Still worth it. Despite political woes, America Inc is still thriving in China

Cita: 

The Economist [2020], "Still worth it. Despite political woes, America Inc is still thriving in China", The Economist, London, 2 de enero, https://www.economist.com/business/2020/01/02/despite-political-woes-ame...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Jueves, Enero 2, 2020
Tema: 
El potencial competitivo de las empresas chinas más allá de la guerra comercial y los altibajos políticos.
Idea principal: 

Hace cuatro décadas, cuando China abrió sus puertas a las empresas extranjeras, la política parecía muy lejos del comercio. Sin embargo, recientemente ha dado un giro. Por un lado, el presidente Xi Jinping ha usado el nacionalismo como una estrategia para consolidar el poder de las empresas chinas. Por el otro lado, la guerra comercial de Donald Trump contra China y la represión contra Huawei, han provocado nuevos sentimientos antiestadounidenses.

El 31 de diciembre de 2019, Trump tuiteó que pronto se firmará la fase uno de un acuerdo comercial con China que incluye recortes arancelarios a las importaciones de ese país. A pesar de estos altibajos, The Economist analiza lo bien que le va a las empresas estadounidenses.

Aunque algunas empresas sufrieron un retroceso violento derivado de la guerra comercial, su efecto ha sido exagerado: en promedio, las empresas estadounidenses obtienen sólo alrededor de 5% de sus ingresos de China.

Un tercio de los encuestados del US China Business Council afirma que han sido objeto de un mayor escrutinio por parte de los reguladores chinos como resultado de las tensiones comerciales bilaterales. Aun así, la cuota de empresas estadounidenses que afirman que sus operaciones locales han sido afectadas por el esquema Made in China 2025 cayó de 20% en 2017 a 12% en 2019.

Por otro lado, el creciente nacionalismo chino impulsado por el presidente Xi es acogido por la población, lo cual se convierte en otro problema además de las tensiones comerciales: desde los personajes de DC Comics que recuerdan al movimiento democrático en Hong Kong hasta figuras del basquetbol que se ha mostrado a favor de los ciudadanos de ese país, o la cadena de supermercados coreanos Lotte y la automotriz japonesa Toyota, han sido blanco de boicots llamados por los internautas o el Partido comunista chino.

Los jefes estadounidenses están en una posición en la que deben de lidiar con los políticos, empleados y consumidores chinos, lo cual aumentará con la preocupación internacional por Xinjiang, donde los funcionarios chinos están acusados de abusar de los uigures, el grupo musulmán más grande del país. Algunas empresas estadounidenses como Kraft Heinz, Coca-Cola y Nike tienen cadenas de suministro que se extienden hasta Xinjiang.

A pesar de lo anterior, las empresas estadounidenses siguen comprometidas con mantener sus negocios en China: la última encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Beijing revela que China se mantiene entre los tres primeros lugares como destino de inversión global para 62% de sus miembros.

La razón es que China sigue siendo un mercado enorme y en crecimiento para la mayoría de las industrias: en dólares, las ventas al por menor en China son casi tan grandes como las de Estados Unidos y aumentaron 6% en 2019 en comparación con un aumento de 2% en suelo estadounidense. Además, los ingresos reales chinos aumentaron 120% en la última década, comparado con un incremento de 17% en los ingresos estadounidenses.

Las operaciones de las multinacionales estadounidenses son rentables y están creciendo: el mercado chino de bienes de consumo de rápido movimiento aumentó 5.2% en 2018: la cerveza Budweiser se consume más en China que en Estados Unidos; Procter & Gamble considera que China representa más de 30% del crecimiento de sus ventas globales, y Tesla entregó los primeros EVS producidos en su nueva fábrica en Shanghai.

La nota señala que la amenaza política puede ser exagerada y que la verdadera preocupación sería la competencia de mercado: los fabricantes chinos de teléfonos inteligentes han aumentado su participación en el mercado local de teléfonos y los de automóviles han logrado reducir su tasa de defectos desde 2003, ampliando su cuota de mercado de 26% en 2014 a 38% en 2018.

La razón de lo anterior es que la mayoría de las empresas privadas chinas son innovadores: 9% de las empresas estadounidenses se quejan de que las empresas privadas locales obtienen ventajas injustas, como exenciones de impuestos, aprobaciones de licencias y subsidios. Las disputas políticas dominan hoy los titulares, pero el gran desafío es el desarrollo de empresas chinas que realmente compiten con las estadounidenses.

Datos cruciales: 

1. Gráfica. Ingresos estimados de empresas estadounidenses obtenidos en China, 2019. En el sector semiconductores las firmas estadounidenses obtuvieron alrededor de 32%; en el sector automóviles y componentes cerca de 12%; en bienes duraderos y ropa 10%. Los bancos y las farmacéuticas generaron menos de 5% en este país.

Gráfica. Índice de los lazos económicos (1.00= nivel de exposición promedio de Inglaterra, Francia, India, China, Alemania, Japón y Estados Unidos en comercio, tecnología y capital), 2000-2017.
El apartado "Mundo" mide la exposición a China y el apartado "China", mide su exposición al mundo. En 2017, el apartado "Mundo" llegó a 1.20; mientras que el apartado "China" a 0.55.

Gráfica. Compañías estadounidenses y sus márgenes de ganancia de las operaciones en China, comparadas con las operaciones en general, 2010-2019. Las variable son "mejor", "lo mismo" y "peor". En 2018, "mejor" se encontró del 0% a 49%; "lo mismo" de 49% a 76% y "peor" 76% a 100%.

Gráfica. Desempeño de la bolsa de valores, 2017- 2019. Se prestaran dos índices: Sinodependency y S&P 500. En 2018, el punto más alto de éstos índices respectivamente, fueron: 140 y 125.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La nota anterior sirve para entender que el desarrollo de las empresas chinas será un gran reto que las estadounidenses tendrán que enfrentar, ya que, al parecer, serán competitivas gracias a su capacidad de innovar, sin mencionar que China está generando un mercado interno y nacionalista en el que la clase media está creciendo. Es necesario observar cuáles serán los alcances de la guerra comercial y si de verdad, dañan a la economía china a largo plazo.