Establishing a global empire over life, through monocultares, patents and monopolies, by rupturing a world of diversity, self organization and freedom

Cita: 

Navdanya International [2020], Gates to a global empire. Over seed, food, health, knowledge... and the Earth, Roma, 206 pp.

Fuente: 
Libro
Fecha de publicación: 
2020
Tema: 
El valor y cuidado de la tierra antes del arribo de la agricultura y ganadería industrial
Idea principal: 

Vandana Shiva es Doctora en Ciencias Físicas, sus temas de análisis se centran en ecologismo, feminismo, desarrollando escritos y estudios acerca del ecofeminismo y filosofía de la ciencia, en donde critica al sistema capitalista y su impacto en la sociedad así como en las mujeres y pueblos indígenas, entre otros.


Introducción

El papel de la agricultura en las sociedades actuales representa un elemento fundamental que va más allá de la producción de alimentos. En palabras de Vandana Shiva, “la agricultura puede definirse como la cultura de la tierra, asimismo el cuidado y respeto de la tierra ha sostenido sociedades durante miles de años”. Los sistemas se han adaptado y evolucionado en diferentes entornos (desde bosques, selvas, desiertos, montañas hasta zonas costeras). De esta manera, el establecimiento de sistemas alimentarios y agrícolas también han evolucionado a partir de la tierra en diversidad, sostenibilidad y libertad.

La tierra fértil y diversa es un elemento fundamental para el desarrollo y florecimiento de los sistemas alimentarios y agrícolas, en los que debe predominar un ambiente libre y sostenible para que puedan funcionar de forma óptima. El respeto a la tierra y a los frutos de la misma debe ser una prioridad en las sociedades actuales.

Los ecosistemas vivos son la base y fundamento de la diversidad, la naturaleza y la cultura. La tierra, al igual que la cultura, esconde en sus raíces un abanico multidiverso en donde los monocultivos y la homogeneidad no existen y no forman parte de la riqueza de la tierra, al menos esa era la tierra preindustrial, en donde el valor de la misma iba mucho más allá de beneficios monetarios y el cuidado de la misma era un elemento fundamental de las sociedades.

Si algo ha demostrado la industrialización agrícola es que la diversidad es riqueza, mientras que la heterogeneidad y los monocultivos son sinónimo de erosión de la tierra. Así, las comunidades indígenas han sido capaces de “desarrollar sistemas agrícolas más ingeniosos a lo largo de las edades”.

Estos grupos indígenas contaban con excelentes sistemas de producción agrícola que funcionaban a la perfección gracias al conocimiento y respeto que estos tenían hacía la misma, en donde no existían los “monopolios de semillas, alimentación y agricultura y mucho menos la existencia de agricultura industrial”, la cual, ha sido responsable de la pérdida de especies de flora y fauna, la erosión de las tierras y el cambio climático.

Del mismo modo, la industrialización exacerbó la aparición de empresas productoras de pesticidas que envenenaron los suelos y contaminaron el agua. La compañía IG Farben ilustra lo anterior: es conocida como el Cártel del Veneno, cuyo auge empezó desde 1960 cuando "la Revolución Verde fue impuesta al Tercer Mundo por el Banco Mundial”. Así, el avance económico fue sobrepuesto a la diversidad natural y el cuidado de los suelos.

Con el arribo de la agricultura industrial las semillas fueron vistas únicamente como un medio de obtención de dinero y comenzaron a recolectarse semillas de agricultores cultivadas durante milenios. Éstas fueron almacenadas en instituciones de nueva creación, tal como el instituto Rice Research en Filipinas y el International Maize and Wheat. Dichas instituciones se han convertido en los sistemas CGIAR (Consultative Group of International Agriculture Research, Gates AgOne o One Agriculture), a través de las que Bill Gates planea controlar las semillas del mundo.

Desde la década de 1990, “el Cartel del Veneno, comenzó a producir en grandes cantidades productos químicos en la agricultura y con ello se apresuraron a adoptar la ingeniería genética como mecanismo para patentar semillas”. Estos mecanismos de acaparamiento de las semillas pronto condujeron a que estas semillas ancestrales fueran mezcladas con “el gen tóxico BT o el gen RoundUP Resistant 16”.

Alrededor del mundo han comenzado a surgir diversas resistencias que buscan proteger las semillas y el cierre de los institutos CGIAR. Las resistencias luchan por soberanía alimentaria y soberanía del conocimiento. Filipinas ha experimentado en los últimos años el ascenso de monocultivos de maíz, soya, algodón y canola transgénicos, mismos que han ocasionado la tala de bosques y árboles autóctonos de la zona con la finalidad de establecer plantaciones en dichos terrenos, en los cuales, se usan pesticidas y fertilizantes tóxicos que han contaminado las fuentes de agua.

