The Imperial Mode of Living. Everyday Life and the Ecological Crisis of Capitalism

Cita: 

Brand, Ulrich y Markus Wissen [2021], The Imperial Mode of Living. Everyday Life and the Ecological Crisis of Capitalism, London, Verso.

Fuente: 
Libro
Fecha de publicación: 
2021
Tema: 
El modo de vida imperial y sus efectos en las relaciones entre Sur y Norte globales
Idea principal: 

Ulrich Brand es profesor de política internacional en la Universidad de Viena, miembro del Grupo permanente de trabajo sobre alternativas al desarrollo e integrante del comité asesor de Blätter für deutsche und internationale Politik. Sus principales temas de investigación son la crisis de la globalización liberal y la internacionalización del estado, temas socio ecológicos, la gobernanza y América Latina, entre otros.

Markus Wissen es profesor de ciencias en la Berlin School of Economics and Law. Es parte del comité editorial de la revista de ciencias sociales críticas Prokla y colabora con el Grupo de investigación sobre sociedades poscrecimiento de la Universidad de Jena.


El concepto de modo de vida imperial

De acuerdo con Markus Wissen y Ulrich Brand, el modo de vida imperial es la principal razón de que actualmente sea difícil llevar a cabo transformaciones socio ecológicas. Esto se debe a que este modo de vida se encuentra profundamente incrustado en las instituciones políticas, en la economía, en la cultura, en la mentalidad de las personas y sus prácticas diarias, lo que ha generado múltiples problemas para implementar cambios estructurales que modifiquen a la sociedad y la forma en que vivimos.

Definiendo el concepto

El concepto de modo de vida imperial supone que para que la vida se lleve a cabo en los centros capitalistas es necesario transformar las relaciones sociales y la relación sociedad-naturaleza en otro lugar o elsewhere, a través de un acceso ilimitado a mano de obra, recursos naturales y ecosistemas que funcionan como sumideros de carbono. El Norte global comúnmente logra un control sobre los recursos y la mano de obra del Sur global, gracias a la imposición de estructuras jerárquicas invisibles -como la economía, productos culturales, sistemas políticos, entre otros- que son consumidas por las sociedades del Sur global y que garantizan al Norte su acceso al elsewhere.

En este sentido, el concepto de imperial mode of living alude a las normas de producción, de distribución y de consumo que se encuentran incorporadas en las estructuras políticas, económicas y culturales de la vida cotidiana de las poblaciones del Norte global, estructuras que funcionan en los países con economías emergentes del Sur global. El resultado es que este modo de vida se reproduce y se incrusta en las prácticas diarias y el sentido común de todas las personas, lo que ha llevado a normalizar y por ende, a no cuestionar esta forma de vida.

El imperial mode of living es esencial en la reproducción de sociedades capitalistas y establece discursos y formas de ver al mundo, prácticas e instituciones, que han resultado en conflictos sociales, desigualdad, relaciones de poder y dominación, violencia y subjetividades. A pesar de ello, el modo de vida imperial no es absoluto, ya que presenta la oportunidad para la constante aparición de formas de vida alternativas y de prácticas e interpretaciones subversivas.

El concepto de modo de vida imperial es similar a los conceptos de conducción de la vida cotidiana o y de estilo de vida. No obstante, los tres conceptos presentan diferencias semánticas y teóricas. El primero se refiere a la forma en que los individuos organizan y establecen relaciones entre las diferentes prácticas y actividades que realizan diariamente. En este concepto, es de suma importancia el acceso recursos materiales, culturales y sociales, mismos que se encuentran distribuidos de manera desigual y que han dado paso al resentimiento y a críticas en diferentes grupos humanos. Por su parte, el concepto de estilo de vida es utilizado en el debate acerca de la individualización y la libertad de elección con base en relaciones estructuradas a partir de la clase, el género y la raza.

Niveles conceptuales: prácticas cotidianas y estructura social

El modo de vida imperial ha dado lugar a prácticas diarias, hábitos, rutinas y reglas, que determinan la aceptación o el rechazo que tendrán ciertas percepciones, emociones y formas de vida. El modo de vida imperial está marcado por una insustentabilidad inconsciente.

