Sobre las autoras
Marcia Nunes Macedo es una ecologista y científica climática.

Valéria Paye Pereira es parte del pueblo Kaxuyana y es asesora de políticas de la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía.

El texto muestra la falta de garantías de protección del gobierno ante la ardua labor de los pueblos originarios de la Amazonía para controlar la deforestación, al ser amenazada por distintos grupos de personas que explotan la riqueza de la región: madereros, acaparadores de tierras, mineros de oro y narcotraficantes.

El texto señala la pérdida de bosques en 2020, que asciende a 6v680 kilómetros cuadrados de bosque, y equivale a 226 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono. Aunque el pueblo Kuikuro de la región Amazónica no tiene en su memoria reciente cómo hacer frente a incendios forestales, se menciona que arqueólogos han descubierto que 1 000 años atrás realizaban zanjas, caminos y diques para obstruir la expansión del fuego. Pero la lucha contra estos incendios se ve amenazada por los disminución en los fondos federales para agencias ambientales.

Por otro lado, se menciona el esfuerzo El Consejo Indígena del estado de Roraima, formado por 35 territorios al norte de Brasil, que han hecho uso de aplicaciones de celular como "Alerta Clima Indígena" para explicar cómo combatir el cambio climático en cada zona, recopilar información y conocer cómo está respondiendo cada territorio. También han hecho el uso de teléfonos inteligentes para responder frente a la Covid-19, al poner en cuarentena a los enfermos en seis aldeas y coordinar el control de la enfermedad, ya que ningún miembro de la zona ha muerto.

Las autoras cuestionan cómo tanto en Brasil como en Naciones Unidas no se le permite el derecho a voto a los pueblos indígenas. Aún así, se mencionan los esfuerzos de las comunidades indígenas por participar en la toma de decisiones, como la creación de una coalición Pan-Amazónica que incluye los 9 países de la región, cuyo fin es crear consciencia sobre el reto para los pueblos indígenas y sus contribuciones para enfrentar el cambio climático.

Finalmente, el texto se enfoca en resaltar la importancia del cuidado de la región, ya que la Amazonía puede absorber hasta 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. No obstante, el límite de deforestación en el Plan Nacional sobre Cambio Climático de Brasil ha sido rebasado por el doble de lo establecido en 2020. Y se hace hincapié en el vínculo entre la garantía ente los derechos de los pueblos indígenas y la conservación de los ecosistemas naturales.