The Dialectic of Social and Ecological Metabolism: Marx, Mészáros, and the Absolute Limits of Capital

Cita: 

Clark, Brett y John Bellamy Foster [2010], "The Dialectic of Social and Ecological Metabolism: Marx, Mészáros, and the Absolute Limits of Capital", Socialism and Democracy, 24(2): 124-138, https://doi.org/10.1080/08854300.2010.481447

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Jueves, Julio 29, 2010
Tema: 
La relación entre la sociedad y la naturaleza en el sistema capitalista, según el marxismo
Idea principal: 

Brett Clark es profesor del departamento de sociología en la Universidad de Utah, en donde imparte clases de estudios de sostenibilidad. Su trabajo se enfoca en los temas de ecología, economía política y ciencia. Asimismo, es autor de diversos libros.
John Belamy Foster es profesor de sociología en la Universidad de Oregón y, editor de la revista Monthly Review. Su trabajo se enfoca en los temas de economía política, ecología, crisis ecológica y teoría marxista. Es autor de diversos libros.


Un aporte del marxismo que da importancia a la crisis ecológica global es la idea del metabolismo social y económico. En esta propuesta, se retoma la concepción del proceso de trabajo de Marx y el concepto de metabolismo desde las ciencias naturales.

Por lo anterior, el metabolismo social de Marx se refiere a las relaciones materiales entre el hombre y la naturaleza: alude a un proceso de intercambio en el que la naturaleza provee al ser humano con los recursos para hacer posible la producción y por su parte, el trabajo se presenta como un proceso de transformación en donde el humano crea sus condiciones de vida, lo que hace al trabajo un proceso de carácter social y ecológico.

Debido a lo previo, el proceso laboral ha brindado al ser humano el potencial de alterar las condiciones de vida del planeta. No obstante, en un sistema que se encuentra en una búsqueda constante de acumulación, como es el sistema capitalista, las formas de intercambio entre lo social y la naturaleza se han transformado, lo que ha ocasionado una intensificación en la demanda de recursos, en las formas de intercambio y, ha degradado los vínculos a tal grado que se rebasen los límites de la tierra.

El metabolismo de Marx considera que el sistema capitalista está sustentado por prácticas insostenibles; por ello, supone que desde la introducción de la agricultura capitalista se comenzó un proceso de extracción que ha minado con las condiciones naturales necesarias para que la regeneración de la Tierra. Como resultado, el capitalismo se ha convertido en un sistema que busca la “apropiación universal de la naturaleza” por medio del sometimiento de todos los sistemas vivos a las necesidades de la acumulación.

Asimismo, el marxismo considera que el capitalismo ha creado brechas metabólicas entre la humanidad y la naturaleza. Esto quiere decir que existen desequilibrios, derivados del proceso de producción, en sus interacciones, por lo que la tierra no tiene tiempo de sanar ni de regenerarse de las demandas y la sobreexplotación del capital, lo que ha dado paso a la degradación del medio ambiente y la destrucción de los ecosistemas.

De acuerdo con Marx, la solución a las brechas metabólicas se encuentra en el socialismo, ya que es el sistema que podría permitir el establecimiento de relaciones más equilibradas con la naturaleza gracias a que ofrece la posibilidad de una transformación social y del modo de producción. Lo anterior, es denominado “transición a un nuevo orden social” y, sería posible debido a que el socialismo saciaría las necesidades humanas básicas eliminando los deseos que provoca el capitalismo.

Por su parte, el filósofo marxista Mészáros considera que la relación entre la sociedad y la naturaleza está sometida al capital en una lógica que llama “la crisis estructural del capital”. En ella, a favor del desarrollo capitalista bajo un modelo de consumo masivo, hemos llegado a los límites de la naturaleza en una degradación y explotación que parecen irreversibles, lo que ha resultado en diversos desafíos sociales y ambientales que son minimizados por la ideología reinante, la cual de permanecer sin ser cuestionada nos llevara a un colapso.

