The U.S. Air Force Just Admitted The F-35 Stealth Fighter Has Failed

Cita: 

Axe, David [2021], "The U.S. Air Force Just Admitted The F-35 Stealth Fighter Has Failed", Forbes, 23 de febrero, https://www.forbes.com/sites/davidaxe/2021/02/23/the-us-air-force-just-a...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Febrero 23, 2021
Tema: 
El costo del desarrollo de armas para la guerra
Idea principal: 

David Axe es corresponsal militar para Forbes, novelista gráfico y cineasta. En 2007, fundó el web cómic War is Boring; también es autor de diversos libros.


La Fuerza Aérea de Estados Unidos, quiere desarrollar un avión caza ligero y asequible para reemplazar a cientos de los aviones F-16 que sirvieron durante la Guerra Fría. Lo anterior, como parte de un plan que asemeja a un proyecto de hace más de 20 años; proyecto que contrario a las expectativas, dio paso al desarrollo de una flota de aviones costosa y poco fiable: el F-35.

De acuerdo con el jefe de personal de la Fuerza Aérea, Charles Brown Jr., el objetivo es crear aviones que sean una mezcla de F-22 y F-35. En este sentido, la Fuerza Aérea busca desarrollar una alternativa a los F-35, ya que con el paso de los años estos caza se han convertido en naves pesadas y costosas, tanto para la Fuerza Aérea como para su principal contratista Lockheed Martin, debido a que se les ha agregado tecnologías que han convertido al avión que buscaba resolver el problema, en el problema que debía resolver.

El F-35 es un caza sigiloso y con una gran cantidad de sensores de alta tecnología, lo que ha provocado que sea una nave que necesita de un mantenimiento intensivo, llena de fallas y por lo tanto, poco fiable; por ello es de uso limitado. Lo anterior, por un precio de alrededor de 100 millones de dólares por avión.

Ante lo previo, ha nacido el apuro de desarrollar un nuevo avión de gama baja para realizar operaciones diarias. Actualmente, aproximadamente 1 000 aviones F-16 de la Fuerza Aérea satisfacen esa necesidad; no obstante, los aviones son viejos, por lo que Charles Brown ha declarado que no se necesitan aviones clásicos con dificultades en actualizaciones de software, sino nuevas naves de gama baja.

Lo anterior, es una admisión tacita de que el F-35 ha fallado. Concebido en la década de 1990, el programa debía producir miles de cazas para desplazar a casi todos los aviones de combate existentes en el inventario de la Fuerza Aérea, la Armada y el Cuerpo de Marines. La Fuerza Aérea quería aproximadamente 1 800 F-35 para reemplazar a los viejos F-16 y A-10; sin embargo esto no fue posible debido a fallas en el diseño del F-35, errores nacidos del hecho de que es una nave diseñada para tener demasiadas funciones.

Los F-35 tienen tres versiones: una versión de ala pequeña para operaciones terrestres, una versión de ala grande para los portaaviones de la Marina y, una versión para la cubierta pequeña de navíos de asalto de los marines. Las tres versiones, con características que añadieron complejidad y costos al avión, costos que resultaron en retrasos, retrasos que resultaron en más costos y costos que dieron paso a más retrasos, y así sucesivamente.

Quince años después del primer vuelo del F-35, la Fuerza Aérea sólo tiene 250 jets de los 1 800 que se esperaban en un inicio. A razón de ello, el servicio ha planteado posibles cortes al programa, ya que líderes del Pentágono han insinuado que, como parte del cambio de los militares estadounidenses en donde se busca tener un mayor enfoque hacia las amenazas de pares como Rusia y China, la Marina y la Fuerza Aérea podrían recibir un mayor porcentaje del presupuesto para la milicia estadounidense, el cual asciende a 700 mil millones de dólares anuales aproximadamente.

La Fuerza Aérea considera que poner fin a la producción de F-35 permitirá redirigir cientos de millones de dólares a un nuevo programa de combate. Sin embargo, sigue en duda si la Fuerza Aérea tendrá éxito en el desarrollo de un caza ligero y barato, ya que la creación de un nuevo jet de gama baja podría sufrir el mismo destino que los F-35: un aumento constante de peso, complejidad y costo, hasta convertirlo en un jet de alta gama. Solo una cuestión es clara, para que el objetivo de reemplazar a los F-16 de 60 años se cumpla, es necesario que la Fuerza Área desarrolle un caza ligero a un buen precio.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El caso del fracaso de los aviones caza F-35, es un ejemplo de la forma en que las empresas y los estados trabajan en conjunto para satisfacer sus objetivos, sea una colaboración exitosa o no. En el caso específico de las corporaciones militares estadounidenses, el posible reemplazo de los F-35 es un hecho que alude a la tecnología, a la milicia y al poder económico estadounidense para el desarrollo de armas; armas que no solo serán utilizadas en contiendas contra otros estados en la búsqueda de la hegemonía mundial, sino que también es un desarrollo armamentístico que posiciona el bienestar y el avance de la milicia sobre la sociedad.