The little Engine that could. ExxonMobil loses a proxy fight with green investors

Cita: 

The Economist [2021], "The little Engine that could. ExxonMobil loses a proxy fight with green investors", The Economist, London, 29 de mayo, https://www.economist.com/business/2021/05/23/what-a-proxy-fight-at-exxo...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Mayo 29, 2021
Tema: 
Cambios de rumbo en ExxonMobil y la industria petrolera
Idea principal: 

En la junta de accionistas de ExxonMobil, realizada el pasado 26 de mayo del 2021, una alianza de inversionistas liderada por Engine No. 1, un pequeño fondo de inversión, logró colocar dos directivos en la junta de administración que tienen intenciones de promover una estrategia de menores emisiones de carbono, parecida a las que ya siguen petroleras europeas como BP, Royal Dutch Shell y Total.

En una compañía del tamaño de ExxonMobil, una voz disidente en la mesa directiva puede representar una gran diferencia. Por ello, es “extremadamente raro” que lleguen dos directivos que busquen reducir las emisiones de carbono de la empresa, de acuerdo con David Larcker de la Escuela de Negocios de Stanford. El resultado de esta junta fue un cambio de la estrategia actual de ExxonMobil, cuyas emisiones de gases de efecto invernadero en 2020 (aproximadamente 120 millones de toneladas) fueron casi el doble que las del segundo lugar, Shell (aprox. 70 millones de toneladas).

La llegada de los nuevos directivos impulsados por Engine No. 1 fue posible gracias al apoyo de aliados importantes como CalPERS y CalSTRS, que son fondos de pensiones que representan a los trabajadores públicos y a los maestros del estado de California respectivamente, y que administran activos por 700 mil millones de dólares. Otros fondos que representan a los trabajadores estatales de Nueva York y a los trabajadores de esa ciudad también se unieron a la alianza. Juntos, esos fondos de inversión y de pensiones son dueños de menos de 1% de las acciones de ExxonMobil; sin embargo, como grandes administradores de activos, sus acciones enviaron fuertes señales al mercado. El año pasado el precio de las acciones de ExxonMobil cayeron a su punto más bajo en 20 años, además de que la compañía fue sacada del índice del Dow Jones después de haber permanecido ahí por más de un siglo.

La derrota de ExxonMobil dentro de su fuerte gobernanza corporativa es la última señal de que la presión externa hacia la industria petrolera está creciendo para que haya una transición hacia energías más limpias. Sin embargo, muchos inversionistas están preocupados que este cambio hacia energías limpias destruya el valor de las acciones de la empresa. Por el momento, gracias al alza en la demanda de petróleo, ExxonMobil regresó a su capitalización de mercado de 110 mil millones de dólares, lo que le permitió a la compañía vencer a sus competidores europeos, cuyos proyectos "verdes" están a años de ser rentables y siguen afectando sus ganancias. Hasta ahora, sólo las empresas petroleras europeas habían sido presionadas para volverse más verdes, tanto por activistas, consumidores, reguladores, cortes e inversionistas. BP y Shell ya tienen planes para reducir sus emisiones significativamente en los próximos años.

Datos cruciales: 

1. El resultado de esta junta fue un cambio de la estrategia actual de ExxonMobil, cuyas emisiones de gases de invernadero en 2020 (aprox. 120 millones de toneladas) fueron casi el doble que las del segundo lugar, Shell (aprox. 70 millones de toneladas).

2. El 18 de mayo de 2021, la Agencia Internacional de Energía advirtió que las inversiones en los proyectos de combustibles fósiles deben parar ahora si el sector de energía quiere alcanzar la neutralidad en sus emisiones para 2050. Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, quiere que el sector energético en ese país logre esto 15 años antes, en 2035.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El hecho de que una de las principales empresas petroleras transnacionales haya elegido dentro de su votación interna para la mesa directiva a dos ejecutivos cuyo objetivo es cambiar la estrategia hacia energías más limpias manda un fuerte mensaje de lo que se puede esperar en los próximos años. Al parecer la tendencia del capitalismo de hacer negocios sin importar el daño ambiental ya no solo no es bien vista por los consumidores sino también por los mismos inversionistas, que ahora ven al riesgo climático como una pieza fundamental del valor de inversión a largo plazo.