COVID 19: la permanencia de la disputa por el liderazgo tecnológico global

Cita: 

Moreno, Alfredo [2020], "COVID 19: la permanencia de la disputa por el liderazgo tecnológico global", América Latina en movimiento, 2 de junio, https://www.alainet.org/es/articulo/206948

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Junio 2, 2020
Tema: 
La relevancia de las tecnologías de vanguardia durante la pandemia y en la disputa tecnológica entre Estados Unidos y China
Idea principal: 

Alfredo Moreno es un analista de tecnología, que estudió informática en la Universidad de Buenos Aires.


El texto hace alusión a la disputa tecnológica entre China y Estados Unidos, interrumpida por la pandemia de Covid-19. Esta disputa exhibió la relevancia de los datos y de modelos de inteligencia artificial para el seguimiento epidemiológico. Citando a Eric Schmidt, antiguo director ejecutivo de Google y ahora presidente de la Comisión de Seguridad Nacional sobre Inteligencia Artificial de Estados Unidos, quien afirma que no es posible ganar las guerras tecnológicas sin el gobierno, Alfredo Moreno hace hincapié en la necesidad del apoyo gubernamental para que Estados Unidos afronte la batalla tecnológica con China.

Se menciona que el desarrollo tecnológico y científico estadounidense desde mediados del siglo pasado no hubiese sido posible sin el apoyo del Estado y del gobierno de Eisenhower. Tal desarrollo, que se pensaba inalcanzable, es puesto en duda por China. Una desventaja para Washington es su pérdida de productividad y capacidad para implementar sus avances en investigación. China, por su parte, supo aprovechar la transferencia tecnológica por la recolocalización de la producción en la década de los ochenta, al invertir en la formación de su capital humano para desarrollar su propios productos a un menor precio.

Antecedentes

El autor se remonta hasta comienzos de la guerra fría para señalar que el lanzamiento del satélite soviético Sputnik funcionó como catalizador para que el gobierno estadounidense fomentara el desarrollo de la tecnología electrónica en Silicon Valley, el cual se nutrió de ingenieros de las universidades Stanford, California y Berkeley. Una década después, de sólo existir la compañía Fairchild de semiconductores, se creó un ecosistema de distintas firmas en crecimiento.

Se hace mención del libro La Siliconización del mundo del filósofo francés Éric Sadin, en el que argumenta que Silicon Valley no sólo evoca a un territorio, sino a un espíritu en vías de colonizar el mundo. Esta nueva colonización es fomentada por universidades, tanques de pensamiento, industriales y una clase política que promueve el desarrollo de otros "valles del silicio" en cada continente del planeta.

El presente

El autor critica que los últimos años se han caracterizado por una excesiva confianza en el sector privado para que Estados Unidos tenga el liderazgo global. En contraste, con un fuerte apoyo estatal China mantiene la delantera en lo que Alfredo Moreno considera como las columnas centrales del mundo digital: inteligencia artificial, tecnología móvil 5G, Internet de las cosas y big data.

A causa de lo anterior, el gobierno estadounidense ha decido financiar los desarrollos en estas tecnologías que se consideran clave para el crecimiento de la economía, la seguridad nacional y para evitar el rezago respecto a China la próxima década (Dato crucial 1).

También se hace mención del megaproyecto "Belt & Road", iniciativa china presentada de manera oficial en 2019 con una inversión de 1.4 billones de dólares, cuyo fin es que China vuelva a ocupar el primer lugar como potencia en el mundo, como lo fue en los siglos XVI y XVII. El proyecto de infraestructura marítima y terrestre incluye a 70 países de Asia, África, Europa y Oceanía, cubrirá a 65% de la población mundial, un tercio del Producto Interno Bruto mundial y contempla a una cuarta parte de los bienes del planeta. La iniciativa de la ruta de la seda está basada en 5 pilares: comunicación política, circulación monetaria, entente entre pueblos, conectividad vital y fluidez.

Se menciona la creación de una nueva red de Internet dentro de la iniciativa de la ruta de la seda. La iniciativa fue propuesta por Consejo de Seguridad Nacional de la Federación Rusa, en detrimento de la actual administración del Internet llamada ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers), asociación supeditada al Departamento del Comercio de Estados Unidos. El autor explica que está bifurcación de internet tendría como consecuencia que los sitios web tengan que estar adscritos a un pasaporte digital para navegar entre los diferentes protocolos y sistemas.

