Paul Mozur es reportero de tecnología y corresponsal de The New York Times en Hong Kong. Realizó sus estudios en Dartmouth College y en la Universidad Nacional de Taiwán. Escribe sobre ciberseguridad, culturas emergentes e internet y la intersección entre geopolítica y tecnología en Asia.

La aplicación china WeChat, “piedra angular del estado de vigilancia de China”, ahora se considera, junto a TikTok, una amenaza a la seguridad nacional en Estados Unidos. “La administración de Trump ha propuesto prohibir WeChat por completo, junto con la aplicación de videos cortos chinos TikTok. De la noche a la mañana, dos de las mayores innovaciones de Internet de China se convirtieron en una nueva frente al creciente enfrentamiento tecnológico entre China y Estados Unidos.”

No obstante, el autor argumenta que existe una diferencia en la amenaza que cada una de ellas representa para el país norteamericano, ya que si bien, TikTok fue diseñada para competir con los gigantes del internet en Occidente, WeChat es una sola y unificada red social que abarca el Gran Cortafuegos de China porque combina una serie de servicios. Es en ese sentido WeChat ha contribuido a llevar la censura de China más allá de sus fronteras.

Tencent, la gran empresa china propietaria de WeChat, diseñó esta aplicación de tal forma que combinara la mensajería instantánea con otros servicios como pagos, comercio digital y redes sociales con el objetivo de convertirla en una necesidad para la vida diaria de la población china.

A través de una serie de testimonios expuestos en este texto, el autor señala que el Partido Comunista Chino, ha hecho del uso de WeChat, una “conexión vital para la diáspora china”, como un mecanismo para la propaganda, vigilancia e intimidación.

Primero, se narra el caso de Joanne Li, quien al mudarse de China a Toronto se dio cuenta que la aplicación que utilizaba para comunicarse con su familia, censuraba medios de comunicación internacionales. Es así que, después de que ella compartiera una noticia respecto al deteriorio de la diplomacia chino-canadiense, cuatro policías se presentaron en el apartamento de su familia al día siguiente, cargando armas y preguntando por el artículo, así como sus contactos fuera de China.

Después, se describe el caso de Ferkat Jawdat, ciudadano estadounidense y activista uigur, quien después de que su madre fuera liberada de los campamentos uigures en China en el verano de 2019, recibió la oferta, a través de Wechat, de un oficial de alto rango en la seguridad de China, de permitirle reunirse con su madre en los Estados Unidos a cambio de acallar sus intentos de crear conciencia acerca de los campamentos.

Además de lo anterior, el artículo también señala que, esta aplicación ha permitido a Beijing tener alcance más allá de sus fronteras ya que ha servido, según documentos judiciales, para lanzar amenazas en el extranjero, para que los investigadores que trabajan encubiertos en Estados Unidos se comuniquen con las embajadas de China y para que el Partido se coordine con miembros que estudian en el extranjero.