El plan climático de Biden es un ambicioso intento por cambiar el papel de EE. UU. en el mundo

Cita: 

Sengupta, Somini [2021], "El plan climático de Biden es un ambicioso intento por cambiar el papel de EE. UU. en el mundo", The New York Times, New York, 1 de febrero, https://www.nytimes.com/es/2021/02/01/espanol/biden-kerry-cambio-climati...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Lunes, Febrero 1, 2021
Tema: 
La administración Biden y su enfoque en el cambio climatico
Idea principal: 

Somini Sengupta es una reportera especializada en el clima internacional; actualmente es colaboradora del The New York Times. En sus artículos relata los efectos del cambio climático en diversas comunidades y paisajes alrededor del mundo. Ha sido galardonada con el premio George Polk y fungió como corresponsal del Times en las Naciones Unidas, posición desde la que informó acerca de los retos mundiales, desde la guerra hasta los derechos de la mujer.


A finales del mes de enero del 2021, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden afirmó que el cambio climático debe ser considerado como un elemento fundamental del desarrollo de la política exterior y la seguridad nacional de Estados Unidos, postura que se fortaleció con la reintegración de Estados Unidos al Acuerdo de París.

Las intenciones de Biden por darle un mayor peso al cambio climático dentro de su política exterior requerirán una reevaluación de númerosos elementos que conforman a la política estadounidense, incluida su postura militar en el Ártico hasta la asistencia a países frágiles para afrontar las consecuencias del cambio climático.

Algunas de las acciones por parte de Biden para frenar el cambio climático ya se han puesto en marcha; ejemplo de ello es la instrucción emanada del actual presidente de Estados Unidos a las “agencias de inteligencia de la nación a que evalúen los riesgos que plantea el calentamiento global en todo el mundo, asimismo instruyó a todas las agencias gubernamentales a que averigüen cómo es que las consideraciones climáticas pueden incluirse en sus prioridades internacionales”.

Las acciones de Biden hasta el momento muestran que muchas de las decisiones durante su mandato estarán influenciadas por los efectos que éstas tengan en el cambio climático y en cómo generar soluciones para diversos problemas ambientales.

Del mismo modo, John Kerry, “un experimentado político y diplomático, es el nuevo enviado de Estados Unidos para el cambio climático y miembro del Consejo de Seguridad Nacional de Biden”, lo que significa que Kerry es la figura encargada de conducir a Estados Unidos a políticas menos invasivas con el medio ambiente.

La reinserción de Estados Unidos al Acuerdo de Paris significa que este país, el mayor emisor de gases de efecto invernadero a nivel mundial, debe establecer objetivos concretos para reducir sus emisiones en un lapso de 9 años, es decir de aquí a 2030, lo que implica el desarrollo inminente de políticas internas para lograr dicho objetivo. Asimismo, Kerry debe planear metas y estrategias realistas antes del 22 de abril del 2021, fecha en la que se celebra el Día de la Tierra.

Respecto a las relaciones de Estados Unidos con China, es inminente que ambos países llegan a acuerdos de cooperación, a pesar de su tensa relación, ya que son los dos países con mayores emisiones de gases de efecto invernadero y las mayores economías del mundo. De no generarse acuerdos entre ambas naciones es poco probable que el mundo pueda frenar el calentamiento global.

Los esfuerzos de China por detener el cambio climático también se han hecho presentes; su presidente Xi Jinping afirmó en septiembre del 2020 que planea que Beijing alcance la neutralidad de emisiones de carbono para 2060, meta a la que planea llegar a través de la compra de créditos para proyectos verdes como los programas de reforestación.

Por su parte, Kerry asegura que planea utilizar sus acciones en contra del cambio climático para impulsar a los demás países a hacer lo mismo. Del mismo modo, “podría utilizar un acuerdo de comercio bilateral entre Estados Unidos y México para convencer a este país de que se abra a la inversión estadounidense en proyectos de energía limpia y fomentar la inversión privada estadounidense para animar a India a abandonar el carbón y acelerar las energías renovables”.

Aunado a lo anterior, Estados Unidos podría ayudar a los países a adoptar una economía verde a través dela asistencia para el desarrollo, todo ello con la finalidad de que los países vulnerables se adapten al cambio climático.

A pesar de las grandes ambiciones de Estados Unidos por detener su impacto ambiental aún hay un gran problema que se vincula con las relaciones de Estados Unidos con Arabia Saudita y los cambios de la geopolítica de la energía. Estados Unidos ha seguido un proceso de independencia del petróleo del Medio Oriente gracias al auge del esquisto en suelo estadounidense, por lo que las relaciones entre ambos países serán redefinidas.

Datos cruciales: 

1.-El Acuerdo de París es un pacto mundial adoptado por casi 200 países para frenar el cambio climático.

2.- Greenpeace ha abogado por una reducción de 70% de las emisiones respecto a los niveles de 2005, mientras que el Instituto de Recursos Mundiales y otros defensores de Estados Unidos han presionado para que sea de alrededor de 50%.

3.- La Casa Blanca ha dado pocos detalles sobre cómo utilizar el dinero estadounidense para promover los objetivos climáticos en el extranjero. Kerry solo ha dicho que Estados Unidos, tras haber renunciado a una promesa de 2 000 millones de dólares para el Fondo Verde para el Clima, respaldado por Naciones Unidas, “cumplirá” su compromiso financiero de ayudar a los países vulnerables a hacer frente a los riesgos climáticos.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Los propósitos de Estados Unidos por generar proyectos que disminuyan el cambio climático, incluida la idea de otorgar asistencia a los países vulnerables que se verán afectados por este proceso es un ejemplo claro de la modificación de las dinámicas como consecuencia directa del calentamiento global, el que se ha visto acelerado por la explotación desmedida de los recursos y el sistema capitalista en donde la obtención de recursos monetarios tiene mucho más valor que el de los recursos naturales así como muchos recursos culturales que seguramente se verán mermados por las consecuencias de la contaminación ambiental y sus efectos.