De acuerdo con Mészáros, para erradicar las relaciones de dominación que se han creado a partir del capital, se necesita de un cambio sistémico que solo puede ser alcanzado mediante una transición. Para obtener esa transición, se debe hacer una toma de conciencia acerca del capitalismo y sus consecuencias en la sociedad, en la naturaleza y en las relaciones entre estas; una vez que se reconozcan los daños del capital y el hecho de que las preocupaciones ambientales y sociales no son aisladas, es necesario que se plantee un nuevo control social.

El nuevo control social, hace referencia a una emancipación de la lógica del capital que haga posible el establecimiento de un orden social sustentable que permita desarrollar nuevas relaciones entre la naturaleza y la sociedad. Lo previo, sería posible mediante la reorganización de las relaciones laborales y de las concepciones de la producción; lo cual llevaría al derrocamiento de las instituciones capitalistas y con ello, a la erradicación de la lógica del capital de todos los aspectos de la sociedad.

Para llegar a una sociedad sustentable, es necesario que se establezca control sobre el orden metabólico social de producción. Es decir, que exista un control sobre lo que se produce, cómo se produce, la materia prima y las formas de intercambio; lo anterior, con el objetivo de que se lleve a cabo un metabolismo natural en donde la tierra es capaz de regenerarse y se dé la posibilidad de una vida digna para las generaciones futuras.
Un ejemplo en donde se inició el proceso a un nuevo control social es el caso de Venezuela en 2010, bajo el gobierno de Hugo Chávez. La experiencia venezolana retomó las ideas de transición de Marx y Mészáros para crear una propuesta para el socialismo del siglo XXI: el “triángulo elemental del socialismo".

El “triángulo elemental del socialismo” consiste en tres aspectos: 1) propiedad social; 2) producción social organizada por los trabajadores; y 3) satisfacción de necesidades comunes. De la misma forma, el “triángulo elemental del socialismo” esta interconectado con el “triángulo elemental de la ecología”, el cual prescribe: 1) uso social de la naturaleza; 2) regulación racional del metabolismo entre el humano y la naturaleza; y 3) satisfacción de necesidades comunes para esta generación y las generaciones futuras. Ambos, deben trabajar como uno para que sea posible la construcción de una sociedad que mejore las condiciones de la tierra. Dentro de esa lógica, se gana control social sobre el orden metabólico ya que se erradican las relaciones del capitalismo y se construyen nuevas bases para la sociedad, en un proceso en donde la lógica de la sustentabilidad se convierte en un fundamento para la sociedad.

Finalmente, el marxismo considera fundamental que la humanidad entable relaciones más ecológicas con la tierra para que sea posible la creación de un nuevo orden social que tome en cuenta las verdaderas necesidades humanas. Se trata de tener una visión dialéctica del sistema que contribuya a un proceso revolucionario que nos deslinde de la lógica del capitalismo. Para que lo anterior sea posible, es necesario el establecimiento de un nuevo control social que permita reparar los daños en el metabolismo ecológico.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El texto explica la degradación ambiental y la crisis múltiple desde la perspectiva marxista; misma que consideró los impactos ambientales y sociales del sistema desde el siglo XIX. Como parte de esta visión, se establece el hecho de que el capitalismo tiene límites que ya han sido rebasados en la búsqueda de la acumulación, límites que nos han orillado a un colapso ambiental y social. Por ello, el marxismo posiciona al socialismo como la alternativa de combate y adaptación a las consecuencias del capitalismo.

Una pequeña critica que puede ser traída a colación, es el hecho de que el texto no toma en cuenta los fracasos que se han dado en los intentos de llevar a cabo las transformaciones propuestas por Marx y Mészáros, lo que ocasiona una laguna respecto a las formas en las que se debe llevar a cabo la transición para que esta sea realmente exitosa.