Clima viral: reflexiones para repensar el lugar de la humanidad en el planeta

Cita: 

Leff, Enrique [2020], "Clima viral: reflexiones para repensar el lugar de la humanidad en el planeta", Nexos, CDMX, 24 de julio, https://medioambiente.nexos.com.mx/?p=489

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Julio 24, 2020
Tema: 
El sistema capitalista y su participación en el nacimiento de la crisis civilizatoria actual
Idea principal: 

Enrique Leff es un economista mexicano que es reconocido por ser un pionero ambientalista y uno de los principales autores de la teoría y la praxis del ambientalismo en México y a nivel internacional. Leff trabaja en campos de la epistemología, la economía política, el medio ambiente, la ecología política y la educación ambiental.


Cincuenta años después de la instauración del Día de la Tierra, una fecha designada para crear conciencia acerca de problemas asociados con la contaminación, la sobrepoblación, la conservación de la biodiversidad, entre otros; el mundo se encuentra confrontado por un virus que llevó la anormalidad del régimen económico en que vivimos a su máximo punto de emergencia. La pandemia de la COVID-19, nos ha llevado a una crisis civilizatoria: una crisis sistémica que atraviesa lo económico, ambiental, social, político, epidemiológico y lo existencial.

La pandemia, ha servido para intensificar la reflexión respecto a la crisis ambiental y la transformación hacia una civilización sustentable. Dicha transformación, implica que la vida debe regirse por tres principios: 1) una ontología de la diversidad, en donde se reconoce la diversidad planetaria; 2) una política de la diferencia, en dónde se acepta la manifestación de diferentes formas de ver el mundo y se construye a partir de la heterogeneidad de ideas; y, 3) una ética de la otredad, en donde se reconocen diferentes identidades y modos de vida.

La coyuntura, combinó la crisis ambiental y la crisis epidemiológica con la crisis del capitalismo. En palabras de Enrique Leff “[…] El coronavirus ha llegado a todos los confines del planeta como indicio de la agencia de un capitalismo promiscuo viral en el proceso de globalización”. Lo anterior, quiere decir que el coronavirus ha llegado para evidenciar un capitalismo que se encuentra en una etapa exacerbada de procesos extractivistas, procesos que mediante la globalización han diseminado el virus a través del comercio y el turismo y, que han creado crisis existenciales en los pueblos y personas al apropiarse de los espacios.

La emergencia climática y la aparición de la pandemia, han expuesto la forma en que el régimen capitalista ha objetivado a la naturaleza y a la vida humana: ambas se han convertido en objetos para la apropiación y la explotación, lo que ha degradado la vida en el planeta. Asimismo, es necesario mencionar que a pesar de la creciente toma de conciencia respecto al sistema capitalista y a la aparición de cuestionamientos referentes a la anormalidad en la que vivimos, los gobiernos buscan con urgencia regresar a una “nueva normalidad”, un nuevo orden que trata de disociar la crisis socio-ambiental con la epidemia provocada por la intervención del capital sobre la vida.

La “nueva normalidad” propuesta, enfrenta a la toma de decisiones autónoma con la autoridad que dicta las políticas y medidas para evitar el contagio de COVID-19. Además de la aparición de desobediencia civil, la emergencia sanitaria ha activado mecanismos de poder en los que la vida humana ha comenzado a ser valorada en función de la economía. Lo anterior, significa que el derecho universal a la salud y a la vida no es una facultad equitativa para toda la población: la rentabilidad del capital decide los números de las personas que pueden ser atendidas o no por COVID-19; asimismo, los rating políticos han pasado a determinar la normalidad del número de muertes por la pandemia. La COVID-19, ha exhibido el hecho de que el confinamiento y guardar “sana distancia” es un privilegio de algunos. También, la “nueva normalidad” ha provocado la irritación de la sociedad y estallidos de violencia colectiva, una violencia que tiene como objetivo el exterminio del otro, su expulsión del poder político y la vida social.

La crisis viral ha enriquecido el planteamiento de la crisis ambiental en donde, se propone una deconstrucción de la racionalidad que nos ha llevado a normalizar a un sistema extractivista y promotor de la desigualdad en nuestras vidas. El nuevo régimen de distanciamiento social, ha provocado una crisis existencial en la que el ser humano, gracias a su pérdida de contacto con el otro, se ha replanteado su convivencia con la Otredad –el principio ético que nos lleva a convivir con lo Otro que no puede ser reducido a mi yo- y lo ha confrontado a su propia naturaleza, en donde reconoce los estragos que el sistema ha provocado en el yo y reconoce su necesidad de interacción con otras personas.

Finalmente, el hecho de que el coronavirus llevara a múltiples reflexiones, no significa que la pandemia nos lleve a una “conciencia de especie” en donde logremos comprender las condiciones de vida en el plantea. Es importante entender y aprender de las acciones que nos han llevado a la presente crisis civilizatoria, para poder comenzar a proponer alternativas y reinvenciones que nos lleven a un futuro sustentable. Para lograr lo mencionado, se necesita del surgimiento de múltiples preguntas que nos lleven a la reflexión “[…] para re-aprender a habitar el planeta en las condiciones de la vida”.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El texto de Enrique Leff, presenta un análisis que muestra la interacción entre la multiplicidad de eventos de los que hemos sido testigos en 2020. La pandemia de la COVID-19, se presenta como una crisis que nos ha permitido ver de primera mano los efectos del sistema capitalista a nivel global en lo ecológico, económico, social y personal.

En un sistema basado en la explotación y la acumulación, la pandemia ha evidenciado la insostenibilidad de nuestra forma de vida; misma, que ha permitido reconocer la responsabilidad de los grandes capitales y de los gobernantes en la crisis actual: su papel en la objetivación de las formas de vida y en el fracaso de las medidas para el combate de la emergencia sanitaria.