The progres of this storm. Nature and society in a warming world

Cita: 

Malm, Andreas [2018], The progres of this storm. Nature and society in a warming world, Londres, Nueva York, Verso, 203 pp.

Fuente: 
Libro electrónico
Fecha de publicación: 
2018
Tema: 
La condición climática como signo del capitalismo contemporáneo.
Idea principal: 

Andreas Malm imparte cursos en el Programa de maestría en Ecología humana en el Departamento de Geografía humana de la Universidad de Lund, en Suecia.


Andreas Malm presenta una propuesta analítica para la comprensión del proceso de destrucción ecológica que denomina la condición del calentamiento [warming condition], misma que construye en contraposición con algunas proposiciones del posmodernismo, en particular, algunas ofrecidas por Fredic Jameson.

Introducción: La teoría de la condición del calentamiento

Nunca en el calor del momento
Malm discutirá una idea central del planteamiento de Fredic Jameson (2015) para caracterizar la posmodernidad: el espacio predomina sobre el tiempo. Según Jameson, en la condición de la posmodernidad el pasado y el futuro están disueltos en el tiempo presente, por lo que vivimos un momento en el que se han roto los vínculos hacia atrás y hacia adelante: “sólo la dimensión del espacio se extiende en todas direcciones, a través de la superficie de un mundo globalizado sin fisuras, todos están conectados, pero el tiempo ha dejado de fluir” (p. 7).

Esta característica de la posmodernidad ha transformado la naturaleza, erradicándola. Para Jameson, en la era moderna la “vieja naturaleza” persistía “salpicada” entre centros industriales y los espacios mercantiles, bastaba regresar a la ruralidad para encontrarla. Esta posibilidad –de ir de lo viejo al presente y al futuro- era la que permitía ver el movimiento del tiempo, estructura fundamental de la cultura moderna. Sin embargo, con la desaparición de campesinos, de los espacios rurales, de tierras libres, la naturaleza y el tiempo también desaparecieron: “sin la idea de la naturaleza y lo natural como referente, no puede haber sentido el tiempo, y estamos varados en megaciudades donde las pantallas se reflejan entre sí, donde las imágenes y el simulacro gobiernan día y noche, donde el libre juego de máscaras y roles continúa y continúa sin ninguna sustancia material real” (p. 8).

Malm añade que una condición urgente asedia la configuración posmoderna descrita por Jameson, a saber, el calentamiento global. Usando como modelo las tormentas, Malm argumenta que el cambio climático es la causa fundamental de las enormes diferencias en los fenómenos climáticos, que antes seguían patrones: “el ambiente en el que ocurren los eventos climáticos ha dejado de ser lo que era. Todas las tormentas, sin excepción son diferentes” (Dato crucial 1).

El calentamiento global mantiene, según Malm, el vínculo con el pasado. En efecto, cada molécula de CO2 en la atmósfera es resultado de la quema de combustibles fósiles y árboles que se ha realizado durante decenios, incluso siglos: “en el inicio, el carbón, petróleo y gas natural estaban atrapados en la corteza terrestre y en algún punto fueron explotados y quemados, momento en que el carbono fue liberado en forma de CO2. En cualquier momento dado, el exceso de calor en el sistema de la tierra es la suma de todos los incendios históricos, las emisiones acumuladas” (p. 8). En ese sentido, Malm señala que nunca podemos estar en “el calor del momento, sólo en el del pasado”.

Sin embargo, la vinculación que posibilita el calentamiento global no es únicamente con el pasado, sino también con el futuro. El autor señala que varios esfuerzos de los climatólogos por proyectar escenarios futuros se detienen en el 2100, dando la ilusión de que para evitar una catástrofe se tiene un corto periodo de tiempo, como si la “eternidad se determinara ahora” e ignorando que se trata de un proceso que está fuertemente influenciado por las acciones pasadas, pero sin ignorar las consecuencias de las acciones presentes (Dato crucial 2).

En efecto, por cada año que la economía depende de los combustibles fósiles, se pierde capacidad para afrontar sus impactos en el clima (Dato crucial 3).