Como respuesta ante estos retos tecnológicos, Estados Unidos busca el regreso a la asociación entre universidades, industrias, gobierno y centros de investigación. Se expone la propuesta de la Universidad de Stanford sobre una nube nacional de investigación y para crear maneras más flexibles de financiación, de capacitación y atracción de expertos hacia Estados Unidos.

El texto cita al ex CEO de Google, Eric Schmidt, quien señala la necesidad de abordar las preocupaciones de los estadounidenses sobre privacidad, gestión de datos y el impacto en el sector laboral para mantener la confianza de la población estadounidense en el liderazgo tecnológico de su país. Argumenta que no hacerlo detendría el avance tecnológico estadounidense. También menciona la necesidad trabajar en áreas de cooperación con China a pesar de la disputa, por los beneficios mutuos en cuestiones climáticas, de exploración espacial y frente a emergencias sanitarias.

El autor señala que la visión de Schmidt está inspirada por el apoyo del gobierno estadounidense a Silicon Valley. El ex-ejecutivo de Google critica los actuales esfuerzos estadounidenses para el desarrollo tecnológico y los cataloga como insuficientes al contrastarlos con las acciones en China. Asimismo, señala la necesidad de demostrar que las tecnologías de vanguardia pueden promover la libertad individual y fortalecer las sociedades libres.

También se añade que Beijing tiene varias ventajas frente a Washington. Moreno resalta el gran número de consumidores en línea junto con el hecho de no tener un sistema bancario heredado, lo que le ha permitido consolidar un enorme mercado en línea con el uso de monedas digitales. Y la capacidad de las grandes empresas chinas para modificar los marcos regulatorios a diferencia de las estadounidenses.

Según Osvaldo Rosales, experto en China, la contracción del crecimiento económico en China se ha malinterpretado en Occidente. Este autor argumenta que esta reducción del crecimiento fue buscada por la propia China para evitar conflictos ambientales y políticos. También afirma que actualmente China busca pasar de la industria pesada a la inteligente. Xi Jinping sabe de la importancia de la economía de datos y la ciberseguridad.

Tras haber expuesto la disputa existente entre Estados Unidos y China por el liderazgo en las tecnologías, Moreno expone su propuesta política para Argentina y América Latina: un enfoque de no alineación digital geopolítica y la promoción del desarrollo digital para el beneficio nacional. Y relaciona su potencial beneficio como lo fue el movimiento de los No alineados a mediados del siglo XX, al promover la cooperación regional y emplear la fortaleza continental.

Señala que el establecimiento de una ecología digital más abierta es el modelo técnico, político, legal y de negocios más adecuado para la propuesta de no alineación digital geopolítica para América Latina. Para lograr la transición hacia una soberanía inteligente, el autor argumenta que es necesaria la intervención estatal en el desarrollo de estándares en las tecnologías de la información y comunicación. Y defiende el apoyo político, económico, y jurídico para la industria nacional, para que sea quien garantice la soberanía en el resguardo de datos.

Para concluir, Moreno expresa la necesidad de los países latinoamericanos de pensar y actuar en función de los intereses nacionales, ante la redefinición del mundo digital y su disputa.

Datos cruciales: 

1. Según el texto China cuenta con el doble de supercomputadoras y 15 veces más estaciones base 5G que Estados Unidos. Por lo que de continuar la tendencia en 10 años Beijing tendrá una inversión superior que Washington en investigación y desarrollo, además de una economía más grande.

Gráfica 1. Muestra las exportaciones de tecnología de China, Alemania y Estados Unidos desde 1988 a 2017 en millones de dólares. Estados Unidos tuvo el liderazgo hasta el año 2004, cuando fue alcanzado por China y Alemania. Desde entonces China mantuvo un crecimiento pronunciado, sólo afectado por la crisis de 2008 y por contracciones después de 2015. Mientras Alemania llegó a 200 mil millones de dólares en 2013 pero no pudo superar esa cifra después. En 2017 China logró 500 mil millones de dólares, mientras Estados Unidos cayó a poco más de 100 mil millones de dólares.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Estados Unidos tiene distintas desventajas en la disputa tecnológica frente a China, lo que probablemente llevará a que aumenten los esfuerzos gubernamentales al respecto por la relevancia de estas tecnologías en el escenario internacional. El enfoque defendido por Alfredo Moreno, apoyaría la expansión de las fronteras del capital y un reposicionamiento de Estados Unidos, ya que brindaría a la industria tecnológica estadounidense el apoyo con el que ya cuentan las firmas en China.