How Russia Wins the Climate Crisis

Cita: 

Lustgarten, Abraham [2020], "How Russia Wins the Climate Crisis", The New York Times, New York, 16 de diciembre, https://www.nytimes.com/interactive/2020/12/16/magazine/russia-climate-m...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Miércoles, Diciembre 16, 2020
Tema: 
El papel de la agricultura y la migración en la crisis climática, así como la adaptación de Rusia frente a esta
Idea principal: 

Abrahan Lustgarten es un periodista ambiental experimentado que labora en la agencia de noticias independiente ProPublica. Su tema de interés se encuentra la intersección entre empresas, el ambiente y energía.
Sergey Ponomarev es un fotógrafo independiente ruso que radica en Moscú. Ha trabajado enfocado a la crisis migrante en Europa y en las guerras y conflictos en Medio Oriente.


El cambio climático lleva consigo una serie de fenómenos que están ocasionando grandes transformaciones a nivel mundial, entre estas se encuentran cambios en la agricultura y en la migración, los cuales se han convertido en aspectos fundamentales para la futura construcción de un nuevo orden mundial en el que Rusia se posiciona como una de las naciones más beneficiadas.

Rusia es el país que podría obtener más ganancias gracias al cambio climático; esto se debe a que es la nación más grande del mundo, lo que la hace rica en recursos y tierra. Así, como consecuencia del calentamiento global, vastas regiones del Este ruso que impedían el cultivo de la tierra debido a las bajas temperaturas han comenzado a ser transformadas en zonas de cultivo de soya, maíz y trigo, en un proceso que, de la mano con los movimientos migratorios más grandes de la historia, podría convertir a Rusia en líder en la producción de comida del mundo.

El cambio climático puede alterar la economía global. De acuerdo con la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, existe un clima óptimo para la productividad humana, mismo que oscila en una temperatura media anual de entre 13° y 15° C. Por ello, de subir la temperatura la productividad caerá en los países más propensos a sufrir los efectos del calentamiento global, es decir, los países debajo del paralelo 50 Norte. Por el contrario, las naciones que se encuentran más cerca del Ártico verán un aumento en su productividad, como será el caso de Canadá, Escandinavia, Islandia y Rusia, que verán un incremento de cinco veces en su PIB per cápita.

Lo anterior, es una de las causas del actual fenómeno de la migración climática, en la cual se prevé que para 2070 más de 3 mil millones de personas vivan fuera del clima óptimo para la vida humana, lo que provocará que millones de migrantes se movilicen más allá del norte de Estados Unidos y de Europa. Este suceso podría presentar una oportunidad excepcional para los países en el extremo norte del planeta, ya que de tomar medidas para acomodar a los migrantes en sus fronteras podrían hacer uso de su trabajo para potenciar la agricultura y otras industrias, por medio de lo que la ONU denominó migración de reemplazo o replacement migration; como es el caso de Canadá y naciones del norte de Europa, en donde la disminución de la población ha ocasionado un aumento y dependencia en el trabajo migrante en tiempos de cosechas.

La agricultura, la migración y el cambio climático se han convertido en escenarios de la actual disputa hegemónica global. La razón de esto reside en que la seguridad nacional se encuentra inextricablemente vinculada con la inmigración, políticas fronterizas y seguridad alimentaria; a causa de ello, alcanzar la autosuficiencia se ha convertido en una nueva meta en el combate por la dominación. De esa forma, gracias al ascenso de las temperaturas, la comida y el capital humano se han convertido en armas de la lucha por el poder, ya que mientras la comida y otros recursos se vuelvan cada vez más escasos a nivel global los países que tengan más capacidad para producirlos los utilizarán en su beneficio.

Rusia ha declarado su intención de potenciar su crecimiento e influencia a costa del cambio climático. En enero de 2020 la Federación Rusa puso en marcha un plan de acción nacional respecto a este fenómeno, en el cual declara que el país usará las ventajas del calentamiento global para aumentar sus embarcaciones en el Ártico, así como para utilizar sus desoladas tierras al oriente del país. En tal sentido, el aumento de la temperatura ha sido ideal para los planes que Rusia tiene sobre Siberia.