La masiva información difundida sobre las consecuencias climáticas, induce a una situación de pánico de las acciones del pasado. He ahí otra de las conexiones que propone Malm: el miedo a la historia puede conducir a acciones en el presente. Un ejemplo son las medidas adoptadas por los presidentes en reuniones internacionales, como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático 2015 (COP 21) cuando los líderes nacionales acordaron limitar el aumento de la temperatura a menos de 2 °C, pero buscarían reducirlo a 1.5 °C. No obstante, un año más tarde se registró que el aumento promedio de la temperatura en la tierra era 1.5°C por arriba de los niveles preindustriales, lanzando por la borda los acuerdos de la COP 21 (Dato crucial 4). Malm reitera que este resultado está determinado por el retraso en el tiempo con que se presentan los efectos de las emisiones de carbono: “con los niveles actuales -incluso si no se emitiera más CO2- el planeta ya está condenado a un calentamiento medio sobre la tierra superior a 1.5 °C, y muy posiblemente mayor de 2.0 °C” (p. 12). En otras palabras, el pasado se apodera del presente.

El calentamiento global, como fenómeno diacrónico, tiene otras expresiones. Malm recupera la experiencia de la escritora Ann Kaplan, quien fue atrapada por el huracán Sandy en 2012 y desarrolló, en sus propias palabras, un trauma climático. Es decir, a diferencia del desorden de estrés postraumático en el que una experiencia pasada reaparece frecuentemente, Kaplan manifestó el síndrome del pre-trauma, una sensación de incertidumbre en el futuro por la desconfianza en el entorno natural. Este síndrome puede generalizarse por la profusión de películas, libros, series, noticias y todo el abanico de información que anuncia la venida catastrófica del cambio climático.

A partir de estos elementos, Malm discute el diagnóstico de Jameson acerca de la posmodernidad “como una condición de un espacio sincrónico despojado de tiempo y naturaleza”. Para Malm, en el calentamiento global no hay sincronía: convergen en él la existencia de combustibles fósiles formados desde hace millones de años, la combustión masiva que se realizó en los últimos dos siglos, el calor extremo que vivimos, y las perspectivas de un futuro más extremo. La vida diaria -en su vivencia física, los escenarios del futuro, las políticas que se implementan- está atrapada por las fuerzas de la tierra, “el presente disuelto en el pasado y el futuro”. A la conquista del espacio por el tiempo y la naturaleza, es a lo que Malm llama la condición del calentamiento.

Algunas tareas para la teoría
A pesar de la centralidad con la que se presenta la condición del calentamiento, está lejos de constituir una “lógica cultural” (Jameson), por el contrario, la ignorancia y la negación definen su divulgación. Desde la literatura o el cine hasta la política, prevalecen estereotipos o negacionismos sobre la situación de la naturaleza y las transformaciones actuales.

¿Cómo explicar la incapacidad para incorporar la condición del calentamiento a la vida cotidiana? Para Malm, estamos en la era de la pantalla omnipresente, la etapa más avanzada de la posmodernidad, en la que predominan las pantallas, donde no hay nada externo, no hay memoria ni expectativas sobre el futuro, sólo presente; no respeta los ritmos naturales, porque las pantallas siempre están encendidas. Esta tendencia significa que resulta más sencillo, incluso natural, ignorar el biocidio en curso: “¿cuántos paseos se dan, en este planeta calentándose, en la búsqueda de Pokémones, incluyendo Nueva York y otras ciudades en riesgo de inundación?” (p. 14).

Así, la condición de la vida digital, una esfera sin tiempo ni naturaleza, ha invadido el espacio público masivamente, aunque sin estar realmente en el mundo. Este proceso convierte al mundo en algo externo, y al calentamiento global, en algo que ocurre fuera. No obstante, es real y cada vez sus efectos son más frecuentes.

En efecto, el velo que se coloca entre la vida digital y el “mundo externo” es constantemente rasgado por la condición del calentamiento ya sea porque la temperatura creciente hará difícil disfrutar los juegos de realidad aumentada o porque permanecerá ahí, como incentivo para no salir de la realidad virtual. Para Malm, esto significa que podemos pensar la condición de calentamiento como una realización.

