Green planet blues. Critical perspectives on global environmental politics

Cita: 

Conca, Ken y Geoffrey Dabelko [2020], Green planet blues. Critical perspectives on global environmental politics, New York, Routledge.

Fuente: 
Libro
Fecha de publicación: 
2020
Tema: 
El debate acerca la política medioambiental mundial
Idea principal: 

Ken Conca es profesor de Relaciones Internacionales en la Escuela de Servicio Internacional (SIS, por sus siglas en inglés) en American University. Sus investigaciones están enfocadas en la gobernanza ambiental global, medio ambiente, conflicto y consolidación de la paz y política ambiental en el sistema de las Naciones Unidas, entre otros temas.

Geoffrey D. Dabelko es profesor asociado en la Escuela de Liderazgo y Asuntos Públicos de la Universidad de Ohio. Enseña e investiga sobre medio ambiente, consolidación de la paz y seguridad, política ambiental global, cambio climático y seguridad y liderazgo ambiental.


Introducción: ¿De Estocolmo a la sustentabilidad?

Vivimos en una era de política medioambiental global, en la cual está presente la interconexión del entorno global con los vínculos entre calidad ambiental y el bienestar humano.

Las problemáticas derivadas de la crisis climática como la contaminación, la destrucción de los ecosistemas y el agotamiento de los recursos naturales no son nuevas, sino que han acompañado a las sociedades humanas desde hace mucho tiempo. En este sentido, los autores afirman que “así como los problemas ambientales tienen una larga historia, también lo tienen las luchas políticas que inevitablemente los acompañan.” A raíz del fenómeno de la globalización las problemáticas sociales se han globalizado. Es así que la política ambiental también lo ha hecho, resultando en el reconocimiento de que la transformación del ambiente hecha por humanos es un problema global.

Por otro lado, el término “Antropoceno” se ha popularizado en el sentido en el que el surgimiento de la humanidad se ha colocado como la principal fuerza que modifica los sistemas planetarios y la ecología. Por lo que tiene sentido reconocer la existencia de los problemas ambientales globales, y la necesidad de definir una política ambiental global. La creciente interdependencia entre los estados y las dificultades de un sistema-mundo complejo acarrean controversias sobre la misma. Ello dificulta establecer soluciones cooperativas a los dilemas ecológicos. La idea de que los problemas ambientales globales requieren “cooperación internacional” es ampliamente aceptada, pero el alcance y el contenido apropiados de dicha cooperación son muy controvertidos.

Una dimensión importante del estudio de la política ambiental global implica conectar los patrones del conflicto internacional y la cooperación sobre el medio ambiente con algunos de los cambios más importantes que se están produciendo en la política mundial. Si el estudio de la estructura de la política mundial nos da una idea del carácter de los problemas ambientales globales, lo contrario también es cierto: los problemas ambientales y las respuestas a ellos son parte del motor que está cambiando la forma del sistema mundial. No es de extrañar entonces, que los temas relacionados con el agua, los alimentos, la energía, el clima y la biodiversidad hayan surgido como temas críticos en el estudio de las relaciones internacionales y la política mundial. El estudio de la política del medio ambiente global también puede darnos una mayor comprensión de los patrones emergentes de la política mundial en su conjunto -afirman los autores-.

De Estocolmo a Río, a Johannesburgo, de regreso a Río, a París y más allá

Una serie de cumbres mundiales: la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano de 1972, celebrada en Estocolmo, Suecia; la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo de 1992, celebrada en Río de Janeiro, Brasil (conocida popularmente como la Cumbre de la Tierra); la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de 2002, celebrada en Johannesburgo, Sudáfrica; la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible de 2012, o reunión “Río + 20”, celebrada en Río de Janeiro; y la Cumbre de París sobre el cambio climático de 2015 brindan puntos de referencia útiles para estudiar la evolución de la política ambiental global.

Los contrastes entre estos cinco eventos reflejan muchos cambios subyacentes en el mundo durante las cuatro décadas intermedias.

Cada una de estas cumbres mundiales está marcada con la impronta de su contexto, ya sea el boicot del bloque soviético inducido por la Guerra Fría en Estocolmo, el ambicioso optimismo posguerra fría de Río de 1992, la renuencia de las principales potencias a asumir nuevos compromisos en Río 2012, o los cautelosos compromisos asumidos en París durante un período de contracción económica.

Un segundo cambio claro desde Estocolmo 1972 es el surgimiento de la conciencia y la preocupación del público mundial. Es así que con el paso del tiempo, los problemas medioambientales se popularizaron en la agenda internacional, debido a sus impactos para el conjunto de la población mundial.

