Time to cheer up. After a dreadful decade abroad, Americans are unduly pessimistic about their place in the world, writes Edward Carr

Cita: 

The Economist [2013], "Time to cheer up. After a dreadful decade abroad, Americans are unduly pessimistic about their place in the world, writes Edward Carr", The Economist, London, 23 de noviembre, http://www.economist.com/news/special-report/21590100-after-dreadful-dec...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Noviembre 23, 2013
Tema: 
Estados Unidos y sus posibilidades de mantenerse como hegemón
Idea principal: 

En 2003, el proclamado final de la guerra de Irak marcó una cima del poder hegemónico de Estados Unidos. A partir de entonces, los resultados de sus operaciones militares han minado su confianza, con altos costos humanos y conflictos estancados. Otro elemento de esa pérdida de confianza es la parálisis gubernamental.

No es de superpotencias tener recortes presupuestarios de las fuerzas armadas o dejar de asistir a una importante cumbre pan-asiática (como sucedió el mes pasado). La crisis financiera de 2008 ha dejado a los estadounidenses pobres y temerosos sobre el tema de la sobreexpansión imperial. Con una deuda nacional de 17 billones de dólares y sus problemas en educación e infraestructura, se preguntan si pueden seguir dominando el mundo.

Por otro lado hay indicios de que el poder se está desplazando a un grupo de países en Asia, sobre todo a China. El argumento se basa en el cambio en los mercados, pareciera que China podría superar a Estados Unidos en 10 años. El mes pasado la prensa oficial Xinhua llamó a los gobiernos a abandonar el dólar como moneda de reserva y a "un nuevo orden mundial" donde las potencias emergentes tengan mayor incidencia.

Mientras tanto a través del Atlántico los aliados de Estados Unidos parecen haber olvidado su ambición geopolítica. La Unión Europea sigue preocupada principalmente por sus problemas internos, en particular, por la crisis del euro. Las alternativas se centran en que algunos creen que Estados Unidos se enfrentan a un reto por la supremacía con China. Otros prevén que el G8 con la idea de una Pax Americana pueda resultar un "G-Cero" donde Estados Unidos pierde primacía y ningún país domina, generando un escenario de conflictos regionales y fin de la supremacía estadounidense.

El balance de The Economist señala que tanto el declive irremediable como la supremacía sin rival son interpretaciones falsas. Estados Unidos cuenta aún con grandes recursos para seguir disputando la hegemonía. Sin dudar del crecimiento económico de China, es conocido que éste no se traduce automáticamente en poder geopolítico, por lo que para devenir líder, China tendría que transformar su capacidad de proyectar poder en el extranjero.

La presidencia Obama ha tenido que luchar contra la herencia de la era de Bush Jr. El país muestra signos de estar cansado de la guerra, mientras que el proceso político se empantana por las dificultades funancieras y las diferencias entre los partidos. Ahora se debe hacer frente a amenazas globales como el cambio climático, epidemias y el crimen mediante la cooperación entre gobiernos, tarea en la que Obama ha tenido buenos desempeños creando alianzas. Los mayores esfuerzos han sido hacia la economía y las guerras en Afganistán e Irak. Sin embargo, se necesita una política internacional más activa y recuperar la voluntad de liderear (the will to lead).

Datos cruciales: 

Mapa con los conflictos y las ocupaciones en las que se ha involucrado Estados Unidos, 1990-2012, 1970-89, 1949-69 y actuales.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La versión liberal da viabilidad a la continuidad de la hegemonía estadounidense, a partir de recomponer la economía, destrabar los conflictos bélicos y construir alianzas en escala internacional. Sobre la disputa hegemónica, se reconoce el ascenso de China pero se destaca su incapacidad actual de "proyectar" su poder. En este argumento, la política internacional tiene el papel de pivote y se señala que Estados Unidos es poco activo en este terreno. La importancia de los estados-nación y del hegemón estadounidense apuntalan la idea de la internacionalización como escenario de la disputa por el poder mundial, contrapuesta a la idea de un mundo "global" sin asideros nacionales.

¿Cómo enlazar estos temas con el poder de las grandes corporaciones?