En la búsqueda de actividades o mercados en la economía estadounidense que son competitivos, The Economist desarrolló un ejercicio aplicado a las 500 empresas más importantes en Estados Unidos, aquellas que conforman el Standard & Poor's 500. En este ejercicio se establecen parámetros para señalar si es necesario tomar acciones para abrir los mercados, reportar el estado de las empresas o dejar ser a las empresas –no se toman acciones ya que no hay de que preocuparse. El sistema funciona como un semáforo, donde las opciones se representan mediante los colores rojo, naranja y verde, respectivamente. Los factores utilizados para establecer los parámetros son la capacidad de innovación, la rentabilidad, y si existe la posibilidad de entrada de nuevas empresas o de subir los precios a futuro; además de contar con un “foso” que las proteja de la competencia.

Alrededor de 76% de las empresas cuentan con este “foso”, pero muchas de ellas se lo han ganado gracias a su carácter innovador. Por otra parte, se requiere tomar acciones en contra de 24% de las empresas y existen riesgos de que 14% de las empresas suban precios. Las acciones a tomar deben ser puntuales, no generalizadas, para promover la competencia. En el artículo no se precisa que autoridades deberían participar ni que acciones se deberían tomar dadas estas situaciones.