Introducción. Los comunes desde las ecología(s) política(s) delSur/Abya-Yala. Visibilizando alternativas al desarrollo extractivista en la región

Cita: 

Roca-Servat, Denisse [2020], "Introducción. Los comunes desde las ecología(s) política(s) delSur/Abya-Yala. Visibilizando alternativas al desarrollo extractivista en la región", Denisse Roca-Servat y Jenny Perdomo-Sánchez (compiladoras), La lucha por los comunes y las alternativas al desarrollo frente al extractivismo: miradas desde las ecología(s) política(s) latinoamericanas, Buenos Aires, CLACSO.

Fuente: 
Libro electrónico
Fecha de publicación: 
2020
Tema: 
Alternativas desde el Sur frente al sistema capitalista
Idea principal: 

Denisse Roca-Servat es una antropóloga que funge como profesora en la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Pontificia Bolivariana sede Medellín. Cuenta con un doctorado en la Arizona State University. Sus líneas de investigación son: procesos y movimientos sociales, ecología política, alternativas al extractivismo y justicia ambiental.


"Introducción. Los comunes desde las ecología(s) política(s) del Sur/Abya-Yala. Visibilizando alternativas al desarrollo extractivista en la región" es uno de los textos que surgieron como resultado del III Seminario Latinoamericano de Alternativas al Desarrollo (SLAD): Ecología Política y Bienes Comunes 2018, un espacio de investigación y trabajo para el fortalecimiento de redes en el ámbito latinoamericano.

Gracias a la participación de diversos grupos, instituciones, investigadores, movimientos sociales, estudiantes, activistas, entre otros; el III SLAD: Ecología Política y Bienes Comunes, fue un evento de intercambio de conocimientos en el que los participantes analizaron la crisis civilizatoria desde distintas perspectivas, hecho que permitió la exposición de modelos alternativos al sistema capitalista desde diferentes geografías de América Latina.

A pesar de la diversidad de visiones que se compartieron en el SLAD 2018, existen dos elementos que fueron recurrentes en las propuestas alternativas al modelo de desarrollo extractivista y neoliberal imperante en Latinoamérica: el pensamiento decolonial y la idea de “los comunes”. En el primer caso, los estudios latinoamericanos muestran interés por el pensamiento decolonial ya que brinda las bases para comprender las relaciones de explotación y apropiación de las formas de vida en la región, al mismo tiempo que juega un papel importante para visibilizar las luchas y formas alternativas de vivir, todo a través del pensamiento crítico y de la interdisciplinariedad.

Por su parte, la noción de “los comunes” se presenta como una propuesta de las ecologías políticas desde el sur/ Abya-Yala que busca la trascendencia del concepto moderno colonial “recursos naturales”. Lo anterior, tiene el objetivo de erradicar la idea de que la naturaleza es un objeto que puede ser privatizado y explotado, por lo que el término “bienes comunes” o “comunes” implica que la naturaleza mantiene relaciones cercanas con el ser humano que influyen en su organización social y política.

A partir de lo anterior, en la búsqueda de descolonizar las relaciones entre el ser humano y “los comunes”, las ecologías políticas del sur desarrollaron cinco maneras distintas de entender los comunes: como “bien común”; como “bienes de uso compartido”; como “común” o “comunes”; como “entramados comunitarios”, “comunalidad”, “comunalidades anarquistas”; y, como “no-comunes”.

La noción de “bien común” es una perspectiva que alude a la relación entre los comunes y el estado-nación moderno. En ella, el bien común es aquella propiedad común en donde una colectividad humana es tutelar de ese “bien” o “propiedad”; por ello, este punto de vista cuenta con una tipología: 1) bienes comunes, que alude a la propiedad común; 2) bienes privados, que se refiere a la propiedad individual o de personas jurídicas privadas; y, 3) bienes públicos, que pertenecen a organizaciones públicas. Desde esta visión, los bienes comunes se deben entender a partir de su valor de uso y no por su valor de cambio; es decir, desde su utilidad y no desde su cantidad, por lo que este planteamiento, basado en una revisión del Estado, podría producir diversos enfoques entre los que se encuentran el derecho civil de los bienes comunes, una humanización de la economía y la búsqueda de un Bien Común de la Humanidad.

Por su parte, desde el neoinstitucionalismo se desarrolla la perspectiva de los “bienes de uso compartido o común”, que hacen referencia a los comunes gobernados por grupos humanos a partir de estrategias coordinadas que permitan obtener beneficios comunes y evitar daños. Este enfoque considera que los bienes de uso compartido deben ser velados por las instituciones, quienes pueden tener un mejor manejo de los comunes gracias a las acciones colectivas y a su comprensión de los contextos, los cuales son determinantes en el comportamiento individual y sus impactos en los resultados colectivos. Es necesario mencionar, que el punto de vista de los bienes comunes reconoce el hecho de que los acuerdos institucionales alternativos son falibles, por lo que sus estipulaciones pueden ser ignoradas o violadas.

