Los millones perdidos en el sindicato de Pemex

Cita: 

Arista, Lidia y Linaloe R. Flores [2021], "Los millones perdidos en el sindicato de Pemex", Expansión, (1280): 19-24, México.

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Junio 1, 2021
Tema: 
Carlos Romero Deschamps y su participación en la desaparición de 659 millones de pesos del sindicato petrolero mexicano.
Idea principal: 

Lidia Arista y Linaloe R. Flores son reporteras de temas de política para Grupo Expansión.


El 16 de octubre de 2019, Carlos Antonio Romero Deschamps, dirigente del Sindicato de trabajadores petroleros de la República Mexicana (STPRM) por casi 27 años, dimitió de la dirigencia nacional de la organización gremial. Meses después, el 16 de marzo de 2020, renunció como trabajador de Petróleos mexicanos (Pemex), retirándose de la escena pública sin comprobar 659 millones de pesos que Pemex le dio a través del STPRM entre 2016 y 2018.

La cifra sin comprobar es 2.1 veces mayor que los 309 millones de pesos que la Unidad de inteligencia financiera (UIF), de la Secretaria de hacienda, ha comenzado a investigar como rastro de recursos de presunta procedencia ilícita en las cuentas del exdirigente. Se trata de recursos públicos cuyo paradero, junto con el de Deschamps, es desconocido y que de acuerdo con datos del portal de trasparencia del sindicato petrolero, alguna vez cayeron de manera directa en las arcas del exlíder.

La llave del dinero

Romero Deschamps logró hacer una fortuna gracias a las cláusulas 251 y 251 bis del contrato colectivo del trabajo (CCT). Firmadas entre el STPRM y Pemex, de 2016 a 2018, las cláusulas mencionadas sirvieron para que a Deschamps le fueran otorgados 1 189.6 millones de pesos para viajes, eventos, obras de construcción, teléfonos y una “caja chica”, la cual aumentó su ingreso mensual de manera desbocada.

Que la “caja chica” estuviera compuesta de dinero depositado bajo discreción, fue gracias a las negociaciones entre el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, y Deschamps en 2013. A partir de la reforma energética de Enrique Peña Nieto, con la que el sector se abriría al capital privado, Lozoya y Deschamps negociaron por primera vez las condiciones laborales de los trabajadores petroleros. En esa negociación, el patrón y el líder sindical de Pemex pactaron nuevos acuerdos y más dinero en tres fechas: 1° de mayo, día del trabajo; el 18 de marzo, día de la expropiación petrolera; y, cuando se revisaba el CCT.

El primer acuerdo entre Lozoya y Deschamps fue que “el dinero recibido a través de la cláusula 251 bis debía aumentar 138% anual”. Asimismo, otro acuerdo fue ocultar el texto de la cláusula a través de la adición de la cláusula 258, la cual estipula que la información de la “caja chica” solo se encontraría en un anexo bajo confidencialidad. Esto logró no solo que durante la administración de Peña Nieto el texto de la 251 bis no apareciera en los CCT de los bienios 2013-2015,2015-2017 y 2017-2019, sino que a través de ella Romero Deschamps recibiera 245.6 millones de pesos para gastos personales entre 2016 y 2018. La previa, es una cifra que no cuadra con la comprobación de gastos, en donde se tiene registrado un gasto total de 279.5 millones de pesos; es decir, más de 33.4 millones de pesos fueron repartidos entre los dirigentes.

El último contrato negociado por Deschamps fue el de 2019-2021 con Octavio Romero Oropeza como director de Pemex. En este contrato, las clausulas 251, 251 bis y 258 fueron canceladas y meses después, Deschamps renunció a la dirigencia del STPRM.

