Los avances tecnológicos han propiciado el abaratamiento de procesos de conectividad y fabricación de computadoras, este desarrollo propicia la expansión del uso de ordenadores en otros ámbitos o productos, desde pañales hasta fábricas de robots, lo que desembocará en el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés).

En un mundo interconectado por billones de computadoras los beneficios serán varios: los consumidores podrán obtener productos que podrán realizar funciones que antes de estar conectados no podían, la eficiencia aumentará para los negocios, el desperdicio de energía será menor y la forma en que se lleva a cabo el trabajo cambiará al poder predecir fallos en los sistemas y agendar mantenimiento preventivo, por lo que al aplicar este proceso en cada una de las industrias y productos traerá consigo beneficios que en su conjunto podrán propiciar cambios de gran escala en la economía mundial.

El internet de la cosas brindará a las empresas la oportunidad de permanecer conectados a sus productos incluso después de ser vendidos, ello provocará que éstos pasen a ser servicios más que productos en realidad. Lo que transformará la antigua perspectiva sobre la propiedad, que aún prevalece. El cierre del Ebook Store de Microsoft, muestra la posición a la que se está transitando en donde se hace patente el cambio en la balanza entre el vendedor y el cliente.

Además el IoT promueve la transición a los modelos de negocios en donde el servicio se brinda de manera gratuita, justo porque lo que se busca es la obtención de información que ocupará un lugar relevante en la gestión de los negocios. Lo que traerá consigo muchos cambios si contemplamos la diferencia entre la urgencia de los escenarios en la vida real y el mundo virtual, en donde la ambiguedad sobre quién tiene la potestad sobre la información es la norma.

Predecir las consecuencias que cualquier tipo de tecnología tendrá a futuro es complejo, 25 años atrás se veía con optimismo el desarrollo del internet, y hasta ahora se hacen evidentes sus defectos y peligros. Por lo que la forma de vender el internet de las cosas, puede seguir la línea de engrandecer los beneficios y su necesidad, al tiempo que se invisibilizan sus problemáticas. A pesar del dilema que se presenta, las personas tienen el beneficio de haber vivido durante la primera revolución del internet, lo que debería dar una idea acerca de lo que viene.