Keith Bransher es economista por la Universidad del Norte de Carolina y obtuvo una maestría en Política Pública por la Universidad de Princeton. En 2013 ganó el premio Pulitzer por sus artículos sobre economía y negocios. Es jefe de la oficina de Shanghái de The New York Times.

La perspectiva en la producción de autos eléctricos en China es cada vez más clara. El país asiático será el líder en la fabricación de autos eléctricos, afirmó Michael Dunne, director ejecutivo de ZoZo Go, una consultora especializada en la industria de los autos eléctricos en Asia.

Empresas chinas como Xpeng Motors, Nio y Volvo recientemente han abierto grandes plantas de ensamblaje de autos eléctricos en China. Evergreen, un gigante inmobiliario ha construido una fábrica en las ciudades de Shanghai y Guangzhou. En 2025, esta empresa planea ensamblar tantos autos eléctricos como Estados Unidos.

Lo anterior ha sido posible por los miles de millones de dólares que han recaudado en mercados financieros y por el respaldo gobierno chino.

A diferencia de lo que sucede en el mercado estadounidense, en China el gobierno ha construido más de 800 mil estaciones públicas de recarga para autos eléctricos, el doble que en el resto del mundo. Según el reportaje, esto guarda estrecha relación con las condiciones de vivienda en China respecto de las de otros países. Por ejemplo, en Estados Unidos, las familias tienden a tener su propia casa, por lo que pueden cargar sus autos eléctricos en casa y no requieren de estaciones públicas de carga. Por lo tanto, las automotrices de China perciben un crecimiento acelerado del mercado de los autos eléctricos; fuera de China las automotrices continúan desarrollando autos híbridos.

China está construyendo fábricas de auto eléctricos casi al mismo ritmo que el resto del mundo. Así para 2028, fabricará más de ocho millones de coches eléctricos, según LMC Automotive, una empresa de datos global. Europa podría producir 5.7 millones y Estados Unidos 1.4 millones. Por otro lado, un elemento importante es el enorme mercado interno de China para los autos eléctricos.

Dentro de la agenda de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, se encuentra promover la industria del auto eléctrico. Biden incluso ha aceptado que “en este momento Estados Unidos se encuentran corriendo detrás de China”.

La automotriz Xpeng, particularmente, ha recibido apoyo por parte del gobierno chino. En 2017 una empresa estatal en la ciudad de Zhaoqing prestó 233 millones de dólares a Xpeng “para la construcción de su fábrica inicial con capacidad anual de unos 100 mil coches"; desde entonces, la ciudad ha subvencionado el pagos de intereses de la empresa. También “la ciudad de Wuhan ayudó a comprar terrenos y pedir un préstamo a bajo interés para construir una planta de Xpeng allí". Brian Gu, vicepresidente de Xpeng, afirmó que el gobierno de Guangzhou ayudó a Xpeng a construir su fábrica en esa ciudad.

En general, las marcas de autos eléctricos de China son de reciente creación y se han concentrado en el mercado chino. No obstante, tienen aspiraciones globales: empresas como Xpeng han comenzado a exportar autos eléctricos a Noruega; Chery comenzó a exportar autos de gasolina a Estados Unidos para 2022 continuar con autos eléctricos. Quizá el mayor desafío que enfrenten las marcas chinas será su inserción en los mercados internacionales, pues son desconocidas. En particular durante la presidencia de Donald Trump, Estados Unidos estableció un impuesto de 25% sobre importaciones de autos eléctricos desde China.