Ian urbina funge como reportero de investigación que escribe con frecuencia para The New York Times, así como con The Atlantic y The New Yorker, del mismo modo es autor del libro The Outlaw Ocean, en el que habla de la anarquía en alta mar. Sus temas de investigación se centran en temas de derechos humanos, seguridad laboral, y medio ambiente, del mismo modo, sus trabajos le han permitido ser galardonado con diversos premios incluidos un Pulitzer.

En la actualidad, la flota pesquera china se ha posicionado como una de las más grandes a nivel mundial, lo que le ha permitido acrecentar su radio de acción y ocupar espacios en el tablero geopolítico.

Las flotas chinas se extienden a lo largo de los mares del mundo, “en agosto del 2020, más de 340 buques pesqueros chinos fueron detectados en las inmediaciones de la reserva marina de las Islas Galápagos, frente a las costas de Ecuador”, sitio reconocido por su diversidad de fauna, misma que es considerada patrimonio mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura”. La mayoría de los 340 buques encontrados en dicha zona habían sido rentados por “armadores vinculados a actividades de pesca ilegal”, de acuerdo con estudios del Center for Advanced Defense Studies.

Las acciones de venta ilegal ya se habían identificado en tal zona, tan solo en el verano del 2017, se había encontrado una flotilla china; un barco de la misma fue capturado y se encontró en su interior cerca de 300 toneladas de pesca ilegal a bordo, con especies como el tiburón martillo, una especie en peligro de extinción.

Esta pesca furtiva solo ha crecido con el paso del tiempo, ejemplo de ello es el descubrimiento reciente de más de 800 traineras de origen chino en territorio marino norcoreano, cuyas acciones se relacionaban con pesca ilegal, situación que explicaba la desaparición de aproximadamente 70% de los calamares que vivían en las zonas.

Sin duda, la presencia de las enormes flotas chinas en tales aguas norcoreanas ocasionó la desaparición de un gran número de fauna, así como la expulsión de pequeños barcos provenientes de Corea del Norte. La flota de barcos chinos fue detectada gracias a una avanzada tecnología satelital que forma parte del sitio Global Fishing Watch.

Por su parte, las autoridades chinas manifestaron que han cumplido con todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, en las que se especifican que está prohibida la pesca en aguas norcoreanas. Del mismo modo, la actitud de los barcos pesqueros chinos es agresiva con el resto de las embarcaciones, aun cuando en muchas ocasiones su presencia y acciones son ilegales.