La resistencia a transparentar

En 2015, se promulgó la Ley general de transparencia, acceso a la información pública y protección de datos personales, un nuevo marco normativo que obligó a los sindicatos y partidos políticos a rendir y transparentar cuentas a través del establecimiento de portales. El STPRM se negó a la medida y después de un juicio de cuatro años con el Instituto nacional de acceso a la información, el sindicato montó el sitio web. No obstante, la información a la que se tiene acceso únicamente refleja 2 años de la dirigencia de Deschamps, quien estuvo 27 años frente al STPRM.

De acuerdo con Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, aunque el STPRM montó su plataforma, la única información que muestra es una parte de lo que recibe el sindicato por la vía fiscal; es decir, existe mucho dinero que se desconoce del ojo público. Asimismo, Alfonso Bouzas, investigador del sindicalismo mexicano de la UNAM, declaró que “aunque el sindicato tenga un portal de transparencia, no hay secuencia que permita ver que hubo congruencia entre el dinero entregado por Pemex y el objetivo para el cual se entregó”.



La “oscura” vida de un obrero millonario

Nacido en Tampico, Tamaulipas el 17 de enero de 1944, Carlos Antonio Romero Deschamps fue vendedor ambulante, cargador y chofer hasta 1969, año en que comenzó a trabajar en la refinería de Salamanca, Guanajuato y en el que conoció al entonces dirigente del STPRM, Joaquín Hernández Galicia, alias “La Quina”, señalado porque en enero de 1989 fue detenido por homicidio calificado, acopio y almacenamiento de armas de uso exclusivo del ejército.

Elegido por primera vez como secretario general del STPRM el 25 de junio de 1993, Romero Deschamps dirigió al sindicato por casi 30 años en medio de grades escándalos, entre los que se encuentran: el “Pemexgate”, con el que se desviaron 1 500 millones de pesos de Pemex a la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa en el año 2000; la constante malversación de fondos del sindicato; robo de gasolina; negociación de plazas y violaciones de estatutos laborales, todo bajo la protección del fuero político que le otorgo su papel como diputado en 1979-1982, 1991-1994, 2000-2003 y, como senador federal entre 1994-2002 y de 2012 a 2018.

Un símbolo indeleble en México

De acuerdo con la lista de egresos que el STPRM subió a su portal de trasparencia, el dinero de las cláusulas 251 y 251 bis fueron utilizados para pagar a despachos de abogados especialistas en transparencia, servicios de televisión, gasolina, viajes, despensa, libros, insumos para fiestas, entre otros. Los despachos Andrade Palacios y Asesoría Librax, junto con la construcción de un megadeportivo en Cárdenas, Tabasco, son los gastos más constantes de la lista.

Datos cruciales: 

1. En tres años, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) recibió 1 189.6 millones de pesos. De esa cifra, 530.7 millones de pesos fueron comprobados y 658.9 millones de pesos están perdidos.

2. El dinero público que Carlos Romero Deschamps falló en comprobar pudo haber servido para comprar 1.6 millones de vacunas Pfizer o, para adquirir 2 066 ventiladores Hamilton.

3. Como consecuencia de la cláusula 251 bis, entre 2016 y 2018, en la “caja chica” se depositaron de forma secreta 944 042.7 millones de pesos, 79% del total entregado.

4. Entre 2016 y 2018, el STPRM gastó 70.7 millones de pesos en los despachos Andrade Palacios y Asesoría Librax, asesores del sindicato en temas de transparencia.

5. En la construcción del megadeportivo en Cárdenas, Tabasco, el STPRM ha gastado 137.5 millones de pesos.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El caso del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) y de Romero Deschamps, es un ejemplo de la forma en que los sindicatos han jugado un papel de gran importancia en las compañías mexicanas, y por ende, en la economía del país. Lo sucedido con Deschamps, no solo muestra la influencia y el poder de los grandes sindicatos; sino que, también es un reflejo de la forma en que los intereses privados se sobreponen a los intereses estatales y de la sociedad, en un caso que alude a un robo millonario que en tiempos de crisis sanitaria pudo haber servido para salvar a miles de personas.