Big Oil Is in Trouble. Its Plan: Flood Africa With Plastic

Cita: 

Tabuchi, Hiroko, Michael Corkery y Carlos Mureithi [2020], "Big Oil Is in Trouble. Its Plan: Flood Africa With Plastic", The New York Times, New York, 30 de agosto, https://www.nytimes.com/2020/08/30/climate/oil-kenya-africa-plastics-tra...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Domingo, Agosto 30, 2020
Tema: 
Influencia de la industria del plástico en las negociaciones comerciales entre Washington y Nairobi
Idea principal: 

Tabuchi Hiroko es un reportero en temas climáticos para The New York Times en Nueva York.

Michael Corkery es un reportero en The New York Times que escribe sobre las finanzas y su influencia en consumidores, negocios y el medio ambiente.

Carlos Mureithi es un reportero en Kenia para The New York Times, con estudios en la Universidad de Berkeley.


El texto señala el plan de las petroleras para producir más plástico en África, al enfrentar 2 problemáticas: muchos mercados ya están repletos de plásticos y pocos Estados aceptan ser vertederos del mismo.

Según un documento revisado por The New York Times, las compañías químicas y de combustibles fósiles más grandes del mundo están presionando para influir en las negociaciones comerciales de Washington con Kenia, al intentar echar atrás las limitaciones en el uso de plástico en este país africano.

El director de comercio internacional del American Chemistry Council señala que mediante el acuerdo comercial, Kenia puede servir como un centro para el suministro de plásticos en África. Lo anterior preocupa a los grupos ambientalistas en Kenia , quienes han trabajado para reducir el uso y desperdicio de plásticos. El texto señala que en 2017, en Kenia entró en vigor una ley restrictiva contra las bolsas de plástico, mientras en 2019, el país africano firmó un acuerdo global para reducir la importación de desperdicios de plástico.

Griffins Ochieng, director ejecutivo del Centre for Environmental Justice and Development menciona que las propuestas del American Chemistry Council, se traducen en más plástico y químicos en el medio ambiente. Según el autor, ante el cambio climático, ha aumentado el temor de la industria de combustibles fósiles por los inevitables cambios en el uso de estos combustibles. Por esta razón, los productores están en busca de nuevos usos ante la sobreproducción de gas y petróleo.

En cuanto al plástico, la industria ha invertido más de 200 miles de millones de dólares en plantas de química y manufactura en Estados Unidos en los últimos 10 años. No obstante, las reacciones contra el uso de bolsas de plástico ha complicado la venta en Estados Unidos, mientras el consumo de estas en naciones pobres es 16 veces menor. Desde 2018, cuando China cerró sus puertos a los residuos de plástico, las exportaciones de estos a África se han cuadruplicado (Dato crucial 1).

El portavoz del American Chemistry Council, Ryan Baldwin, señala que la propuesta del consejo hace mención de la necesidad, sobre todo en los países no desarrollados, por apoyar la construcción de infraestructura para recolectar, reciclar y procesar plásticos. Los autores recalcam el poder que tienen las industrias para influenciar la política comercial por medio de "lobbys" o cabildeo; lo que ejemplifica con el caso de las negociaciones estadounidenses en 2018 con México y Canadá.

Ante esto Sharon Treat, abogada en el Institute for Agriculture and Trade Policy, comentó que la propuesta hace sonar las alarmas, ya que las propuestas de los grupos industriales habitualmente son concretadas por el gobierno. Los autores mencionan que el acuerdo comercial podría dificultar la regulación de plásticos también en Estados Unidos, pues los acuerdos comerciales aplican en todos los países firmantes. Al preguntar sobre esto a la Oficina Representativa de Comercio estadounidense, no dieron respuesta, como tampoco lo hicieron los servidores del Ministerio de Comercio de Kenia.

En cambio, el diario estadounidense revisó correos en los que se mostraba la complicidad de representantes de la industria de plásticos que fungen como servidores en el Ministerio de Comercio. Mismos que se pusieron de acuerdo con negociadores estadounidenses para burlar el Pacto Global firmado por Kenia. Estos vínculos de complicidad fueron obtenidos por Unearthed, una filial de Greenpeace, al hacer válida el Acta de libertad de Información.

Al ser entrevistada, Adina Renee Adler, una de las servidoras del Ministerio de Comercio, argumentó que su trabajo es proveer información basada en expertos, y que la "oposición a la prohibición de exportación de plásticos" se basa en que con esta decisión se evitaría el reciclaje de plástico útil.

De Appalachia a Nairobi

El autor señala el ejemplo de la planta petroquímica de Shell, ubicada en Pittsburgh que cuenta con una extensión de 386 acres. La cual es parte de las plantas que han revolucionado la industria, al emplear gas natural barato obtenido por "fracking" para la fabricación de millones de accesorios y productos.

