el caso de Estados Unidos, para contrarrestar los efectos, olvidando las consecuencias en términos de vivienda y empleo para el resto de la población.