Police Drones Are Starting to Think for Themselves

Cita: 

Metz, Cade [2020], "Police Drones Are Starting to Think for Themselves", The New York Times, New York, 5 de diciembre, https://www.nytimes.com/2020/12/05/technology/police-drones.html

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Sábado, Diciembre 5, 2020
Tema: 
El uso de inteligencia artificial además de facilitar las investigaciones policiales ha generado preocupación sobre el respeto de los derechos civiles
Idea principal: 

Cade Metz es corresponsal de tecnología para The New York Times. Cubre notas sobre inteligencia artificial, automóviles sin conductor, robótica, realidad virtual y otras áreas emergentes.


En Chula Vista, una ciudad al sur de California, el uso de drones para atender emergencias policiacas es tan fácil como presionar un botón y que el vehículo no tripulado se dirija a la zona correspondiente y capte las escenas a través de su cámara.

Tal es el caso de una tarde de noviembre de 2020 cuando el Departamento de Policía de Chula Vista envió un dron al estacionamiento de un centro comercial donde un joven dormía en el asiento de un auto robado y con drogas a la vista. Mientras intentaba darse a la fuga en una persecución, el hombre de deshizo del arma que poseía, así como de la droga. Sin embargo, no contaba con que el dron que volaba sobre él captaría estas escenas que servirían como prueba para su posterior detención.

Bastó con presionar de nuevo el botón y el dron regresó a las oficinas de la policía. Es así como la policía de Chula Vista ha respondido a las llamadas de emergencia que reciben diariamente desde 2018, cuando se implementó el programa “Drone as First Responder” (Ver dato crucial 1).

Chula Vista fue la primera ciudad estadounidense en adoptar el uso de drones con inteligencia artificial como apoyo policial. En diciembre de 2020, tres ciudades más (dos en California y una en Georgia) adoptaron estas prácticas.

Por un lado, la tecnología de drones ha facilitado la vigilancia diaria, la entrega de paquetería, el registro de edificios y el reconocimiento militar, ya que resulta más viable invertir en equipo tecnológico de este tipo que hacerlo en helicópteros y pilotos. Pero, por otro lado, han surgido preocupaciones sobre el respeto a los derechos civiles, sobre todo, cuando de privacidad se trata.

Mediante el uso de drones, la policía es capaz de recopilar y almacenar información de la vida diaria en el espacio público, lo que elimina cualquier noción de privacidad que se pueda tener.

“Las comunidades deberían hacer preguntas difíciles sobre estos programas. A medida que se expande el poder y el alcance de esta tecnología, también lo hace la necesidad de protección de la privacidad” mencionó Jay Stanley de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU). Aunque el objetivo de los drones es facilitar la investigación de delitos, su uso también puede prestarse para cometer delitos o para la violación de derechos civiles.

Durante la pandemia por COVID-19, los drones han funcionado como método de vigilancia. Según Rahul Sidhu, oficial de Redondo Beach, cerca de Los Ángeles, los drones han funcionado para “limitar la exposición con otras personas”.

En un futuro, con las mejoras tecnológicas y el abaratamiento de estos vehículos no tripulados, los drones podrían sustituir en gran medida a los agentes de policía, de quienes existen quejas y solicitudes para disminuir los fondos presupuestales después de los casos de violencia que han ejercido contra la población.

En el caso de Chula Vista, los drones se han convertido en parte fundamental de la policía y se espera que pronto se pueda vigilar toda la ciudad con esta tecnología (Ver dato crucial 2).

Para que se puedan realizar los vuelos, es necesario que un piloto certificado supervise el vuelo desde el techo del Departamento de Policía y, además, que un agente de policía se encuentre en la estación de comando monitoreando al dron hasta que éste llegue a su destino. Con estas reglamentaciones de distancia e inspección se busca evitar que el vuelo de los drones afecte a los aviones comerciales u otras aeronaves. Como un primer paso para modificar estas regulaciones, el departamento de policía de Chula Vista consiguió que la Administración Federal de Aviación extendiera un permiso para que los drones puedan volar hasta tres millas a la redonda desde el punto en que fueron lanzados.