El tercer entendimiento de los recursos los considera como “común o comunes” y se basa en una crítica al sistema capitalista que busca la emancipación de la lógica del capital y con ello, una reorganización de la vida. La visión de lo común tiene su fundamento en un movimiento social que se opone al cercamiento, a la expropiación y a la mercantilización de la vida; el objetivo, es la construcción de relaciones sociales que permitan un nuevo tipo de comportamiento que respete las leyes y la naturaleza, que recomponga el metabolismo de la naturaleza y que recupere los valores éticos, de justicia, de dignidad y de libertad.

Por su parte, a partir del pensamiento crítico latinoamericano se desarrollaron las perspectivas de “entramados comunitarios”, “comunalidad” y “comunidades anarquistas”, las cuales se basan en la crítica al capitalismo y en el reconocimiento de los conocimientos, saberes, prácticas y formas de vida de la diversidad que habita América Latina. En primer lugar, los “entramados comunitarios” surgen de las protestas latinoamericanas por lo que se conforman por movimientos sociales, comunidades y colectivos; esta noción hace referencia a la lucha cotidiana y extraordinaria, de los diversos grupos, para garantizar las condiciones materiales y simbólicas para su vida.

En segunda instancia, la “comunalidad” es una perspectiva inspirada en diversas comunidades de Mesoamérica, principalmente en Oaxaca. La idea de comunalidad, se basa en formas de vida que han persistido históricamente gracias a su dinamismo, lo que les permite reproducirse y transformarse constantemente. De acuerdo con las ecologías políticas del sur, la comunalidad implica una visión del mundo que permita reconocer, vigorizar y aprender de lo comunal al mismo tiempo que se construye desde el territorio, la asamblea, el trabajo, las tradiciones.

La noción de las “comunalidades anarquistas” alude a las prácticas de autopoiesis; es decir, la cualidad de seres vivos de reproducirse y mantenerse por sí mismos. Basado en las relaciones entre los cholos urbanos en Bolivia, las comunalidades anarquistas hacen referencia a un radical respeto y defensa por la libertad y autonomía de la persona al mismo tiempo que coexiste en una comunidad; dentro de esta noción, la comunidad puede sustentarse por medio de la autogestión y de la ética.

Por último, desde una visión ontológica se encuentra el término de los “no-comunes”. Los no-comunes, tiene su base en el extractivismo en América Latina y en la manera en que los gobiernos neo-extractivistas realizan proyectos de esta naturaleza bajo el argumento del “bien común” nacional. Los no-comunes alude a las diversas percepciones que grupos indígenas y campesinos, de ambientalistas, etc., tienen sobre los recursos, evidenciando que existen similitudes y divergencias entre las distintas construcciones de lo común. A pesar de lo anterior, lo que es común a todas las concepciones, es el hecho de que la naturaleza está siendo destruida y apropiada por los gobiernos latinoamericanos.

Las diversas formas de concebir los comunes, sirven para exponer contrastes entre las alternativas que se están desarrollando para enfrentarse a la crisis civilizatoria en que vivimos; una crisis social, económica y ecológica, que se ha intensificado a causa de la pandemia de COVID-19. No obstante, a pesar de las diferencias entre las nociones presentadas en el III SLAD, el trabajo resultante del seminario es importante para establecer vínculos entre todas las alternativas al modelo de desarrollo neoliberal, mismas que mediante el dialogo, los saberes, la justicia ambiental, pueden ser un intento de generar conciencia del hecho de que tenemos relaciones interdependientes con la Tierra, relaciones en las que se debe tomar en cuenta que “la Tierra seguirá evolucionando con o sin nosotros”(Vandana Shiva, 2020).

Nexo con el tema que estudiamos: 

El texto es interesante ya que presenta alternativas desde Latinoamérica para combatir la crisis civilizatoria que ha resultado del sistema capitalista. La base de estas alternativas, se encuentra en el reemplazo del término “recursos naturales”, por lo que plantea la necesidad de cuestionar y de criticar al sistema desde los conceptos que lo conforman. Asimismo, se busca visualizar las percepciones de la relación humano-naturaleza de las minorías latinoamericanas, mismas han logrado sobrevivir y resistir al sistema, lo que es una muestra de que es posible la vida fuera de la lógica del capital a través de una transformación política, económica y social, que nos permita generar conciencia de los vínculos que el ser humano tiene con la naturaleza y, del hecho de que la destrucción medioambiental del neoliberalismo nos está llevando a la autodestrucción.