De esta forma, la agricultura dejó de realizarse con fines alimenticios únicamente y transitó a la producción de bienes que serán utilizados como biocombustibles. Esta situación generó el fortalecimiento de movimientos campesinos y sociales en contra de estas actividades altamente contaminantes. Las principales manifestaciones se han llevado a cabo en contra del gigante productor de semillas transgénicas Monsanto, que es acusado de llevar a cabo “miles de transgresiones y violaciones tóxicas en contra del ambiente”.

La manera en la que estas empresas ejercen la agricultura es altamente insostenible, ya que “una larga experiencia e investigaciones han demostrado que la agroecología basada en la biodiversidad, la libertad de semillas y la libertad alimentaria son esenciales para el futuro de la alimentación y la agricultura”.

De acuerdo con la ONU, la Revolución Verde no es un método sostenible para alimentar al mundo, no obstante, los intereses económicos de grandes empresarios, como Bill Gates, los lleva a ignorar estas afirmaciones y continúan centrados en la construcción de un “imperio agrícola”, basado en los monocultivos y semillas transgénicas, ejemplo de ello fue la fundación de la Alianza para una Revolución Verde en África junto con la Fundación Rockefeller.

Dicho programa en África culminó en un fracaso, debido a que las verduras tratadas transgénicamente contribuyen significativamente al desarrollo de enfermedades crónicas dentro de las poblaciones que las consumen. Los resultados catastróficos de la agricultura industrial se hicieron visibles desde hace años. Ante este asunto, se estableció el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, enfocado en regular este tipo de actividades en aras del Medio Ambiente y la salud pública.

Por su parte, la mayoría de los vegetales tratados genéticamente han presentado problemáticas, tanto en el medio ambiente como en la salud de los consumidores; no obstante, Bill Gates continúa enfocado en acrecentar estas actividades sin importar los costos, por lo que continúa invirtiendo en procesos como la biopiratería a gran escala. De igual forma se prevé que Gates “imponga semillas, alimentos y medicinas no probados en personas”.

Bill Gates es un claro ejemplo de un individuo que se centra únicamente en la acumulación de riqueza personal sin importar si sus acciones ponen en riesgo la vida de personas y generan altos costos para el medio ambiente, por lo que la población debe levantarse y luchar por una agricultura libre, democrática, megadiversa, libertad alimentaria y sobre todo “nuestro futuro como especie”.

Datos cruciales: 

1.- Hace 60 000 años, los aborígenes australianos cultivaban arroz y cebada, uva, tomates silvestres, ñame verde, trébol de cobre, semillas de hierba, polillas, nueces y crearon la finca o jardín más grande de la Tierra.

2.- Diversos pueblos indígenas de la Amazonía eran jardineros y agroforestales, que cultivaban entre árboles. Jennifer Watling, arqueóloga de la Universidad de São Paulo en Brasil, encuentra evidencia de millones de habitantes en el Amazonas que manejaron cuidadosamente el suelo y la biodiversidad, propiciando que la riqueza de estos floreciera.

3.- En los Andes, las culturas indígenas cultivaban maní, algodón y calabaza desde hace 5 000 a 9 000 años.

4.- Campesinos andinos de Perú y Bolivia propiciaron la evolución de más de 4 000 variedades de papas, cultivadas junto con maíz, quinoa, calabaza y frijoles.

5.- Los mexicas, en 1 265 d. C., crearon jardines flotantes en los lagos de Chalco y Xochimilco que rodeaban Tenochtitlan, la capital del imperio mexica.

6.- Los indios nativos americanos comenzaron a cultivar hace aproximadamente 7 000 años. En Mesoamérica transformaron el teosinte silvestre y diversas variedades de maíz hace unos 6 000 años.

7.- Para el año 1 000 d.C., los agricultores nativos americanos habían desarrollado una agricultura compleja basada en tres cultivos principales: maíz, frijoles y calabaza.

8.- En Medio Oriente, la tierra del creciente fértil, los primeros registros de la agricultura se remontan a hace 23 000 años.

9.- Los cereales se cultivaron en Siria hace aproximadamente 9 000 años, mientras que los higos se cultivaban incluso antes; una fruta prehistórica sin semillas descubiertos en el Valle del Jordán sugiere que se estaban plantando higueras hace unos 11 300 años.

10.- En Asia, los sistemas agrícolas evolucionaron hace 40 000 años, mientras que los orígenes del arroz y el cultivo de mijo se remonta al año 6 000 a. C.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La agricultura, al igual que muchos otros sectores, se ha convertido en una actividad liderada por el capitalismo y grandes empresas que únicamente están interesadas en acumular riquezas económicas sin importarles el verdadero valor de la tierra y su significado para la especie humana, por lo que sus acciones son causas directas de la erosión de los suelos, extinción de flora y fauna y contaminación de las fuentes de agua, entre muchas otras cosas más.

Sin duda las acciones de estas empresas van encaminadas a la disminución constante de la libertad alimentaria y la diversidad dentro de esta misma actividad, buscando obtener beneficios personales sin importar los costos, acción que ha posicionado a estas grandes corporaciones como figuras de poder dentro de la producción alimentaria.