What We Know About the Colonial Pipeline Cyberattack

Cita: 

Krauss, Clifford [2021], “What We Know About the Colonial Pipeline Cyberattack”, The New York Times, New York, 10 de mayo, https://www.nytimes.com/2021/05/10/business/colonial-pipeline-ransomware...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Lunes, Mayo 10, 2021
Tema: 
El papel del Oleoducto Colonial Pipeline en el noreste de EUA
Idea principal: 

Clifford Krauss es un corresponsal nacional de negocios de energía con sede en Houston. En los últimos años ha informado desde el norte de África y Medio Oriente.


En el noreste de Estados Unidos existe una dependencia al oleoducto por el aumento de producción de petróleo y gas, y por la incapacidad de refinado en esa zona. El oleoducto va de Texas hasta Nueva Jersey y estuvo cerrado días debido a un ataque cibernético. Se esperaba restaurar el servicio entre el 14 y el 16 de mayo de 2021.

Los investigadores federales dijeron que el objetivo de los ataques eran los datos corporativos, no precisamente el control total del oleoducto. Por otro lado, Colonial Pipeline detuvo los envíos como medida de precaución para evitar que los hackers tomaran medidas adicionales. Colonial Pipeline anunció que reactivaría el servicio en segmentos del ducto “de forma escalonada” y consultando con el Departamento de Energía.

La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) indicó que el ataque fue realizado por un grupo de crimen organizado llamado DarkSide, además enfatizó la debilidad del sistema de energía estadounidense. El noreste depende de un anticuado sistema de tuberías para transportar combustible, por lo que no refina localmente el combustible importado. La reacción del mercado ante los sucesos fue discreta.

¿Qué es Colonial Pipeline?

El oleoducto Colonial Pipeline tiene su sede en Alpharetta, Georgia y es de los más extensos de Estados Unidos. El oleoducto da servicio a la mayoría de los estados del sur y tiene ramificaciones de la costa Atlántica a Tenessee. El oleoducto es privado y pertenece a Royal Dutch Shell, Koch Industries y varias firmas de inversión extranjeras y estadounidenses. Los aeropuertos del este de Estados Unidos funcionan con ayuda de este oleoducto.

¿Por qué la costa Atlántica depende tanto de un oleoducto?

La costa Atlántica depende mucho del oleoducto por razones como: las restricciones regulatorias a la construcción de oleoductos, restricciones al uso de buques extranjeros para transportar productos entre puertos estadounidenses, así como al transporte terrestre de combustible. Tom Kloza, líder global de análisis energético de Oil Price Information Service, menciona que las refinerías ubicadas en el noreste no podían hacer dinero.

Una de las razones de la decadencia de las refinerías es la “independencia energética”. Las refinerías del Golfo han tenido acceso fácil al gas natural y al petróleo producido en Texas. Colonial adquirió importancia como conducto de las refinerías de Texas y Luisiana cuando las refinerías locales cerraron.

¿Cuál es la mayor amenaza?

Los grupos criminales y los países pueden ser una amenaza para las líneas eléctricas, información personal y los bancos. Colonial Pipeline no anunció si pagó o pagará un rescate.

Datos cruciales: 

1. El oleoducto es capaz de transportar tres millones de barriles de combustible al día de Texas a Nueva York a lo largo de más de 8 800 kilómetros.

2. Parte de esa vulnerabilidad refleja el papel que Texas ha adquirido al satisfacer la demanda nacional de petróleo y gas en los últimos 15 años.

3. A nivel nacional, el precio de la gasolina regular subió solo medio centavo a 2.97 dólares el lunes frente al domingo.

4. Los precios del estado de Nueva York se mantuvieron estables en 3 dólares el galón, según la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA, por su sigla en inglés).

5. Algunas de las mayores petroleras, entre ellas Phillips Petroleum, Sinclair Pipeline y Continental Oil, se unieron para empezar la construcción del oleoducto en 1961.

6. Es crítico en particular para el funcionamiento de muchos aeropuertos del este de Estados Unidos, que por lo general cuentan con suficiente suministro para tres a cinco días de operación.

7. En las últimas dos décadas, al menos seis refinerías han cerrado en Nueva Jersey, Pennsylvania y Virginia, lo que ha reducido la cantidad de crudo que se procesa en la región en más de la mitad, de 1 549 000 barriles semanales a 715 000.

8. Dado que la exploración y producción de esquisto se dispararon a partir de 2005, las refinerías de la costa del Golfo han tenido acceso fácil al gas natural y al petróleo producido en Texas.

9. El medio oeste cuenta con sus propios oleoductos desde la costa del Golfo, pero cuando la costa este cerraba refinerías, en los últimos 20 años el medio oeste abrió algunas plantas nuevas y expandió otras para procesar petróleo canadiense, en gran parte procedente de las arenas petrolíferas de Alberta.

10. El gobierno federal de Estados Unidos almacena millones de galones de petróleo crudo y productos refinados para emergencias.

11. Las refinerías pueden importar petróleo de Europa, Canadá y Sudamérica, aunque la carga transatlántica tarde hasta dos semanas en llegar.

12. Cuando el huracán Harvey azotó Texas en 2017 y dañó a las refinerías, se suspendieron los envíos al noreste por el Colonial Pipeline durante casi dos semanas.

13. Los precios de gasolina en el puerto de Nueva York rápidamente aumentaron más de 25 por ciento y los costos añadidos los pagaron los motoristas. Los precios tardaron más de un mes en volver a los niveles anteriores.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La presente nota de New York Times ilustra uno de los aspectos de la competencia hegemónica que desata una disputa por mercados, recursos estratégicos y tecnologías en el mundo. En este caso, se observan tres sujetos que participan en la disputa: el Estado, las corporaciones y los nuevos sujetos de la guerra.

En el artículo, el oleoducto se perfila como infraestructura relevante, gracias la dependencia que el sistema de energía estadounidense tiene a ésta. Asimismo, el oleoducto es geográficamente estratégico debido a que provee de energía a la costa Este (desde Nueva York hasta Austin), y su construcción no se hubiera realizado sin la participación de la industria de hidrocarburos cristalizada en poderosas corporaciones (como Royal Shell Company o Koch Industries).

En este sentido, el gobierno estadounidense no produce la energía necesaria que el país necesita -lugar que cede a las corporaciones- y su rol se vuelve el de administrador. Así, se entiende la intención de hackear al oleoducto, ya que es un objetivo con una posición decisiva en el sistema energético de Estados Unidos. Por otra parte, se destaca que fue un grupo criminal (un actor no estatal), el que puso en entredicho a la seguridad nacional y energética, lo cual señala la participación de los nuevos sujetos de la guerra en la disputa hegemónica.