De acuerdo con la ecologista rusa Nadezhda Tchebakova, Siberia, uno de los lugares más fríos y hostiles del planeta, se está convirtiendo rápidamente en una zona habitable. La causa de lo mencionado reside en el hecho de que el permafrost –la capa de suelo permanentemente congelado- se está reduciendo, lo que posibilita el uso de la tierra para la agricultura y por ende, ha cambiado el clima de la región de “absoluto extremo” e inhospitable a “bastante favorable” para la vida. Tchebakova, menciona que no toda la tierra descongelada del Este ruso servirá para los cultivos ya que muchas zonas no son arables, necesitarán grandes cantidades de fertilizantes o requerirán de un proceso de adaptación en tierras que son inestables; a pesar de ello, actualmente en el sur de Siberia la siembra de trigo de invierno y semilla de colza han duplicado su producción.

Para mediados de siglo, Rusia espera tener el dominio agrícola mundial, lo que le brindaría uno de los recursos más importantes en la nueva era climática: alimento y por ende, la posibilidad de realizar exportaciones agrícolas. La importancia de la agricultura fue comprendida por Rusia desde inicios del siglo XXI ya que ha demostrado una consistente preocupación por abastecer a su población. Actualmente Rusia es el más grande exportador de trigo en el mundo, esto como resultado de la decisión del Kremlin de dar a los productores nacionales la oportunidad de llenar el suministro de alimentos tras la imposición de sanciones a Rusia por parte de la Unión Europea y Estados Unidos en 2014.

Un ejemplo de la influencia rusa en el ámbito agrícola se dio en 2010, en donde Vladimir Putin prohibió la exportación de trigo debido a incendios que acabaron con las cosechas de granos. Como consecuencia, la pobreza en Pakistán e Indonesia incrementó; además, la escasez de trigo en Siria, Marruecos y Egipto agravaron los levantamientos en la Primavera Árabe, lo que eventualmente llevo a millones de migrantes a Europa y con ello, ocasionó un efecto desestabilizador que benefició los intereses rusos.

En comparación con la visión rusa, desde 2010 los oficiales gubernamentales estadounidenses han cambiado la forma en que conciben las amenazas a su seguridad nacional por parte del cambio climático, concediéndole el término de “multiplicador de amenazas” y reconociendo que se trata de un fenómeno que podría tener grandes impactos geopolíticos al contribuir a la pobreza, la hambruna, las inundaciones y la difusión de enfermedades. A pesar de lo anterior, en Estados Unidos no se han desarrollado estrategias claras para combatir los impactos del calentamiento global; como resultado, los expertos han llegado a dos conclusiones: 1) en algunas partes del mundo los efectos del cambio climático favorecerán en su influencia y prosperidad; 2) Estados Unidos no será una de las naciones beneficiadas.

Aunado a este tema, el cambio climático ha impuesto a Estados Unidos grandes desafíos estratégicos que no se limitan al acceso de alimento. El primero de los problemas es el aumento del nivel del mar, en donde se prevé que para 2050 este fenómeno podría desplazar a 14 millones de estadounidenses, amenaza que será potencializada por el riesgo que corren las instalaciones militares estadounidenses las cuales deberán ser fortificadas o trasladadas a otros puntos geográficos con menos riesgo.

El segundo problema estadounidense se dará en el ámbito agrícola, ya que la elevación de las temperaturas podría minar el poder norteamericano en este ámbito. Actualmente, la industria agrícola norteamericana es significativa a tal grado que sirve como instrumento de política exterior; no obstante, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Columbia, esta industria se encuentra en peligro ya que se proyecta que en el curso de 80 años, el PIB per cápita estadounidense se reduzca 36% comparado con el PIB de Rusia, el cual crecerá 4 veces.

Como se ha planteado, Rusia ha anticipado la forma de explotar los efectos del calentamiento global en su territorio para su beneficio. Muestra de ello se dio en 2013, con la declaración de Vladimir Putin en donde expresó que la prioridad nacional rusa para el siglo XXI sería potencializar el Este ruso. A razón de lo anterior, Rusia inició un programa de reasentamiento en donde invita a su población a reubicarse en Siberia y en el Lejano Oriente ruso a cambio de facilidades como comprar propiedades a intereses de 2% y solicitar parcelas de tierras de cultivo gratis.

Los esfuerzos para incentivar la migración interna en Rusia no han tenido mucho impacto, debido a que las personas que han decidido reasentarse en el Este ruso han enfrentado diversas dificultades relacionadas con el acceso al agua y alimentos. De la misma forma, la carencia de infraestructura para conectar los asentamientos en la parte asiática del país se ha convertido en un elemento de disuasión.

