Ricardo Balderas es un periodista y cronista de la revista Poder Latam

"La probabilidad de que aparezcan enfermedades crónico-degenerativas aumenta de 20% a 3,200% en la población cercana a las cuencas hidrológicas donde las empresas tiran sus desechos". Esto es lo que sucede en la cuenca Atoyac-Zahuapan, en donde se ubican corredores industriales con fábricas de empresas como Bayer de México, S.A. de C.V., Kimberly Clark de México, Gamesa, Sabritas, Volkswagen de México, Pemex, entre otras. Esta cuenca se encuentra en la Corona de Ciudades, una zona que incluye el Valle de Toluca, la Zona Metropolitana del Valle de México, Puebla-Apizac y los valles de Cuernavaca y Cuautla. Esta región abarca 31 cuencas hidrológicas además de la de Atoyac-Zahuapan y en ella se concentra 24.3% de la gran industria manufacturera y y 27% de la población del país.

Un análisis llevado a cabo por el grupo PODER en el período de 2008 a 2019, donde se recopilaron los datos de Compranet y el Portal de Obligaciones de Transparencia, encontrados en QuiénEsQuién.Wiki, revela a cuales empresas el gobierno de México otorgó contratos públicos por un valor de más de 30 mil millones de pesos y otros beneficios que resultan polémicos para las poblaciones cercanas. Para el análisis se contempló a las empresas con mayor número de trabajadores. Se trata de aquellas que son propiedad de Bayer de México S.A. de C.V., empresa con más de 500 millones recibidos a través de 166 contratos; Kimberly Clark de México que recibió más de un mil millón de pesos en más de 6 mil contratos; Gamesa Planta Vallejo, bajo la razón social de Sabritas S. de R.L. de C.V., propiedad de Pepsico, recibió 571 millones de pesos a través de 166 contratos firmados entre 2008 y 2019; Pepsico México S. De R.L. de C.V. recibió más 3 millones de pesos en más de 15 mil contratos.

Otras grandes empresas que se encuentran en el corredor industrial e hidrológico recibieron contratos públicos y/o han sido señaladas de afectaciones al medio ambiente y la salud de las poblaciones vecinas. Volskwagen, señalada por opacidad en los procesos de licitación, fue beneficiada con dos contratos en 2019 por 77 mil pesos. Export Sucursal de México, propiedad de Coca Cola México, en septiembre de 2020 desató un conflicto social en el estado de Chiapas debido a que sus pozos de agua y la explotación desmedida de estos generaban sequías en los poblados aledaños. Nestlé Purina Pet Care, propiedad de Nestlé México, S.A. de C.V., recibió más de 23 mil contratos por más de 9 mil millones de pesos. Por su parte, Laboratorios Pisa recibió más de 6 mil contratos por más de 16 mil millones de pesos. La planta de Cementos Apasco, a pesar de solo contar con un contrato público, ha tenido varias concesiones; ha sido señalada por afectaciones a la salud y muerte de comunidades aledañas a sus fábricas. La fábrica de Pemex Refinería, propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex) recibió 22 dos contratos por más de 848 millones de pesos.

De acuerdo con Samuel Rosado, investigador de la UNAM, 82% de la población cercana a la cuenca Atoyac-Zahuapan vive a 4 kilómetros del cauce principal del río (Atoyac) , donde el 50% de las descargas de desechos industriales está a menos de 500 metros de éste.

La mayoría de las empresas de la Corona de Ciudades vierten sus residuos tóxicos en el cauce de los ríos, convirtiéndolos en difusores de sustancias nocivas para la salud. Dicho fenómeno deriva en un aumento de las enfermedades y una mortalidad mayor para la población circundante. Las fallas renales crónicas, los tumores relacionados con el sistema neuroendocrino, las enfermedades cerebrovasculares y los síndromes relacionados con diferentes tipos de parálisis son algunas de las consecuencias de la contaminación en estas zonas (dato crucial 1).

Rosado explica que la región de Tula–Tepeji de la cuenca Atoyac-Zahuapan, cercana a la Ciudad de México, es en donde se emiten la mayor parte de contaminantes, producidos especialmente por la cementera, la terminal hidroeléctrica y la refinería.