Maryland Approves Country's First Tax on Big Tech's Ad Revenue

Cita: 

McCabe, David [2021], "Maryland Approves Country's First Tax on Big Tech's Ad Revenue", The New York Times, New York, 12 de febrero, https://www.nytimes.com/2021/02/12/technology/maryland-digital-ads-tax.html

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Febrero 12, 2021
Tema: 
Primer impuesto a las Big Tech como forma de combatir el poder económico que han adquirido durante la pandemia de COVID-19
Idea principal: 

David McCabe cubre temas de política tecnológica para la agencia en Washington de The Times. Su trabajo se centra en reportar cómo los reguladores han tratado de ejercer más control en las grandes compañías de tecnología y, en como la industria ejerce presión en los legisladores.


A partir de la pandemia de COVID-19, las grandes empresas tecnológicas vieron un ascenso exorbitante en sus ganancias; por el contrario, los presupuestos estatales en Estados Unidos comenzaron a presentar brechas. A razón de lo anterior, el viernes 12 de febrero de 2021, el Senado del Estado de Maryland tomó la decisión de imponer el primer impuesto a los ingresos de anuncios digitales vendidos por compañías como Facebook, Google y Amazon, el primero en su tipo en Estados Unidos. Se trata de un impuesto que se prevé genere 250 millones de dólares –en el primer año- que serán destinados a las escuelas de Maryland.

La aprobación del impuesto ha incentivado a otros estados a implementar medidas similares, como es el caso de Connecticut e Indiana que han presentado proyectos de ley para cobrar impuestos a las Big Tech. Esto significa que es probable que en Estados Unidos se inicie una batalla legal, entre las grandes compañías y los estados, relacionada con los alcances del Estado sobre las Big Tech y con el debate acerca del poder económico de estas compañías, las cuales se han convertido en actores clave de la comunicación y la cultura y, han comenzado a recolectar información de millones de usuarios.

Además de sumarse a las acciones gubernamentales en contra de las Big Tech, encabezadas por las investigaciones antimonopolio en contra de Google y Facebook, el impuesto de Maryland refleja dos tendencias económicas que se han dado durante la pandemia: 1) las grandes compañías tecnologías han tenido un desempeño y ganancias históricas gracias al régimen de distanciamiento social; al mismo tiempo que, 2) las ciudades y estados han visto un desplome en sus ingresos fiscales, lo que ha provocado una disminución de los servicios sociales.

Por su parte, las Big Tech -principalmente Google y Facebook- se han unido a lobbies de Silicon Valley, compañías de telecomunicaciones, medios de comunicación locales y Republicanos de Maryland, para oponerse a la ley. El argumento de la oposición, consiste en el hecho de que este grupo afirma que los pequeños negocios que compran anuncios serán los más afectados por el costo del impuesto, mismo que después se verá reflejado en los precios que los clientes deberán pagar. En respuesta a esto, los impulsores de la ley han especificado que el impuesto de Maryland se basará en las ventas de anuncios digitales que las empresas generen.

El presidente del Senado del Estado de Maryland, Bill Ferguson, fue el principal impulsor del proyecto de ley. De acuerdo con Ferguson, el impuesto de Maryland se basa en una propuesta del economista Paul Romer, en donde se espera que los impuestos dirigidos a los anuncios puedan servir como incentivo para que las grandes compañías cambien su modelo de negocios.

También, es importante mencionar el hecho de que el impuesto de Maryland fue aprobado por la legislatura del estado –controlada por demócratas- en marzo de 2020. No obstante, el proyecto fue vetado en mayo por el gobernador republicano Lawrence Hogan, quién a lo largo de 2020 fue apoyado por la organización Marylanders for Tax Fairness -respaldada por lobbies de Silicon Valley- para impedir que la legislatura anulara el veto.

El impuesto de Maryland se aplicará únicamente a los ingresos que las empresas obtengan de la publicidad digital, haciendo de éste el primero en su tipo. Por ello, se espera que se apruebe un segundo proyecto de ley en donde se especifique que el impuesto no será aplicado a medios de comunicación y, que no se puede cobrar directamente a las empresas que compran anuncios, es decir, que no se pueden subir los precios de manera exorbitante.

La aplicación de impuestos digitales a las Big Tech tiene antecedentes en Europa; como consecuencia, la administración de Donald Trump amenazó con la imposición de aranceles a productos europeos, específicamente franceses. A razón de lo anterior, se espera que se presenten demandas en contra del impuesto de Maryland; en donde, los oponentes pueden argumentar que las compañías no son oriundas de Maryland o que la ley es una violación a la Constitución. A pesar de ello, el senador James Rosapepe expresó: “Dado que las compañías generan tantas ganancias, deberían pagar impuestos”.

Datos cruciales: 

1. De acuerdo con el impuesto de Maryland: si una compañía genera ingresos anuales de más de 100 millones de dólares pero menos de mil millones de dólares, el impuesto por las ventas de anuncios será de 2.5%. Por su parte, si una empresa genera más de 15 mil millones de dólares anuales el impuesto ascenderá a 10%, Google y Facebook pertenecen este grupo.

2. Como parte de los impuestos digitales europeos: Francia impuso 3% de impuesto a los ingresos digitales; por su parte, Austria implementó impuestos de 5% a la publicidad digital.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El caso del impuesto de Maryland, es un reflejo de la forma en que los estados han comenzado a tomar decisiones para combatir el poder de las grandes empresas. Lo anterior, es consecuencia de la forma en que las transnacionales se han convertido en actores fundamentales de un mundo cada vez más interconectado; en donde los intereses de las grandes compañías y del capital se han posicionado sobre los intereses estatales, en una constante lucha por el ejercicio del poder. Asimismo, ilustra la cooperación entre empresas en aras de salvaguardar sus objetivos.