Esta realización puede tomar tres caminos: 1) business as usual, con lo que las temperaturas continúan aumentando y la civilización humana pierde sus fundamentos materiales; 2) al paso de unas décadas, se abandona la economía fósil y la amenaza del calentamiento desaparece, con lo que la civilización humana se mantiene; y 3) opera la geoingeniería. Aunque alguna estas opciones, o una combinación de ellas (1 y 3, o 2 y 3), se pusiera en marcha, el sistema de la tierra es ahora el que determina el paso de la estabilidad climática. Además, el calentamiento del planeta es sólo una de las facetas del biocidio.

Para Malm, son las interdependencias temporales, el curso que tomarán y la relación sociedad naturaleza, algunas de las dimensiones problemáticas que una teoría para el presente sobre la condición climática debe considerar y explicar. El objetivo de la teoría no puede ser otro que aclarar la situación que se atraviesa, no para sustituir acciones concretas sino para clarificar el panorama: “la teoría puede ser parte del problema. Si todo debe reevaluarse en el mundo en calentamiento, la teoría también está obligada a rendir cuentas, debe demostrar su relevancia y aclarar sus contribuciones, incluso si algunos de sus productores y consumidores nunca se unirán a alguna acción directa contra los combustibles fósiles” (p. 17).

Una teoría adecuada también debe mirar el problema históricamente, cómo ha cambiado a lo largo el tiempo y las condiciones históricas que lo configuraron. Incluso si esa teoría se hace desde los espacios donde el capitalismo está más avanzado, debe dar cuenta de las diferencias en las causas y los efectos geográficos que tiene la condición climática. Para el autor: “como una doble realización, la condición del calentamiento llega primero a las periferias de la economía mundial capitalista. Es una vieja verdad que la condición humana se expresa en su forma más concentrada y siniestra entre tales masas: por lo tanto, cualquier teorización debe estar dirigida hacia ellas” (p. 17).

Lejos de inspirar la desesperanza, una teoría que aborde la condición climática debe dar elementos para reconocer la irracionalidad de las acciones en el contexto actual. En efecto, la producción basada en los combustibles fósiles siempre ha significado violencia hacia el planeta, pero cuando la temperatura se ha incrementado en 1.5 °C o el nivel del mar se ha incrementado, constituye una agresión demencial. En ese sentido, esta teoría “debería luchar para estabilizar el clima –empezando con la demolición de la economía fósil- como un punto de referencia práctico, aunque solo sea ideal. Debería abrir un espacio para la acción y la resistencia” (p. 18).

Datos cruciales: 

1. Con un aumento de temperatura de 0.85 °C, tres de cada cuatro registros de calor extremo pueden derivarse de ese aumento general.

2. El aumento de la temperatura y del nivel del mar producidos por las emisiones acumuladas se mantendrá durante, al menos, los próximos 10 000 años, con lo que los mares podrían alcanzar un nivel de unos 50 metros más alto que el actual.

3. Durante años los científicos habían sostenido que el movimiento de los glaciares es sumamente lento por lo que se necesitarían varios milenios para que se materializara una elevación del nivel del mar de amplias magnitudes, pero algunas proyecciones, ciertamente sensacionalistas apuntan que en el peor de los casos, algunos glaciares podrían sumergirse durante este siglo.

4. En febrero de 2016, los científicos registraron aumentos de hasta 6 °C en la temperatura en la región del Ártico; para diciembre, los registros eran de 20 °C.

Cápitulos relevantes para el proyecto: 

1. On the Building of Nature: Against Constructionism
4. On Unicorns and Baboons: For Climate Realism
7. On Unruly Nature: An Experiment in Ecological Autonomism
8. Conclusion: One Step Back, Two Steps Forwards

Trabajo de Fuentes: 

Jameson, Fredric [2015], "The Aesthetics of Singularity", New Left Review, (II)92.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El texto de Malm es un esfuerzo interesante que sale de la dimensión cuantitativa del desastre ecológico para discutirlo en un terreno más complejo: pone a jugar las distintas temporalidades que convergen en el fenómeno. En este esfuerzo por historizar el fenómeno, Malm problematiza el debate en torno a las soluciones ya que pone en evidencia los límites que enfrentan los acuerdos entre los estados o los organismos internacionales, así como aquellos llamados a los esfuerzos individuales, al mismo tiempo que llama a la no paralización.