La inconsciencia del imperial mode of living está acompañada por una multiplicidad de estrategias que han logrado colocar a esta forma de vida como la dominante. Pierre Bourdieu llamó “la verdad de la interacción” o ”the truth of the interaction” a las acciones intencionales y a las decisiones estratégicas que preceden a la imposición de políticas gubernamentales y económicas. Estas actividades se encuentran inmersas en un contexto social que les permiten ser vistas como racionales y normales: los sujetos han internalizado relaciones sociales y hábitos basados en una cultura de clase, lo que los ha llevado a normalizar una forma de pensar en la que constantemente se reproduce la hegemonía.

Dentro de este modo de vida, la categoría de hábito es esencial para que todas las actividades diarias se encuentren vinculadas con las estructuras sociales que ha construido. Estas estructuras, están formadas por interrelaciones de gran importancia: en primer lugar, la forma en que el capitalismo ha llegado a su máximo esplendor en los centros económicos y productivos, al mismo tiempo que se ha incrementado su aparición en países emergentes a través de su control sobre la mano de obra y la naturaleza, los cuales han sido valorizados y monetizados y, que han dado como resultado productos que son transferidos al Norte global. Asimismo, la forma en que el mercado interviene en la transferencia de riqueza y como esa transferencia está acompañada por formas de desposesión política, legal o por la fuerza, fenómeno que ha llevado a la privatización y al empobrecimiento de comunidades elsewhere. Otra interrelación se encuentra en los sumideros de carbono, los cuales cada vez son más explotados por el Norte global y en muchas ocasiones, son parte de la desposesión y del intercambio orientado al mercado, lo que marginaliza a las comunidades del Sur global y reduce y causa daños ecológicos en su tierra.

Dimensiones del concepto

El concepto de modo de vida imperial tiene diversas dimensiones que pueden ser vistas en acciones diarias y en la estructura social. Estas dimensiones conceptuales pueden servir para analizar, criticar y transformar el carácter imperial y los patrones de consumo y de producción de esta forma de vida.

Valorización, acumulación y reproducción

El desarrollo del capitalismo mundial y su relativa estabilidad tienen una profunda correlación con el modo de vida imperial debido a la lógica colonialista que ha sido fundamental en la historia del capitalismo. Esta lógica ha provocado que las relaciones sociales y las relaciones sociedad-naturaleza se encuentren estructuradas por los centros capitalistas.

La economía global se mueve bajo la dinámica del capitalismo que tiene como constante a la competencia. Estas condiciones son aseguradas y reguladas por tratados internacionales, con los cuales las compañías y los estados han formado lazos que han dado como resultado la mercantilización de la mano de obra y de la naturaleza. Se trata de una mercantilización que se ha extendido a niveles regionales y globales; por lo tanto, el capitalismo ha llevado a la valorización y apropiación dentro de las sociedades y más allá de sus fronteras, en un sistema que está sumamente entrelazado con el neocolonialismo y el racismo.

La valorización es un concepto que indica el momento en el desarrollo del modo de producción capitalista en que se puede observar una relación entre el capitalismo y medios no capitalistas. Por su parte, el momento de acumulación está vinculado con la valorización y se relaciona con la creación de plusvalía en el proceso de producción, con la materialización de la plusvalía en el ámbito de la circulación y con el aumento del capital invertido.

Desde la perspectiva del concepto de modo de vida imperial, la valorización y la acumulación son necesarias porque: 1) la acumulación capitalista siempre se acompaña de producción y consumo, y, 2) la relación entre las normas de producción y de consumo no son producidas de manera automática, más bien son resultado de luchas y problemas sociales, así como del gobierno, la institucionalización de relaciones de poder y la institucionalización de compromisos que emergen de estas luchas por la dominación.

