Christopher Flavelle es un reportero de The New York Times, se centra en como las personas, los gobiernos y las industrias lidian con los efectos del calentamiento global.

De acuerdo a una encuesta (ver dato crucial 1), los estadounidenses actualmente apoyan campañas de gobierno más estrictas para la regulación de los efectos del cambio climático. Por ejemplo, se ha planteado la posibilidad de prohibiciones absolutas sobre construir en áreas propensas a inundaciones o incendios.

Aunque la opinión ha sido bipartida, la oposición a las restricciones más estrictas se debe al costo económico de éstas. A medida que el efecto invernadero y las emisiones de gas continúan incrementando, las decisiones acerca de dónde y cómo construir se han vuelto sumamente importantes, ya que si se sigue permitiendo construir en zonas más expuestas a los efectos del cambio climático, los residentes serán más vulnerables a desastres. Expertos como Otis Rolley presidente de the Rockefeller Foundation and former North America menciona que algunas de las zonas más vulnerables son las que terminan teniendo un mayor precio del terreno.

Por parte de los Republicanos encuestados, estos dijeron que el calentamiento global es una gran amenaza para Estados Unidos, y apoyaron las restricciones de construcción en las áreas de riesgo. Pero el apoyo mostrado en la encuesta no coincide con las políticas actuales de la mayoría de los estados del país. Ya que solo un tercio de las jurisdicciones locales han adoptado códigos de construcción en áreas de riesgo.

Por su parte, los constructores se han opuesto también a estas nuevas medidas, y su influencia se ha visto reflejada en las acciones de los funcionarios locales. Chuch Fowke, presidente de the National Association of Home Builders ha dicho que ya es suficiente con las medidas que se tienen actualmente, y que adoptar las restricciones solo afectarían a la economía local de los estados.

Una medida más estricta que los códigos de construcción prohibiría el desarrollo por completo en zonas vulnerables según Larry Larson, quien ha dicho también que las ciudades que son destruidas por desastres naturales son reconstruidas por el gobierno federal y los impuestos. Es decir, no es un gasto asumido por los locales.

Jisugn Park, profesor de la Universidad de California ha dicho que si los gobiernos locales imponen nuevas restricciones al desarrollo, es importante que consideren los efectos de esos cambios en las comunidades más pobres. Y si bien muchas áreas vulnerables tienen residentes adinerados, otros son el hogar de personas de bajos recursos: minorías, personas de color, etc.

Estas personas no pueden permitirse vivir en otro lugar, y la aplicación de estas restricciones podría traer consigo el incremento del costo de vida y hacer que muchos se vean obligados a mudarse. Según la encuesta, se preguntó si los gobiernos deberían ofrecer dinero a las personas para que se muden, 59% respondió que si, 46% de éstos son Republicanos.