Telling all. Regulators want firms to own up to climate risks

Cita: 

The Economist [2021], "Telling all. Regulators want firms to own up to climate risks", The Economist, London, 13 de marzo, https://www.economist.com/business/2021/03/13/regulators-want-firms-to-o...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Marzo 13, 2021
Tema: 
El reconocimiento de los problemas ambientales por parte de las reguladoras financieras
Idea principal: 

La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), el principal regulador financiero de este país, ha tomado un interés en el cambio climático; por ello, ordenó la creación de un grupo de tareas cuyo objetivo es examinar las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés).

El grupo ESG, tendrá entre sus tareas introducir normas que obligarán a las compañías a revelar cómo el cambio climático, o esfuerzos para combatirlo, puede afectar sus negocios. En este sentido, desde septiembre de 2020, Gran Bretaña, Nueva Zelanda y Suiza han planteado hacer obligatoria la divulgación de este tipo de información; así como las bolsas de valores de Hong Kong, Londres y Corea del Sur.

La medida de la SEC surgió debido a la preocupación de que el cambio climático pueda ser una amenaza para la estabilidad financiera. Lo anterior, es una inquietud de difícil comprobación ya que la mayoría de las empresas no producen análisis relacionados con futuros riesgos climáticos, por lo que los datos existentes son incompletos o tienen la tendencia de beneficiar a las compañías.

Frente a lo anterior, el grupo de trabajo sobre divulgaciones financieras relacionadas con el clima (TCFD, por sus siglas en inglés), un grupo de reguladores creado por el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés), ha planteado que las empresas presenten reportes relacionados con el cambio climático que sigan un estándar compuesto por 11 categorías, entre las que se encuentran la huella de carbono y la gestión de riesgos climáticos.

La propuesta del TCFD ha generado divisiones entre los reguladores financieros. Por un lado, los partidarios de la medida han expresado que ésta es conveniente ya que se centra en los riesgos materiales de las empresas, lo que incentivará a las compañías para realizar análisis de escenarios que les permitirán conocer futuros potenciales en un mundo en donde la temperatura aumenta así como el precio de los bonos de carbono. Lo previo, ha atraído a los inversores quienes a su vez han incitado a reguladores financieros a seguir las medidas y éstos a las empresas, lo que ha provocado un aumento en la presentación de reportes sobre los impactos del cambio climático en las compañías.

Por su parte, existen empresas inconformes con la medida ESG ya que, para estas compañías, es difícil de cumplir. En este sentido, diversos detractores afirman que sus empresas carecen de la experiencia para realizar análisis de escenarios basados en el cambio climático y, aunado a esto, claman que cada empresa que realiza estos ejercicios los hace con base en sus propias variables, por lo que cada esfuerzo es difícil de comparar.

Otro problema mencionado por lo detractores, es que la medida puede asustar a los inversores. En este caso, las empresas claman que hasta que los reportes sean obligatorios las compañías que las adopten corren el riesgo de ser castigadas. Ejemplo de lo anterior fue el caso de Francia, en donde en 2016 se hizo obligatoria la información sobre riesgos climáticos para empresas administradores de bienes, compañías de seguros y fondos de pensiones; lo que de acuerdo con el Banco de Francia, provocó la reducción de 40% de acciones, bonos y otros valores de estas empresas comparadas con las compañías de combustibles fósiles.

La medida de la SEC podría aumentar los costos de capital para los proyectos contaminantes y al mismo tiempo reducir las emisiones; no obstante, los resultados no son seguros, ya que existe la posibilidad de que las compañías puedan mover sus activos con alto contenido de carbono a lugares con leyes ambientales laxas y, el hecho de que las evaluaciones de riesgos climáticos no siempre tienen como resultado una descarbonización.

Datos cruciales: 

1. Las firmas financiares ocupan casi la mitad de las 1 800 empresas que apoyan las recomendaciones del grupo de trabajo sobre divulgaciones financieras relacionadas con el clima (TCFD, por sus siglas en inglés). Estas firmas mantienen activos con un valor de más de 150 billones de dólares e incluyen a 8 de los más grandes bancos del mundo.

2. De acuerdo con el TCFC, solo 7% de las grandes empresas realizan análisis de escenarios relacionados con riesgos climáticos; es decir, aproximadamente 1 700 empresas.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La destrucción del ambiente se ha exacerbado en los últimos años, a tal grado que las grandes empresas han comenzado a mostrar preocupación sobre los impactos que este fenómeno pueda tener sobre sus intereses. En este sentido, es comprensible que organismos hayan comenzado a implementar medidas para combatir y adaptarse a la destrucción medioambiental; acciones que, de ser seguidas en diversas geografías y obligadas a las grandes compañías, serán capaces de reducir los impactos de las actividades del ser humano en el planeta a través de la prevención. A pesar de lo previo, es necesario mencionar que, aunque el establecimiento de medidas regulatorias podrían servir para mejorar la calidad del ambiente y con ello, la calidad de vida de los seres que habitamos el planeta; se trata de mandatos que tienen como objetivo fundamental salvaguardar a las grandes empresas y su obtención de ganancias en su un sistema que posiciona la acumulación sobre los intereses y el bienestar de la sociedad.