El fordismo, por ejemplo, sentó las bases para la generalización del imperial mode of living en el Norte global, haciendo posible que la clase media-alta y que la clase media comenzarán a reproducir esta forma de vida. Con la generalización del modo de vida imperial, no solo las personas se volvieron dependientes, sino que se expandió y se cimentó todo un sistema de relaciones imperiales en el que el Norte global comenzó a utilizar la mano de obra barata del Sur global al mismo tiempo que incrementó la destrucción del medio ambiente y la desposesión a grupos con formas de vida alternativas. Asimismo, se establecieron relaciones de género en donde una masculinidad hegemónica, androcéntrica y eurocéntrica, se convirtió en dominante. Por último, se estableció un racismo estructural y un neocolonialismo, fenómenos que han provocado que los productos y la mano de obra provenientes del Sur global, sean devaluados, explotados y oprimidos por un Norte global “superior”.

Gracias a las normas de producción y de consumo, la reproducción de individuos se ha convertido en un elemento esencial para la expansión y perpetuación del modo de vida imperial. Esto se debe a que el capitalismo depende de la reproducción de mano de obra, por lo que mientras más individuos existan que puedan ser forzados a trabajar en beneficio del mercado y de la acumulación, es mejor para el sistema.

El modo de vida imperial tiene una estructura que ha empujado a la sociedad a creer que esta forma de vida es sinónimo de oportunidades y felicidad ya que, en su lógica, generar ingresos constantes permite la adquisición de productos, mismos que hacen la vida más fácil y, por ende, elevan el estatus social de la persona.

Hegemonía y subjetivación

Las ideas de progreso que sostienen el modo de vida imperial están basadas en el desarrollo de las fuerzas productivas y hacen caso omiso de las condiciones sociales y ecológicas con las que se producen bienes. Esta forma de vida es hegemónica, es decir, es ampliamente aceptada, se ha establecido en los ámbitos socio-económico, político e institucional y está profundamente arraigada en las prácticas cotidianas de las personas.

Desarrollado por Antonio Gramsci, “hegemonía” es un término que refiere a una dominación ampliamente “consentida por los gobernados”. En este sentido, la hegemonía implica que se han establecido los elementos materiales e ideológicos de la dominación por medio del “sentido común”, logrando que estas ideas se vuelvan naturales e incuestionables en la sociedad y que se reproduzcan.

La hegemonía tiene una dimensión estratégica, la cual denota la habilidad de la clase gobernante para lograr que las clases subalternas interioricen sus intereses y su percepción del mundo. De esa forma, la dominación ya no sólo es externa a los individuos, sino que ha comenzado a utilizar mecanismos que son parte de la vida diaria de millones de personas y por lo tanto, no se siente como dominación. La subjetivación, también tiene un aspecto físico basado en clase, género y raza, en donde se ha dado paso a formas específicas de consumo que afirman la posición social del individuo.

La subjetivación y la hegemonía son parte de un proceso a través del cual las personas toman decisiones basadas en sus deseos y sus oportunidades sociales sin tener un acceso equitativo a los recursos de poder. Esto quiere decir que la hegemonía y la subjetivación no son absolutos, lo que permite la aparición de crisis, acciones, hábitos, que han llevado a la politización y, por lo tanto, a la búsqueda de alternativas.

Jerarquización

El modo de vida imperial se reproduce a lo través de divisiones sociales, entre países y regiones, ciudades y zonas rurales, clase, género y raza, sociedad y naturaleza. Esto conlleva una variedad de relaciones de poder y de dominación, como lo expresa el consumo conspicuo. Este funciona como una forma de jerarquización en la que las personas con mayor capacidad económica, en diversos contextos, se diferencian de otros grupos sociales a través de la obtención de productos que les dan prestigio -ropa de diseñador, viajes, entre otros-.

Lo anterior es una muestra clara de la forma en que el imperial mode of living está basado en la desigualdad social y la reproduce.

Externalización

La producción capitalista de artículos, la mercantilización de la naturaleza y de la mano de obra, la apropiación de la plusvalía, no son concebibles sin los lugares de donde los centros capitalistas pueden extraer ganancias. La reproducción de trabajo en países ricos es posible gracias a su acceso ventajoso a la mano de obra, los recursos y a los sumideros de carbono que se encuentran en elsewhere. Es bajo estas condiciones del capitalismo global, que el mercado y las relaciones industriales institucionalizadas en los centros capitalistas son posibles.

En este sentido, el autor habla de externalización, es decir, el proceso por el cual los centros capitalistas aseguran la apropiación de las capacidades de otras regiones a cambio de desposesión y la transferencia de crisis.