Los drones que los agentes de policía utilizan son capaces de evadir obstáculos o hacer movimientos que un dron comercial u ordinario no podría. Esta capacidad se debe a que Skydo, la empresa que los fabrica, utiliza muchas de las tecnologías incorporadas en los automóviles autónomos. Recientemente, Skydo ha desarrollado drones de consumo que están programados para seguir la trayectoria de una persona, incluso entre obstáculos. Esta empresa ya no sólo distribuye vehículos no tripulados a la policía, sino que lo hace también a otras empresas.

Por otro lado, Shield AI, una start up en San Diego ha construido un dron que es capaz de volar dentro de un edificio, inspeccionarlo y calcular sus medidas por sí sólo, en la oscuridad o durante el día. Skydo y DJI, una empresa China, están en proceso de fabricación de tecnologías similares.

Para disminuir las preocupaciones por la privacidad, el capitán Don Redmond del Departamento de Chula Vista ha expresado que, si bien es cierto que se almacenan imágenes que sirven como evidencia, éstas sólo son publicadas bajo aprobación. No obstante, el Sr. Stanley de la ACLU considera que “se usará tecnología cada vez más poderosa para apuntar a partes de la comunidad, o hacer cumplir estrictamente las leyes que no concuerdan con las normas sociales”. Además, considera que esto podría darle la libertad a la policía de actuar como ella quiera.

El analista menciona que con esta tecnología resulta muy fácil el reconocimiento facial e incluso la obstaculización de ejercer el derecho a la protesta. Sin embargo, el capitán Redmond desmiente esa posibilidad y argumenta que “sus políticas lo prohíben”. No es necesario que la policía reciba la aprobación de los funcionarios de la ciudad para usar los drones; a pesar de ello, se mantiene informada a la comunidad de los avances del programa “Drone as First Responder”.

Aún se está trabajando en dominar la tecnología y en superar los obstáculos técnicos que implica, pues se tienen que mejorar las condiciones para su óptimo manejo. Por ejemplo, en Redondo Beach y Clovis, California se utilizan drones como primeros auxilios y se está buscando un permiso que permita volar más de la distancia autorizada. O en Clovis, que, a consecuencia de las altas temperaturas en verano, los drones se sobrecalientan.

El teniente James Munro está seguro que esos obstáculos técnicos se superarán pronto: "los drones son como los iPhones. Tan pronto como obtienes uno, llega uno nuevo con nueva tecnología”, concluye.

Datos cruciales: 

1. Desde el 2018 que se implementó el programa de vigilancia con drones, el Departamento de Policía ha enviado a más de 4 100 llamadas de emergencia a sus vehículos no tripulados.

2. Los drones del Departamento de Policía de Chula Vista cubren alrededor de un tercio de la ciudad desde dos sitios de lanzamiento y responden a aproximadamente 70% de las llamadas de emergencia. Además, se ha solicitado la aprobación de la Administración Federal de Aviación de un tercer sitio de lanzamiento.

3. Los drones, las cámaras de larga distancia, los sensores y el software cuestan alrededor de 35 000 dólares. No obstante, el gasto principal lo encabeza el personal que opera el equipo tecnológico.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El estudio de la inteligencia artificial es importante ya que ésta responde a las lógicas económicas y políticas del sistema capitalista, que tiene como objetivo tener mayor vigilancia y control de la población. Al mismo tiempo, resulta preocupante que se le esté dando acceso total a estas tecnologías a los cuerpos de policía, pues legitima cualquier tipo de violencia que éstos puedan ejercer.

También es importante rescatar la idea que se platea en la nota sobre la vigilancia en el espacio público, pues cada vez son más recurrentes las prohibiciones o limitantes en el espacio público para las mujeres, personas con discapacidad, personas sin techo, adultos mayores, personas racializadas, migrantes, etc. Con el uso de estas nuevas tecnologías, los abusos de poder se pueden multiplicar.