De-globalization: Theories, predictions, and opportunities for international business research

Cita: 

Witt, Michael [2019], "De-globalization: Theories, predictions, and opportunities for international business research", Journal of International Business Studies, (50): 1053–1077, https://doi.org/10.1057/s41267-019-00219-7

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
2019
Tema: 
Las relaciones internacionales se encuentran en un procesos de disminución de interdependencia
Idea principal: 

Michael A. Witt es un professor afiliado de Estrategia y Negocios Internacionales en la Universidad INSEAD. Cuenta con un doctorado por la Universidad de Harvard. Actualmente se dedica a la exploración de las instituciones nacionales y su impacto en la gestión de resultados y la organización. Es autor de diversos libros, entre los que se encuentran The Oxford Handbook of Asian Business Systems.


El proceso de desglobalización se ha convertido en una posibilidad clara en los últimos años; ésta “induciría a un cambio cualitativo en las estrategias, estructuras y comportamientos observables en los negocios internacionales”.

Transitar a la desglobalización así como aceptar el cambio cualitativo que ésta genera exigiría diversos cambios en la política, el motor principal de la desglobalización. El propósito de este texto radica en mostrar diferentes teorías de la desglobalización, desde la ciencia política, el liberalismo y el realismo. Todas estas teorías predicen este proceso en las condiciones actuales, no obstante, llevan a expectativas sumamente diferentes respecto a la futura economía mundial.

Por su parte, el liberalismo “sugiere un mosaico de vínculos económicos, mientras que el realismo predice la aparición de bloques económicos en torno a los principales países”. El siguiente artículo se centra en analizar las “oportunidades resultantes basadas en tres áreas de investigación, las cuales son: las estrategias políticas y el papel de las empresas multinacionales, las cadenas de valor mundiales y el papel del contexto nacional”.

En la última década el mundo ha vivido una serie de cambios que parecen mostrar que estamos viviendo un periodo de desglobalización en todos los sentidos; la globalización del comercio parece haberse desacelerado entre 2007 y 2010, mientras que la globalización de la inversión extranjera directa entre 2007 y 2011. Los sucesos anteriores han estado acompañados de cambios como el aumento de restricciones al comercio y a las inversiones.

Por su parte, la política juega un papel fundamental en el proceso de globalización y desglobalización, debido a que “mientras la tecnología y el descenso de los costos de transporte y comunicación permitan la globalización”, depende de la política determinar el modo en el que las empresas y los individuos toman éstas oportunidades.

Una anterior ola de globalización culminó durante los primeros 50 años del siglo XX como consecuencia de la intervención de los gobiernos que restringieron “el comercio y los flujos de capital por razones geopolíticas y nacionales”. A pesar de la importancia de la política dentro de la globalización hay otros actores y factores que influyen en la globalización, misma que es analizada principalmente desde dos grandes escuelas de pensamiento; el realismo y el liberalismo.

El realismo y el liberalismo son teorías que han estudiado y han tratado de explicar cómo se comporta la globalización, aunque con mecanismos contrarios; mientras “el liberalismo identifica las presiones políticas de la globalización, el realismo plantea que prevé el fin de la hegemonía estadounidense y el ascenso de China como competidor geoestratégico”.

El estado de la desglobalización}

La globalización se define como “un proceso de creciente interdependencia entre naciones”, mismo que abarca el ámbito económico, político, social y cultural, entre otros. Partiendo de esta definición, la desglobalización “se define como un proceso en el que se debilita la interdependencia entre las naciones”.

Del mismo modo, la desglobalización hace referencia al fenómeno en su conjunto y no a la interdependencia de cada uno de los países con otros; no obstante, la disminución de la interdependencia entre los países es notoria en los ámbitos de los negocios internacionales, comercio y la economía. Lo anterior quiere decir que el mundo ha estado experimentando un fenómeno en el que los países cada vez muestran menos dependencia de los bienes, servicios e inversiones de otras naciones.

El concepto “liberalismo” cuenta con diferentes connotaciones lo que ha propiciado una multiplicidad de confusiones respecto al mismo, no obstante, para efectos de este texto el término liberalismo se apegará a su connotación dentro de las Relaciones Internacionales, es decir, no se referirá a “una filosofía política de la libertad y los derechos individuales o a una ideología relativa a las políticas de bienestar social”.

Del mismo modo, dentro de este texto el autor se enfoca en la conceptualización del liberalismo de Moravcsik y el realismo estructural de Waltz. Dentro de esta noción el liberalismo es una teoría que admite una amplia gama de actores, intereses y formas de poder para determinar los resultados políticos, “cabe resaltar que los Estados se perfilan como los principales actores dentro de la política internacional, no obstante, los posibles actores que determinan los resultados van desde el individuo a lo internacional”. Esto incluye a empresas, organizaciones no gubernamentales y organizaciones internacionales.

