Ya es hora de que las élites en Latinoamérica paguen algo.

Cita: 

García, Luis [2021], "Economista: 'Ya es hora de que las élites en Latinoamérica paguen algo'", Deutsche Welle, Bonn, 21 de mayo, https://p.dw.com/p/3tjjo

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Mayo 21, 2021
Tema: 
Elementos para considerar en una reforma fiscal en América Latina
Idea principal: 

Luis García Casas es periodista en Deutsche Welle España y ha escrito diversos artículos de opinión.


Los sistemas tributarios en América Latina han acumulado a lo largo de varias décadas un conjunto de problemas estructurales, que con la pandemia sólo se han profundizado y exigen una reforma fiscal inmediata.

Domingo Carbajo, economista y escritor del libro Medidas fiscales ante el COVID-19, afirma que la reforma fiscal supone una reforma del Estado y de su papel en la sociedad, ya que se requiere iniciar con una remodelación de la administración tributaria que erradique la corrupción y elimine las injerencias políticas, al mismo tiempo que sea precedida por un amplio acuerdo social y político.

El informe Los Sistemas Tributarios en América Latina del Instituto de Estudios Fiscales de España señala que no existen recetas universales aplicables a todos los países. No obstante, los expertos identifican dos características comunes en la región, “las enormes desigualdades sociales y la tremenda volatilidad de todos los indicadores macroeconómicos”.

En 1990, la recaudación de América Latina se ubicaba en promedio en 15.9%. Actualmente, ronda 23%; sin embargo, existen países donde la recaudación es aún menor. Por ejemplo, Guatemala es el país con menor presión fiscal al recaudar 13.1% del PIB. Le siguen Panamá, Venezuela y México que complementan su recaudación con el canal o con impuestos sobre el petróleo. El país latinoamericano con mayor recaudación es Cuba con 42% de presión fiscal.

En contraste, la presión fiscal en la Unión Europa es de 40% del PIB; en la Eurozona, de 40.5%; y en España, de 34.7% del producto, afirma José María Mollinedo, secretario general del sindicato español de técnicos de Hacienda, Gestha.

En algunos países de Latinoamérica, los más ricos pagan entre 1% y 3% de su ingreso bruto mientras que, en otros, el porcentaje alcanza 10%. En Estados Unidos la contribución de los más ricos es del 14.2%. y en algunas partes de Europa excede el 20%.

Entre los factores que explican el nivel bajo de recaudación en América Latina se encuentran la economía informal, la corrupción generalizada, la evasión fiscal y la preeminencia de los impuestos indirectos sobre el consumo (como el IVA). En la región éste último tiene un impacto mayor sobre el poder adquisitivo de la población con menores ingresos.

Mientras que en Latinoamérica las élites no están dispuestas a pagar mayores impuestos, en Europa cada año hay cambios en la fiscalidad para disminuir la tasa de fraude; por ejemplo, en España ésta representa entre el 20 y 25% del PIB.

La principal diferencia entre los sistemas tributarios de Latinoamérica y Europa es que en ésta última el sistema está diseñado para ser progresivo: aquellos con mayor ingreso deben pagar una tasa impositiva más alta. Por lo tanto, concluye el entrevistado, en América Latina "la única solución […] es la revuelta y la confrontación social" de la población con las élites y el gobierno.

Datos cruciales: 

En algunos países de Latinoamérica, las personas más acaudaladas pagan entre 1% y 3% de su ingreso bruto en impuestos. En otros, el porcentaje sube hasta 10%. En Estados Unidos la contribución de los más ricos es de 14.2%. En algunas partes de Europa excede 20%.

En Panamá la recaudación es de 13.1% del PIB; en Cuba asciende a 40%.

La presión fiscal en la Unión Europa es de 40%, en la Eurozona 40.5%, y en España 34.7% del PIB.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El deterioro del sistema tributario en América Latina se debe a diversos factores. Uno de los más destacados es la alianza que ha existido entre las élites y el Estado en las últimas décadas y que la pandemia dejó al descubierto. A través de regulaciones fiscales laxas en la cima de la pirámide del ingreso y un diseño poco eficiente de impuestos como el IVA, solo han deteriorado las condiciones socioeconómicas para la población de menor ingreso, como pérdida en el poder adquisitivo.