El agua comienza a cotizar en el mercado de futuros de Wall Street
EFE [2020], "El agua comienza a cotizar en el mercado de futuros de Wall Street", EFE, Nueva York, 7 de diciembre, https://www.efe.com/efe/america/economia/el-agua-comienza-a-cotizar-en-m...
La nota relata que a partir del día 7 de diciembre del 2020, el agua, recurso base de la vida en la Tierra, comenzó a cotizar en el mercado de futuros de materias primas de Wall Street debido a su escasez.
Este acontecimiento significa que ahora el precio del agua fluctuará de acuerdo con un índice conocido como Nasdaq Veles California Index. Dicho índice se basa en el precio del líquido en las principales cuencas fluviales de California, donde la escasez de agua ha incrementado. Esto permitirá, según los expertos, una mejor gestión del riesgo futuro de este recurso. Se espera que el Nasdaq Veles California Index se convierta en un referente para el resto del mundo en los mercados del agua.
No obstante, estos contratos a futuro no significan la compra y entrega física de agua. Su único fin es contar con una estimación del precio y las expectativas en el mercado de este bien, ante su escasez cada vez más acentuada.
El índice Nasdaq Veles California Water Index, con el "ticker" NQH2O, se basa en un indicador de precios de los futuros del agua en California que hoy cotizaba a unos 486.53 dólares por acre-pie, una medida de volumen utilizada normalmente en Estados Unidos equivalente a 1 233 metros cúbicos.
China y Estados Unidos son los principales consumidores del mundo de agua y según Naciones Unidas 2 mil millones de personas viven en países con graves problemas de acceso al agua, mientras que en los próximos años dos tercios del planeta podrían experimentar escasez de agua y millones de personas verse desplazadas.
La apuesta por detener, reducir y revertir la degradación ambiental a través del mercado es una muestra de las adaptaciones del capitalismo ante la pérdida de sus propias condiciones de reproducción. No obstante, ante el inminente colapso civilizatorio, la economía neoclásica exhibe cada vez más su incapacidad para frenar la crisis ambiental al solo preocuparse por la pérdida de bienestar y no por la raíz del problema: la relación humano-naturaleza.