El valor de uso del concepto

El concepto de modo de vida imperial es útil para enfatizar diversos puntos. En primer lugar, expone la íntima relación entre el modo de producción capitalista, las prácticas diarias y formas de subjetividad. Asimismo, debido al adjetivo “imperial”, este concepto tiene un aspecto político, con lo que todo aquello que sea alternativo al imperio se enfrenta a una gran desaprobación. En tercer lugar, el modo de vida imperial deja relucir que a pesar de que se ha hecho conciencia sobre la crisis ecológica, se sigue sobreexplotando y produciendo en demasía emisiones que únicamente han agravado la crisis climática. También, el concepto ha exhibido que las formas de política ambiental global existentes han sido inefectivas, ya que se han centrado en la búsqueda de la modernización sin tomar en cuenta los problemas del modo de producción y del modo de vida actual. En esta línea, el concepto también ha sido valioso para explicar porque a pesar de los múltiples compromisos para llegar a la sustentabilidad, estos han fracasado.

Finalmente, el modo de vida imperial es importante para demostrar las precondiciones, los puntos de partida y las formas para crear una política emancipatoria de la crisis ecológica.

Contornos de un modo de vida solidario

La necesidad de una alternativa real

Las crisis pueden ser puntos de inflexión, es por ello que, algunas han dado lugar al ascenso de tendencias autoritarias, neoliberales y de extrema derecha que están defendiendo el modo de vida imperial. Estas tendencias se basan en ideas racistas, nacionalistas, conservadoras, antifeministas y de exclusión, y son fenómenos ante los cuales las formas políticas conservadoras, liberales y social democráticas han respondido con exclusión, fomentando la aparición de nuevos problemas sociales.

La extrema derecha ha comenzado a ganar adeptos ya que cuestiona la estructura y el poder del capital, la forma en que el capital se distribuye, pone en duda a las democracias, la regulación de los mercados financieros, refiere a la aparición de múltiples problemas laborales así como a la división del trabajo, entre otros. Esto ha justificado que la extrema derecha comience a defender de manera agresiva sus privilegios, al mismo tiempo que articulan programas autoritarios con ideas racistas, nacionalistas y de libre mercado.

Análisis críticos y orientaciones estratégicas

La noción de modo de vida imperial se concentra en las actividades diarias y en las estructuras que las hacen posibles; razón por la cual esta forma de vida ha abierto espacio para la crítica teórica y práctica de las relaciones sociales bajo las que vivimos.

Los cambios al imperial mode of living deben iniciar en diferentes puntos: desde crear nuevas reglas políticas y expectativas sociales hasta generar nuevas aproximaciones que comiencen a diluir el control capitalista sobre todas las formas de vida y con ello, lleven a un cambio subjetivo, teniendo como resultado un modo de vida solidario.

El proceso para llegar a este nuevo modo de vida debe ocurrir a nivel social e individual. Michael Foucault denomina a este proceso como el “arte de no ser tan gobernado” o el “arte de (in)servitud voluntaria”, en donde individuos y actores colectivos, mediante sus demandas, pueden realizar cambios en las condiciones sociales y políticas, en las relaciones de poder y en las orientaciones sociales.

Descontento generalizado y diversidad de experiencias

El desarrollo de alternativas a las formas dominantes de pensamiento y de relaciones sociales, provienen de diversos lugares. Un punto de partida para llegar a un modo solidario es la aceptación de que existe una gran cantidad de descontento social que es consecuencia de todos los efectos del capitalismo.

Las bases de la sociedad capitalista son, al mismo tiempo, una amenaza para el sistema, debido a que están destruyendo constantemente el medio ambiente, a que transfieren las crisis y a la sobreexplotación de la mano de obra. Este fenómeno, cada vez más destructivo, es resultado de la toma de decisiones de las élites en el poder, las cuales tienen intereses que chocan con los intereses del resto de la sociedad.