A pesar de la falta de éxito en el programa para la migración interna, la posibilidad de poblar el Este ruso y explotar su tierra ha incrementado debido a que la región se ha vuelto cada vez más dependiente de la migración de reemplazo. Esto significa que, aunque se reduzca la población rusa en las regiones orientales del país, la migración extranjera en la zona seguirá aumentando por lo que Rusia tendrá el capital humano necesario para saciar las necesidades de producción como el país líder en agricultura.

Los flujos migratorios a Rusia que harán –y hacen- posible la migración de reemplazo, serán resultado de su posición geográfica. La Federación Rusa se encuentra al norte del continente más poblado del mundo: Asia; como resultado de lo anterior, olas migratorias provenientes de Asia Central, China, el Sudeste Asiático, India, Turquía, Afganistán, entre otros, se moverán al norte como consecuencia de la alza en las temperaturas y de la elevación del nivel del mar, en lo que serán olas migratorias en busca de espacio y recursos.

De acuerdo con Sergei Karaganov, fundador del Russia’s Council on Foreign and Defense Policy, China se está posicionando como el principal país expulsor de migrantes a Rusia con el asentamiento de millones de chinos en Siberia y el oriente ruso. Como resultado de lo anterior, compañías chinas han comenzado a invertir miles de millones de dólares en arrendamiento de tierras y granjas en la zona de Vladivostok, desde donde se exportan miles de toneladas de soya, maíz y trigo a China, posicionando al el gigante asiático como un actor clave para el desarrollo de la región.

El papel de China en los planes de crecimiento del Este ruso ha provocado que los gobiernos de Vladimir Putin y Xi Jinping se acerquen. El inicio del acercamiento entre estos países se dio en 2015, cuando Xi Jinping autorizó un fondo agrícola de 2 mil millones de dólares para una asociación comercial con el Este ruso; a partir de dicho fondo, China ha brindado a Rusia préstamos de apoyo para el cultivo y para la construcción de infraestructura, lo que ha ocasionado que el sudeste ruso se abra al mercado chino.

Gracias a la cooperación que inició en 2015, Rusia y China han obtenido beneficios mutuos. Por un lado, con apoyo de tecnología china, Rusia ha obtenido un crecimiento a largo plazo y el establecimiento de una industria duradera en una región que ha comenzado a presentar niveles de desarrollo históricos para Rusia; aunado a esto, ha obtenido el apoyo de China frente a la comunidad internacional. Por su parte, China se ha apropiado de grandes cantidades de las ganancias y los productos que han resultado de los negocios con el oriente ruso.

Desde inicios de la administración de Donald Trump, Estados Unidos cometió errores estratégicos que han brindado a Rusia la oportunidad de potencializar su agenda en la aparte asiática de su territorio, además de estrechar sus lazos con China, posicionando al gigante euroasiático y asiático como amenazas para el poder estadounidense. Una equivocación por parte de Estados Unidos fue la imposición de aranceles a China en la guerra comercial, quien en represalia impuso tarifas a la soya estadounidense lo que ocasionó que los compradores del grano buscaran nuevos mercados debido a los altos precios. Gracias al error del gigante norteamericano, Rusia y China han a crear fuertes lazos en su búsqueda por suplantar a la hegemonía Occidental.

Finalmente, es necesario cuestionar la durabilidad de la alianza sino-rusa. Esto se debe a que la migración asiática hacia territorio ruso ha presentado diversos problemas; entre ellos, el recelo ruso hacia las intenciones chinas, producto de las asimetrías en la relación entre los dos países y, de conflictos fronterizos históricos que han propiciado la xenofobia rusa ante los migrantes asiáticos. Lo previo, se ha convertido en un problema que debe ser atendido en un mundo en donde el cambio climático ha hecho inevitables las olas de migrantes a Rusia, por lo que nación más grande del mundo debe comenzar a desarrollar estrategias para la admisión de migrantes que eventualmente pueda utilizar para su beneficio.

Datos cruciales: 

1. Se proyecta que para el año 2100, el ingreso nacional per cápita en Estados Unidos podría ser de un tercio menos de lo que sería en un mundo sin calentamiento global. En el caso de India, se proyecta que sea 92% menos y en caso de China, se prevé que su crecimiento se reduzca a la mitad.

2. Se prevé que para el año 2100, debido al cambio climático, la población canadiense sea dos veces y media más rica en términos de PIB per cápita.