Los autores mencionan que las 350 nuevas plantas químicas en todo el mundo, significan la apuesta a futuro de las compañías petroleras por su supervivencia. No obstante, la pandemia de coronavirus ha creado un desplome en los precios del petróleo, y también del plástico.

En julio de 2020, Exxon Mobil, Shell y Chevron presentaron los peores resultados financieros en su historia, ante lo que algunos analistas se preguntan si las nuevas plantas de plásticos tendrán el beneficio esperado. No obstante, los portavoces de Exxon Mobil y Shell recalcaron su confianza al respecto; sólo Chevron omitió comentarios. Aun así, Exxon Mobil ha pronosticado que la demanda por petroquímicos podría crecer 45% en los siguientes 10 años.

Por otro lado, se menciona la visita a Washington del presidente keniano Uhuru Kenyatta en febrero de 2020, ya que el envío de sus exportaciones libres de impuestos sólo es vigente hasta 2025.

Los autores señalan que la visión sobre el desarrollo de infraestructura en Kenia del Consejo de Química estadounidense, se muestra en un carta enviada el 28 de abril de 2020 al Ministerio de Comercio.

Ed Brzytwa, director de comercio internacional del Consejo de Química estadounidense argumenta que el desarrollo de infraestructura para transporte en Kenia, como: puertos, vías férreas y carreteras; pueden servir para la expansión de químicos. Pero no sólo entre Estados Unidos y Kenia, también para el resto del continente africano. Razón por la que el lobby petroquímico busca ejercer presión sobre Kenia en la firma del tratado.

Mientras Daniel Maina, fundador de la Kisiwani Conservation Network, menciona que estas pláticas comerciales surgen en un momento de vulnerabilidad para Kenia, después de comenzar a sentirse los efectos de la pandemia. Y añade su temor a que Kenia será presa fácil.

Leyes duras en Kenia

Este apartado hace mención a James Wakibia, quién ha realizado un campaña vía redes sociales para la prohibición de plásticos, ya que los autores mencionan que Kenia es un país inundado de bolsas de plástico. El esfuerzo de Wakibia se logró consolidar en 2017, al establecerse castigos penales a quien viole la ley de prohibición de plásticos. En 2020, el gobierno siguió el camino establecido por Wakibia, al agregar a la prohibición, botellas y popotes en parques nacionales o áreas restringidas.

Un reporte de Naciones Unidas muestra que Kenia no es el único país que está tomando medidas para reducir el plástico, ya que otros 127 países cuentan con políticas para limitar o regular su uso. En contraparte, la iniciativa The Alliance to End Plastic Waste, financiada por Shell, Dow Chemicals y ExxonMobil ha colocado 1.5 mil millones de dólares para combatir la contaminación por plástico. Aunque manufactureros señalan que puedan lidiar con el desperdicio de plástico, señalan que el plástico en sí mismo es el problema.

La respuesta de los productores de plástico

Los autores mencionan que acuerdos con países como Kenia, se han vuelto esenciales para lidiar con el problema global de la exportación de plásticos. Como señalan correos de la Office of the United States Trade Representative, en mayo de 2019, a pesar de que varios países lograron un acuerdo para regular el plástico bajo la convención de Basilea, las autoridades de comercio se inclinaron por la posición de la industria de plásticos.

En dichos correos, Maureen Hinman, representante de Comercio, fue invitada por el Consejo de Química estadounidense en abril de 2019, para dialogar la propuesta contra la contaminación de plásticos cuya suma asciende a 1.5 mil millones de dólares. Ante las críticas de ambientalistas, Hinman señaló que lo que están haciendo contra la Alliance to End Plastic Waste es construir una contra-narrativa. Sin embargo, el Ministerio de Comercio se negó a responder la solicitud del diario estadounidense para hablar con Mareen Hinman.

A pesar de los esfuerzos de la industria de plásticos, 180 países se han sumado a las restricciones que comenzarán en 2021, con las que se espera se reduzcan el envió de plástico a países pobres. Y aunque Washington no ha ratificado la convención de Basilea, no podrá enviar desperdicios a los integrantes de la convención. Finalmente, los autores argumentan que este logro ha impulsado la búsqueda de la industria por conseguir acuerdos individuales, en una búsqueda por encontrar destino al desperdicio de plástico. En la capital keniana grupos muestran su preocupación al hacer notar su temor de que Kenia y África pasen a ser vertederos de plásticos.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Tal y como lo plantea el texto, la estrategia de las grandes petroleras consiste en obtener una mayor beneficio de las industria del plástico, ya que con la actual pandemia de Covid-19 sus ganancias por petróleo se han visto reducidas. No obstante, sin importar la presión del cabildeo en las negociaciones comerciales de Estados Unidos con Kenia, los activistas como James Wakibia deben continuar su labor. La resistencia que tenga las sociedad y las organizaciones no gubernamentales, será clave para que no se dé vuelta atrás a la prohibiciones alcanzadas.