Dentro del liberalismo, los actores involucrados son racionales, aunque pueden presentarse desviaciones de esta racionalidad. Al involucrarse en la política, dichos actores buscan alcanzar sus propósitos mediante la cooperación de “suma positiva (beneficios económicos, cooperación comercial), así como de suma cero (seguridad nacional, fuerza militar, etc.)”.

Al buscar conseguir sus intereses, estos actores utilizan diversos medios para ejercer poder, en donde resalta el poder duro, es decir aquel que se basa en fuerzas militares o bien hacen uso del poder agudo, mismo que se centra en la “destrucción y manipulación” con la finalidad de extenuar a los oponentes; por último se encuentra el poder blando, basado en la “cooptación de los demás mediante la presentación de un modelo o resultado atractivo”.

Aunque los Estados fungen como uno de los actores principales de la política internacional, dentro del liberalismo, los intereses de éstos funcionan como un reflejo de los intereses internos de los mismos, lo que impacta en la política exterior y por consecuencia en las relaciones internacionales.

Lo anterior deriva en que al cambiar los interés de los países, la política exterior y las relaciones internacionales también se modifican. De esta forma, el liberalismo emite una descripción “exacta de la realidad”, sin embargo, una de las mayores debilidades de esta teoría radica es que es demasiado permisiva en cuanto a los actores, sus intereses y las formas de poder a analizar; como consecuencia, en ocasiones es difícil llegar a estudiar y generar presagios sobre cuestiones concretas.

Por su parte, el realismo toma como actor central de su teorización a los Estados, principalmente a las grandes potencias, mismas que son vistas como entes unitarios y racionales, por lo que su comportamiento e intereses particulares resultan irrelevantes para la política internacional.

El realismo también postula que el mundo es un lugar anárquico, en donde no existe una autoridad que regule el comportamiento de los Estados; con base en lo anterior, el principal objetivo de la política exterior se centra en la supervivencia de los países, mismos que no deben distraerse de ese objetivo de sobrevivir dentro del entorno internacional ya que cualquier distracción puede ocasionarle la extinción.

Asegurar la supervivencia es el principal objetivo para las naciones dentro del realismo; por lo que el poder militar es un elemento fundamental en los países para que éstos puedan defenderse de otros. Dentro de esta teoría el realismo plantea un juego de suma cero, es decir que las ganancias son igual a la suma de las perdidas. La naturaleza reduccionista del realismo en ocasiones ocasiona que se pasen por alto partes elementales del panorama de un suceso y de las relaciones internacionales en sí.

Una vez esbozadas las dos teorías, es necesario explicar la relación de las mismas con la globalización y la desglobalización. En el caso del liberalismo, la globalización está compuesta por el acuerdo de los Estados para cooperar en la construcción de la interdependencia y una infraestructura de apoyo que permite dicha cooperación. En el caso del acuerdo de los Estados requiere de una red de apoyo político; con la finalidad de generar interdependencia económica dentro de cada país.

La cooperación entre países es un acto de voluntad de cada uno de ellos, no obstante, ésta se enfrenta a una serie de desafíos ya que los países pueden retirarse o no cumplir con los acuerdos establecidos ya que buscan obtener más beneficios para sí mismos.

El liberalismo, al contrario del realismo, ven que esa anarquía en la que se encuentra el concierto internacional puede superarse en cualquier momento gracias a la cooperación, la cual puede darse de tres formas diferentes, la primera de ella radica en que los actores internacionales, principalmente las naciones.

La cooperación también puede darse a través de estrategias que recompensen a los actores dispuestos a trabajar con otros y castigue a aquellos que deserten y no cumplan con sus compromisos; y por último, las instituciones internacionales permiten de mejor manera la cooperación internacional.

Dentro del liberalismo, las instituciones son vistas como actores esenciales para el desarrollo de la cooperación debido a que proporcionan foros para el debate, permiten que se identifiquen intereses mutuos y encontrar soluciones conjuntas.

La desglobalización dentro del liberalismo presenta dos vertientes: la primera de ellas es que “la infraestructura institucional de apoyo a la globalización pierda su capacidad de apoyar a la apertura, es decir, que los intereses divergentes entre los países pueden impedir la creación y/o mantenimiento de las instituciones necesarias”.

En muchas ocasiones los países han fallado en sus promesas de apertura, debido en gran medida a que muchas de las resoluciones de estas instituciones son no vinculantes. Cuando los países eluden a las instituciones internacionales, la interdependencia entre los países se reduce de forma significativa.