El imperial mode of living buscaba generalizar la idea de la competencia entre los individuos; sin embargo, se trata de una noción que ha comenzado a perder fuerza y ha comenzado a ser vista como un motivo de la devastación social y de la naturaleza en elsewhere. Esto, a su vez, ha impulsado la idea de que una transformación es necesaria. En este contexto han comenzado a surgir diferentes propuestas de alternativas y prácticas que son muy diversas: desde ideas institucionales hasta la politización de protestas y movimientos sociales.

El punto de partida para los análisis críticos y las políticas emancipatorias es crear un buen nivel de vida para cualquier forma de existencia, que cuente con la capacidad de desarrollarse sin externalizar las precondiciones y los costos que conlleva. En otras palabras, un modo de vida que reduzca drásticamente el consumo de recursos y las emisiones, que lleve a una transformación política, económica y social, que lleve a estructuras solidarias con el uso de la naturaleza, de la producción y del trabajo, y en donde una colectividad tome decisiones y participe en la resolución de conflictos.

Un elemento común en todas las demandas y movimientos que claman por condiciones de vida decente es la promoción de una forma de vida que redistribuya el poder, el ingreso y la riqueza, que desafíe la propiedad y el control de los medios de producción, que cuestione dónde y cómo la sociedad debe invertir y que generalice la democracia y la expansión de una economía democrática.

La emergencia poco espectacular de un modo de vida solidario

Un modo de vida solidario puede alcanzarse mediante la reorganización de una sociedad en donde existen nuevas formas de cohabitación, nuevas subjetividades y nuevos hábitos.

Actualmente, existen formas de vida alternativas que lo han logrado. No obstante, han alcanzado su modo de vida sin que se tenga mucho conocimiento de ellas. Estas formas de vida son parte de una contra hegemonía que se opone al modo de vida imperial, lo cual implica que han llevado a cabo una disputa en cuanto a las reglas, las estrategias políticas y económicas, las inversiones y el control sobre los medios de producción. Asimismo, significa que estas sociedades se han rehusado a seguir ciertos lineamientos de la vida imperial.

Otras lógicas de la reproducción socioecológica

Un modo de vida solidario supondrá una forma de reproducción socio ecológica, de cuidado y de economía, totalmente diferente a las que conocemos, ya que se trata de una lógica que reproduce y protege lo que está vivo en la sociedad y en la naturaleza, una lógica que actualmente es entorpecida y marginalizada por los principios del capitalismo.

Por ello, es necesario reemplazar la lógica orientada a maximizar los intereses del mercado por una lógica que acepte que el ser humano es vulnerable y necesita protección, para que de esa forma, al reconocer la vulnerabilidad fundamental de la vida humana y no humana, se creen formas de convivir que rechacen poner en peligro a la naturaleza y llevar a otros seres humanos a formas de vidas precarizadas. De acuerdo con Gabriele Winker, este fenómeno recibe el nombre de revolución del cuidado o care revolution, la cual es central como una política estratégica que lleve a la transformación que se busca.

Una sociedad que se preocupa por otras personas y por la naturaleza, es automáticamente crítica del capitalismo y de sus imperativos de explotación y de acumulación. Es por ello, que este tipo de sociedad viene acompañada de ideas de decrecimiento y post-crecimiento.

Cambiar las prácticas diarias no se encuentra limitado a un comportamiento individualista y consumista, se requiere un acto colectivo que politice las condiciones destructivas y construya alternativas. En este contexto, es necesario establecer relaciones entre los problemas de crecimiento en la sociedad y problemas diarios, para que sean utilizados como motivación para una transformación socio ecológica.

Modo de vida solidario: a nivel global y a largo plazo

Abolir los diferentes mecanismos de externalización es una de las tareas más difíciles a las que se enfrentaría un modo de vida solidario. Una de las formas para lograrlo es aceptar y compartir la percepción de nuestros privilegios basados en la explotación y la destrucción no sólo de dónde se reside, sino de elsewhere.

La práctica de empatía es una condición necesaria para que un modo de vida solidario -que también es un modo de reproducción solidario- cambie las cadenas de valor y los imperativos de valorización del capitalismo y por ende, cambie la externalización de las implicaciones negativas del imperial mode of living. Esta empatía, no sólo necesita reconocer y apoyar las diversas demandas que existen en las sociedades del Norte global y elsewhere, sino que implica reconocer los actos de humillación y deshumanización que se llevan a cabo en el combate por una vida mejor. Además, la empatía hace posible la creación de vínculos entre diferentes luchas por la emancipación, luchas que se encuentran bajo contextos específicos en diferentes geografías.

