Adrian Jiménez Sandoval es maestro en Ciencias Políticas. Actualmente es investigador en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

Esta nota se trata de un resumen extraído de un artículo del proyecto de investigación Conversing with Goliath. Dicho proyecto busca entender porqué la violencia en torno a proyectos extractivos persiste en México, a pesar de la existencia de una amplia gama de mecanismos de participación.

Las comunidades de Capulálpam de Méndez y Natividad son dos municipios colindantes en el estado de Oaxaca que se han mantenido en conflicto a razón de los límites de sus territorios. Ambas comunidades comparten tanto lazos familiares, como lenguas y al derecho consuetudinario como forma de gobierno. Esta organización se basa en las asambleas comunitarias, en las cuales las decisiones son tomadas de manera colectiva.

El conflicto entre ambas comunidades se centra en la propiedad de la tierra: ¿esta pertenece a las autoridades comunales agrarias de Capulalpam o a los ciudadanos individuales de Natividad, quienes históricamente han dependido de ella?

Por un lado, la comunidad de Capulalpam no pretende poner en peligro su cohesión interna; su lucha contra la minería aurífera es reconocida mundialmente. Por el otro, la comunidad de Natividad esta buscando alternativas para superar la crisis económica. En este contexto, una minera privada de oro llamada “Natividad y Anexas”, ubicada en la zona y que requiere de cambios operativos, busca negociar con Natividad antes que Capulalpam.

En Capulalpam la tierra es de dominio comunal, mientras que en Natividad los habitantes no son dueños de tierras para plantar cultivos o extraer madera. Anteriormente, la mina de Natividad y Anexas empleaba gente de esta última comunidad, lo que representaba una fuente de empleo importante para los pobladores. Sin embargo, desde 1960 la mina ha disminuido su producción, lo que ha creado una crisis económica para Natividad.

Capulalpam ha experimentado diversos intentos de extraer recursos de su territorio, los cuales han sido rechazados por los locales. En 1980 los pobladores pelearon contra la concesión forestal de la Fábrica de Papel Tuxtepec en la Sierra Juarez. En 2005, la Universidad de Sierra Juárez fue creada para efectuar estudios sobre silvicultura y ecoturismo, y con ello fortalecer las empresas locales. También, Capulalpam ha forjado alianzas con otros municipios de la región, con los cuales mantiene una simpatía gracias a la visión comunal del manejo de los recursos naturales.

Por su parte, las agencias nacionales carecen de un enfoque consensuado para abordar las disputas entre ambas comunidades, debido a la contradicción entre sus objetivos. Hay agencias que buscan la protección del medio ambiente y la tierra comunal, otras buscan activar la economía y promover el desarrollo en municipios como Natividad.

Una disminución brusca de la producción en la mina de Natividad ocasionó en 1990 una ola de desempleo y migración en la población de Natividad. Dicho hecho se agravó cuando el gobierno decretó en 1993 que el territorio ocupado por este municipio sería manejado comunalmente bajo la jurisdicción de Capulalpam, lo que dejó a parte de la población de Natividad sin sustento. Natividad presentó una demanda ante la Corte Agraria, esto agravó la disputa, dado que Capulalpam, en represalia, cortó el suministro de agua que circulaba hacia la comunidad en 2003.

Entre 2002 y 2006 la firma canadiense Continuum Resources llevó a cabo diversos estudios para medir la viabilidad de hacer nuevas inversiones en la mina de oro de Natividad. Pese a ser una empresa registrada en Natividad, el proyecto propuesto habría afectado directamente a la población de Capulalpam, por lo que los inversores canadienses intentaron negociar con esta población, pero fracasaron en sus intentos. La puesta en marcha de la mina era vista como una amenaza y la insistencia como una ofensa. La Comisaría de Bienes Comunitarios solicitó la intervención de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, lo que derivó en un cese temporal de las acciones mineras en Natividad, dado que

El cierre temporal de la mina de oro causó una crisis económica en el municipio de Natividad. Natividad creó su propia asamblea agraria para que funcionara como contraparte del Comisariado de Bienes de la Comunidad de Capulalpam. A través de juicios y mandatos judiciales, Natividad logró suspender las actividades forestales que realizan las empresas comunitarias de Capulalpam. Sin embargo, la asamblea no tuvo el reconocimiento de todas las agencias estatales.

Cabe destacar que la Dirección de Industria y Minería de la Secretaría de Economía de Oaxaca se encuentra a favor de la continuación de operaciones de la mina de Natividad. Como resultado de estas contradicciones y dado que se encuentra "formalmente" cerrada, la mina no paga impuestos.

Las autoridades de Capulalpam han denunciado que la mina en Natividad continúa operando de manera ilegal, pese al riesgo que representa para la comunidad. Mientras tanto, la compañía Natividad y Anexas han dado su apoyo a Natividad; la comunidad ha utilizado el dinero de la compañía para financiar sus actividades en el campo legal.

En Natividad, la opinión de la comunidad se ha dividido. Las autoridades agrarias están decididas a llevar el juicio a sus últimas consecuencias, pero también hay ciudadanos que han propuesto convertir a su municipio en un subdistrito de Capulalpam.

¿Qué podemos aprender de este conflicto?

La comunidad de Natividad se encuentra aislada y en una situación complicada para la reactivación de la economía, mientras Capulalpam continúa tejiendo alianzas con las comunidades vecinas para evitar que los proyectos extractivistas prosigan. Gracias a esto, Natividad ha sido doblemente estigmatizada; por su falta de desarrollo y por recurrir a industrias contaminantes para su sostén económico.

Este conflicto también ilustra que el conflicto entre comunidades puede verse agravado por una empresa que se ha beneficiado indirectamente de él.

Otro punto importante es que en Capulalpam fueron posibles las alternativas de diversificación económica frente al declive de la minera, algo que podría deberse al tipo de posesión de tierra.