En segundo lugar, la desglobalización dentro del liberalismo puede detonarse por cambios en los intereses políticos internos de los países que los llevan a abandonar mecanismos de cooperación, situación que también disminuye la interdependencia entre unos y otros. En conclusión, el liberalismo muestra la debilitación de las instituciones internacionales y el aumento de los intereses políticos nacionales como razón de reducción de la interdependencia entre las naciones.

En el caso del realismo, la globalización va de la mano de la coerción, elemento que forma parte de la subteoría del realismo denominada “teoría de la estabilidad hegemónica”, la que postula que existen periodos de globalización que se producen cuando un hegemón o un país con mucho poder funda y financia instituciones internacionales con el objetivo de utilizarlas a su favor y mantener su posición de poder a través de ellas.

Cuando un hegemón pierde poder dentro del concierto internacional, el sistema se vuelve inestable y sufre una reestructuración; asimismo la caída de una hegemonía puede detonar una crisis económica. Un sistema internacional que funciona bajo un poder hegemónico puede “parecerse a una estructura institucional, sin embargo, estas instituciones no existen por sí mismas, ya que reflejan los intereses y el poder hegemónico”.

De esta manera, el realismo muestra como la caída de un hegemón puede encontrarse ligado a un proceso de desglobalización. Lo anterior se relaciona con la teoría de la estabilidad hegemónica, debido a que “vincula la apertura del sistema económico internacional a la preponderancia del país más poderoso”. Como se mencionó con anterioridad, el proceso de desglobalización va acompañado de la disminución del poder del Estado más fuerte, principalmente en relación con otros países.

En conclusión, el liberalismo plantea que la desglobalización puede detonarse como resultado de un fracaso de las instituciones internacionales y de intereses internos de las naciones que influyen en la política internacional que provoca un alejamiento de la interdependencia entre las mismas. Por su parte, el realismo postula que la desglobalización puede darse como resultado de las acciones de las hegemonías, y el mantenimiento de poder de las mismas dentro del contexto internacional.

Datos cruciales: 

1.- El período de rápido crecimiento a partir de aproximadamente 1985 alcanzó un máximo en 2007 con 30.2% antes de caer como resultado de la crisis financiera de 2007. Repuntó en 2009 y 2010 alcanzando 30.1%, pero desde entonces ha seguido una ligera tendencia a la baja.

2.- Tras un rápido aumento en la década de 1990, la medida de los flujos de entrada de Inversión Extranjera Directa como porcentaje del PIB alcanzó por primera vez un máximo de 4.4%; se recuperó a partir de 2004 y volvió a alcanzar un máximo en 2007, con 5.3%, antes de caer como consecuencia de la crisis financiera de 2007.

3.- La globalización del comercio de facto alcanzó su punto máximo en 2008, y la globalización comercial de jure, en 2010.

4.- Un crecimiento económico de 10% anual puede permitir a un país aumentar considerablemente su poder en términos absolutos, pero desde una perspectiva realista sigue quedándose atrás si al mismo tiempo otro Estado crece 20%.

5.- De acuerdo con Robert Keohane, las instituciones se definen como ''conjuntos de reglas persistentes y conectadas (formales e informales) que prescriben los roles de comportamiento, limitan la actividad y comparten las expectativas".

6.- En una encuesta realizada en noviembre de 2016 en 23 mercados avanzados y emergentes, una media de 53% de los encuestados tenía poca o ninguna confianza en instituciones internacionales, 61% tenía poca o ninguna confianza en las grandes empresas, y una gran minoría estaba preocupada por la inmigración (sin una mayoría a favor).

7.- China, Rusia y Estados Unidos ha gastado mucho más en guerras en curso en los últimos 15 años que cualquier otra nación.

8.- La última década ha revelado que, aunque la Unión Europea tendría en principio
una economía y una población lo suficientemente grandes, carece de la ''capacidad de conversión de energía'' necesaria para el estatus de superpotencia.

9.-La gráfica 1 muestra el índice de globalización y los subíndices para la globalización comercial de facto y de jure.

10.-La gráfica 2 muestra la inversión extranjera directa neta mundial como porcentaje del PIB mundial.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El concierto internacional está presentando cambios significativo, que radica en numerosos cambios que han propiciado que la interdependencia entre los países disminuya. Desde la perspectiva del liberalismo esto se debe a un fracaso de las instituciones internacionales y de los intereses internos de las naciones que influyen en la política exterior.

Por su parte, el realismo ve a éste proceso de desglobalización como resultado de movimientos de la repartición de poder en el concierto internacional.