Big Tech's Professional Opponents Strike at Google

Cita: 

Satariano, Adam y David McCabe [2020], "Big Tech's Professional Opponents Strike at Google", The New York Times, New York, 21 de octubre, https://www.nytimes.com/2020/10/21/technology/big-tech-professional-oppo...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Miércoles, Octubre 21, 2020
Tema: 
El papel de los opositores a las grandes compañías tecnológicas en la demanda en contra de Google
Idea principal: 

Adam Satariano es corresponsal de tecnología en Europa para The New York Times. Cubre temas referentes a política tecnológica, privacidad, desinformación y otras formas en que la tecnología ha alterado la forma en que vivimos y trabajamos. También, cubre temas respecto a la respuesta social y de los gobiernos ante los cambios que ha ocasionado la tecnología.

David McCabe cubre temas de política tecnología para la agencia en Washington, The Times. Su trabajo se centra en reportar cómo los reguladores han tratado de ejercer más control en las grandes compañías de tecnología y, en como la industria ejerce presión en los legisladores.


Desde antes de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos impusiera a Google una demanda por monopolio, los adversarios de la gigante tecnológica trabajaron en equipo para sentar las bases del caso.

Asociaciones sin fines de lucro que se enfocan en la crítica al poder corporativo, advirtieron a los legisladores sobre las acciones ilegales de Google para eliminar a sus rivales. De esa forma, gracias a patrocinios de millones de dólares por personajes de alto perfil, equipos compuestos por abogados, economistas, activistas, académicos, ex-empleados, entre otros; lograron proveer a los investigadores gubernamentales con evidencia para demandar a Google.

Los oponentes de las grandes compañías tecnológicas demandadas (Google, Apple, Amazon, Facebook), hicieron uso de diversas estrategias para impulsar la investigación en su contra. Algunas de esas tácticas incluyen: el ejercicio de presión sobre reguladores y legisladores acerca de prácticas anticompetitivas, la presentación de quejas legales acerca de violaciones a la privacidad, boicots y la exposición de los riesgos de la desinformación y la inteligencia artificial. Las anteriores, sirvieron para aumentar las reacciones negativas en contra de las empresas mencionadas.

El número de opositores de la industria de la tecnología ha incrementado tras su victoria sobre Google; mismo número que hará posible que, aunque la demanda no tenga los resultados esperados, las grandes compañías tecnológicas se sometan ante el escrutinio y presión de los gobiernos y la sociedad. Dicha presión, eventualmente llevará al desarrollo de nuevas regulaciones y leyes que alteren la forma en que interactuamos con la tecnología.

Los contrapesos en contra de las gigantes tecnológicas están creciendo, por lo que las compañías se verán obligadas a preocuparse por crecientes investigaciones en su contra. Como resultado de ello, Google, Amazon, Facebook y Apple ya han comenzado a prepararse para una demanda que tomará años en resolver: han contratado grandes firmas de abogados, han fundado think tanks, han iniciado campañas en relaciones públicas, claman tener un comportamiento responsable como las creadoras de productos que la sociedad ama y subestiman públicamente el trabajo de los críticos de la tecnología como “una industria para activistas”.

Los profesionales anti tecnología concuerdan en diversos puntos: el hecho de que las compañías tecnológicas tienen demasiado poder y con ello han transformado el comercio y la comunicación. Sin embargo, existen diferencias entre ellos. Su principal desacuerdo los ha dividido en dos grupos: los que apoyan las leyes antimonopolio (que podrían disolver a las empresas), y los que creen que es necesario crear regulaciones más estrictas para controlar a las firmas. Ambos grupos son respaldados por millonarios, como George Soros o Pierre Omidyar (co-fundador de e-Bay), que tienen la capacidad de fundar think tanks y grupos de activistas que se enfocan en ejercer presión a las compañías.

Instituciones como la Fundación Ford se han encargado de fundar grupos de sociedad civil e investigaciones que buscan crear conciencia acerca de los daños de la tecnología; por su parte, grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Liga Anti-Difamación han concentrado sus esfuerzos en la rendición de cuentas por problemas relacionados con la tecnología. Los anteriores, son prueba de que en los últimos años ha aumentado la conciencia acerca de la tecnología y sus efectos en los gobiernos y el público en general, la cuestión radica en una real rendición de cuentas y aplicación de castigos.

Anteriormente, el movimiento anti tecnología ha tenido señales de éxito en la Unión Europea (UE). Hace una década, los rivales de Google lograron que la gigante fuera investigada por violaciones a la ley antimonopólica y como consecuencia, le fueron impuestas multas millonarias. También, en 2016 la UE implementó el Reglamento General de Protección de Datos, ley que ha sido utilizada en contra de compañías tecnológicas.

En Estados Unidos, el mal uso de la tecnología levantó alarmas en las elecciones presidenciales de 2016 con la propagación de desinformación por parte del gobierno ruso en redes sociales. A partir de ese momento, la crítica en contra de la industria de la tecnología ha aumentado junto los reclamos por parte de firmas legales, think tanks, universidades y sociedad civil. El lanzamiento de libros criticando a la industria, así como documentales con alto éxito en redes sociales y otras plataformas, demuestran el hecho de que poco a poco a nivel global crece la conciencia acerca de la tecnología y sus peligros en la sociedad.

El 6 de octubre, el Subcomité Anti-Monopolio publicó un reporte de 449 páginas, donde el Congreso de Estados Unidos analiza de manera profunda a la industria tecnológica. Dicho reporte, contó con el trabajo en equipo de diversas personalidades que son reconocidas por su postura anti monopolios y anti tecnología. Una coalición de profesionales que se unió en el Departamento de Justicia para construir el caso en contra de Google, y aunque se trata de personajes con distintas visiones y críticas, por el momento celebran una victoria ante el motor de búsqueda más grande del mundo, Google.

Datos cruciales: 

1.- La fundación Luminate ha provisto a grupos de sociedad civil y firmas legales, que se enfocan en rendición de cuentas de las grandes corporaciones tecnológicas, con más de 78.3 millones de dólares.

2. - La organización Open Society Foundations’ Information Program en 2020 ha provisto a grupos enfocados en privacidad y discriminación online con 24 millones de dólares.

3.- Las multas que la Unión Europea impuso a Google hace una década por violaciones a las leyes anti monopolio ascienden a más de 9 mil millones de dólares.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El artículo es una muestra del impacto que pueden tener los movimientos en contra de los actores a los que se enfrentan. En este caso específico, se habla del trabajo en equipo de los profesionales, de la sociedad, de organismos e incluso del Estado, en su combate contra las grandes compañías tecnológicas; no obstante, aunque se resalta el hecho de que las grandes empresas deben presentar una rendición de cuentas, no hay propuestas acerca de la reparación de los daños ya realizados por la industria.

Asimismo, el texto habla de una victoria sobre las grandes compañías, da por hecho que otros grupos opositores tienen a su alcance la ayuda y patrocinio de otros grandes capitales para enfrentarse a su enemigo. El asumir esa ayuda, también invisibiliza los intereses de los actores que buscan ganar una ventaja sobre las grandes compañías tecnológicas, junto con otros grupos opositores en temas que no están relacionados directamente con la tecnología.