Patrick Greenfield es reportero de biodiversidad y medio ambiente para The Guardian y The Observer

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El proyecto de restauración costero más grande de Europa es la isla Wallasea en Essex. Consta de 670 hectáreas (1 656 acres) de extensión de marisma y lagunas. La marisma se formó utilizando más de 3 millones de toneladas de arena excavadas de la red ferroviaria Crossrail de Londres, casi la mitad de los residuos de este proyecto. Las temperaturas sofocantes son un recordatorio mordaz del aumento del nivel del mar y la crisis climática que amenaza las costas del Reino Unido. El problema es tan grave que un científico holandés propuso la creación de una presa de 475 km en el Mar del Norte para proteger gran parte de Europa occidental.

Proyecto como la isla Wallasea son una alternativa mucho menos costosa para manejar el aumento al nivel del agua. Las marismas saladas son amortiguadores naturales que reducen drásticamente la altura de las olas y la erosión del suelo, como lo hacen los manglares en las regiones tropicales. Las marismas le ahorran a Reino Unido al menos mil millones de libras, ya que protege de inundaciones. Pero estas mismas están siendo amenazadas por la elevación del mar, así como toda la fauna y recursos naturales que sustentan. En el fango de la isla Wallasea prosperan camarones, berberechos, larvas de insectos y otras especies que alimentan a cientos de aves durante todo el año.

Gaviotas, avocetas, garcetas, golondrinas de mar son algunas de las muchas otras especies que prosperan en este ecosistema. Halcones peregrinos aguiluchos laguneros son algunos de los principales depredadores. En la parte sur de la reserva natural un rompeolas retiene el estuario del área protegida La Royal society for the Protection of Birds (RSPB) controla el nivel de agua de las lagunas mediante un mecanismo de esclusas. El problema es que ante el aumento del nivel del agua, esto podría afectar gravemente a la reserva.

Según Malcolm Austen, ecologista de la RSPB, si estos malecones fallan aumentaría enormemente el volumen de agua que entra y sale en cada marea. Los humedales en Wallasea evitan que esto suceda, y evitan inundaciones a largo plazo. Además, de estos ecosistemas se obtienen grandes cantidades de sal y son importantes áreas de cría de peces comerciales. De igual forma, estas marismas absorben gran cantidad de carbono, lo cual es útil en términos de la crisis climática.

La reserva natural de la isla Wallasea aún es joven, recién se completó el proyecto en 2015. Para el 2025 se espera haber creado 150 hectáreas de marismas, 90 hectáreas de marismas y 165 hectáreas de lagunas salinas poco profundas que están controladas por barreras para regular el flujo de las mareas dentro y fuera del área protegida.

Las marismas saladas se encuentran a lo largo del Canal de Bristol, Wash, Támesis, Firth of Forth y otros grandes estuarios, y son un hábitat de transición vital entre la tierra y el océano. Pero si no pueden subir al mismo ritmo que los mares, podrían desaparecer, convirtiendo a las marismas en uno de los ecosistemas más vulnerables de la Tierra, y se estima que podrían desaparecer por completo de Reino Unido en 2040.

Según el profesor Benjamin Horton director del Earth Observatory of Singapore, el punto de inflexión será cuando el aumento del nivel del mar alcance los 6-7 mm, ya que con este nivel las marismas se inundaran. Por lo que el agua absorberá las zonas costeras, haciendo a naciones insulares como Reino Unido retroceder hacia el interior.

El 4 de noviembre de 2020, un día después de las elecciones presidenciales, Estados Unidos se retirará formalmente del acuerdo de París sobre la limitación del calentamiento global, y es urgente que el mundo sepa lo que esto significa.