Una tercera tendencia importante durante estas décadas ha sido el tremendo crecimiento en la comprensión científica de los problemas ambientales. Hoy en día, la ciencia ambiental es una empresa mucho más compleja e interdisciplinaria a comparación de aquella desarrollada en el siglo XX. Sin embargo, no hay que olvidar que el crecimiento del conocimiento científico nunca es inmune al contexto político.

Los gobiernos y otros actores que se reúnen para discutir los problemas ambientales globales como las organizaciones no gubernamentales también han experimentado cambios notables a lo largo de las décadas desde la conferencia de Estocolmo de 1972. Su participación y actividad respecto a la política ambiental ha fluctuado a lo largo de los años a causa de sus propios intereses políticos. Hoy en día, las consideraciones ambientales se han incorporado a la retórica y las directrices políticas, lo que se ve reflejado en el aumento exorbitante del número de tratados, acuerdos y acuerdos de cooperación ambientales internacionales que se han puesto en marcha desde la década de los setenta del siglo XX hasta la actualidad (véase dato crucial 1).

A pesar de la existencia de miles de acuerdos internacionales que versan sobre el medio ambiente, lo cierto es que el alcance de la gran mayoría de éstos es bajo, lo que es especialmente preocupante si se toma en cuenta que la crisis medioambiental se ha agudizado año con año. La insuficiencia de efectividad de los objetivos de cada una de las cumbres mencionadas, siembra más dudas que respuestas sobre la eficacia de la diplomacia internacional como mecanismo principal para responder a los problemas ambientales globales.

Puntos de vista contradictorios sobre la problemática ambiental

La creciente comprensión científica y los niveles compartidos de interés público no se traducen automáticamente en una comprensión compartida de las causas sociales de los problemas ambientales. La complejidad de los procesos biológicos, físicos y químicos del cambio climático es difícil de manejar fuera del ámbito científico, por lo que las consecuencias reales del cambio climático, la desertificación y la deforestación son poco comprendidos por los principales expertos, por no hablar de los ciudadanos, los responsables políticos y los grupos de interés, creando un panorama general de desinformación e incertidumbre.

Gran parte del daño ambiental está situado en el modo de producción capitalista y la cultura del hiperconsumo. La explotación de los recursos por parte de la sociedad de consumo amenaza con agotar, envenenar o desfigurar de manera inalterable los bosques, los suelos, el agua y el aire. Así mismo, la desigualdad social y las asimetrías de poder alimentan la degradación ambiental y la sobreexplotación de recursos.

Política ambiental global: poder, ideas y voces

El libro plantea tres cuestiones fundamentales: la primera de ellas es prestar especial atención a las cuestiones subyacentes de poder, interés, autoridad y legitimidad que dan forma a los debates ambientales globales; la segunda es unir algunas de las voces más influyentes en el debate; la tercera es presentar una amplia gama de voces en lo que es y debe ser un debate global.

Los problemas ambientales que enfrenta la comunidad global plantean cuestiones más profundas de la autoridad gubernamental, de la relación entre el estado y la sociedad, y de los procesos de globalización económica y cultural que desafían la soberanía estatal y la autonomía de las comunidades locales.

La organización de este libro está destinada a cumplir estos objetivos. La primera parte analiza los paradigmas dominantes y las controversias que dieron forma al debate en el momento de la conferencia de Estocolmo y después de ella. En la segunda parte se examina la estructura del sistema internacional que da forma a los tipos de problemas que enfrentamos y los tipos de soluciones que podemos imaginar. La tercera parte examina los desafíos de la cooperación internacional y la reforma institucional. El volumen concluye con tres paradigmas poderosos y controvertidos que han cristalizado y dado forma al debate en las últimas décadas desde Estocolmo: sostenibilidad, seguridad ambiental y justicia ecológica. Al centrarse en los temas de poder, autoridad y responsabilidad, se espera que este libro proporcione un complemento útil a otros enfoques convencionales de las "áreas problemáticas" ambientales (cambio climático, deforestación, tóxicos, contaminación del agua, etc.).

Datos cruciales: 

1. Según una base de datos compilada por Ronald Mitchell de la Universidad de Oregon, existen más de 1 300 acuerdos ambientales multilaterales vigentes, e incluso más acuerdos bilaterales.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La crisis climática es una problemática mundial que debe solucionarse en una escala global. Este libro resulta interesante porque evidencia los distintos actores y factores involucrados en el cambio climático: es así que va más allá de una narrativa convencional de culpabilizar individualmente a cada una de las personas que habitamos este planeta, sino que, habla de un problema complejo, con un sinnúmero de involucrados, pero que al final se sostiene de la continuación de un modelo de producción capitalista, el cual, hasta no detenerse a tiempo, seguirá causando estragos al planeta y a la naturaleza.