3. Actualmente, Noruega y Suecia dependen de entre 15 mil y 30 mil migrantes en temporada de cosechas.

4. Las exportaciones agrícolas rusas se han multiplicado desde el año 2000.

5. De acuerdo con Nadezhda Tchebakova, si los seres humanos seguimos emitiendo altos índices de dióxido de carbono, para 2080 más de 3 millones de kilómetros cuadrados de Siberia se podrían volver tierra apta para la agricultura.

6. Desde 2015, las exportaciones rusas de trigo ascendieron 100% hasta alcanzar cantidades de 44 millones de toneladas, rebasando las exportaciones estadounidenses y europeas.

7. Del año 2000 a 2018 las exportaciones agrícolas rusas han ascendido 16 veces hasta alcanzar cantidades de aproximadamente 30 mil millones de dólares, únicamente dependiendo en los cultivos del sur y oeste de Rusia.

8. Desde 2010, el Departamento de Defensa de Estados Unidos ha incluido al cambio climático en el Quadrennial Defense Review.

9. En comparación con Estados Unidos, las amenazas del aumento del nivel del mar en Rusia se limitan a 2 millones de habitantes en riesgo de inundación. Asimismo, la infraestructura militar rusa se encuentra fuera de zonas en peligro o totalmente adaptada para este fenómeno, como es el caso de la flota rusa de rompehielos.

10. En 2018, un análisis del Departamento de Defensa de Estados Unidos mostró que 1 700 instalaciones militares tendrán que ser reubicadas por el riesgo de inundaciones.

11. La flota estadounidense de rompehielos consiste de solo 2 naves; por su parte, Rusia cuenta con una flota de 34 rompehielos y China con una de 4 naves.

12. Actualmente, Estados Unidos produce un tercio de la soya a nivel mundial, 40% del maíz y 13% del trigo, en intercambios comerciales con 174 países.

13. Se prevé que para el año 2040, el rendimiento de los cultivos en Texas y Nebraska se reduzca un 90%. Lo anterior, provocará que las zonas de cultivo en Estados Unidos se mueva a Dakota del Norte, Dakota del Sur y la frontera con Canadá.

14. Bajo el programa de reasentamiento en el Este de Rusia, el Kremlin ha distribuido más de 60 mil hectáreas a 86 mil personas, de las cuales solo 14% son reubicadas.

15. Desde 1991, la población del Este ruso ha disminuido 25%.

16. De acuerdo con artículos rusos, más de 1.5 millones de migrantes chinos viven en la frontera sudeste rusa.

17. De acuerdo con la Russian Far East Invesment and Export Agency, en 2018 se exportaron más de 900 mil toneladas de soya. Se espera que pronto la región tenga la capacidad de producir hasta 2 millones de toneladas de soya.

18. Las inversiones chinas han propiciado el desarrollo del 14% de la agricultura en el Este ruso.

19. En 2019, los inversionistas chinos usaron subsidios rusos para el desarrollo de aproximadamente 50 mil hectáreas de soya y otros cultivos, cerca de Vladivostok. Asimismo, construyeron una planta de procesamiento de soya que tiene la capacidad de procesar 240 mil toneladas al año.

20. Desde 2015, China ha invertido grandes cantidades monetarias en Rusia. En 2017 se reportó una inversión de 14 mil millones de dólares en los sectores rusos que se encargan de la extracción de recursos naturales; asimismo, se dio una inversión de 10 mil millones de dólares para el desarrollo de infraestructura transfronteriza.

21. De acuerdo con el Congressional Research Service de Estados Unidos, en 2017 y 2018 las importaciones chinas de alimento y productos agrícolas rusos se incrementó 61%.

22. China se ha convertido en el mayor socio comercial de Rusia en el sector petrolero, armamentístico, entre otros.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El texto, muestra la forma en que Rusia ha logrado adaptarse al cambio climático en un proceso en el que ha convertido las amenazas del calentamiento global en una herramienta para su búsqueda de hegemonía. El caso ruso demuestra como en una situación de crisis los intereses estatales permanecen enfocados en los intereses nacionales, dejando de lado los efectos que estos fenómenos puedan tener sobre la sociedad, convirtiéndola en daños colaterales e incluso, en armas dentro de la competencia mundial. Asimismo, el aumento de la importancia de la agricultura y la migración en medio de una crisis civilizatoria, es prueba de la forma en que la disputa hegemónica tiende a transformarse a partir de las necesidades del capital y de los actores que son parte de la contienda