Existen diferentes propuestas para crear una forma de vida próspera basada en la justicia, solidaridad y sustentabilidad, sin embargo, para llegar a una alternativa a largo plazo, es necesario que estos proyectos anti hegemónicos sean tangibles y atractivos.

Intensificación o superación el modo de vida imperial: epílogo en tiempos de coronavirus

El inicio de la pandemia por coronavirus introdujo el término de coronacapitalismo. Este pone énfasis en que las élites y los sectores económicos responsables de la destrucción de la naturaleza han sido los principales beneficiados de la pandemia gracias a la imposición de paquetes de rescate y de políticas que refuerzan el poder de las clases gobernantes. Al mismo tiempo, la crisis por coronavirus también se puede ser un punto de partida que podría llevarnos a un cambio en los modos de producción capitalista y en el modo de vida imperial.

Posibles procesos de aprendizaje durante la crisis por coronavirus

Desde el inicio de la pandemia, la vida diaria de millones de personas comenzó a tener limitaciones drásticas y alteraciones que han tenido efectos negativos en todos los ámbitos de la vida, demostrando la vulnerabilidad de la sociedad, el papel destructivo del hombre en el medio ambiente y dando lugar a cuestionamientos acerca del modo de vida imperial: cómo se reproduce, sus consecuencias y sus principales beneficiados.

En primer lugar, se ha comenzado a entender que las crisis son la “hora del (poder) ejecutivo”, es decir, son el momento en el que los gobiernos se ganan el apoyo de sus poblaciones o aparece un gran rechazo ante su manejo de la crisis; esto, depende de la forma en que los países comiencen a implementar acciones en situaciones de emergencia, acciones que actualmente tienden al autoritarismo, a la limitación de derechos y a la limitación de la democracia.

Asimismo, la propagación del coronavirus ha servido para crear conciencia acerca de la crisis climática, lo que podría utilizarse para iniciar una reorientación política hacia la transformación socio ecológica. En este sentido, es necesario mencionar que el conocimiento acerca del cambio climático y sus consecuencias ya no son negadas por los gobiernos; es por ello, que ahora más que nunca los estados deben redirigir ciertas situaciones para actuar en contra de los intereses meramente económicos y en su lugar, considerar las preocupaciones sociales y climáticas. También, la crisis ha demostrado que la intervención gubernamental en algunas actividades puede ser legítima y puede cimentar las condiciones para una transformación socio ecológica.

El coronavirus ha enseñado que el ser humano es altamente dependiente de sus condiciones biofísicas y sociales, es decir, es vulnerable a infecciones virales y a la provisión inadecuada de servicios de salud. A raíz de la pandemia, se ha dejado ver que la salud y las enfermedades son afectadas por las condiciones sociales, ya que a partir de la desigualdad y del estado de seguridad social a nivel mundial, han comenzado críticas acerca de los bienes, los servicios y las industrias que son consideradas importantes, así como de las que no lo son, críticas acerca de los presupuestos y del acceso que la sociedad tiene a los servicios.

La crisis actual ha dejado ver que las personas están dispuestas a cambiar radicalmente su forma de vida si se demuestra que ese cambio será benéfico para todas las partes. A pesar de la incertidumbre, muchos grupos han comenzado a insertar en sus vidas elementos de un modo solidario con el objetivo de acercarnos al final de la pandemia. En este sentido, se cree que después de la crisis por coronavirus, aparecerá un nuevo “nosotros” en dónde se busquen “nuevas” formas de economía que sigan las reglas del capitalismo; no obstante, también aparecerán alternativas que se enfrenten a ese “nosotros” y que refuercen los vínculos socio ecológicos.

Por último, el coronavirus mostró que hay urgencia en la cooperación internacional, ya que a pesar de que la Organización mundial de la salud generó protocolos, los países implementaron medidas de manera individual, algunos incluso implementando políticas no solidarias con las minorías. A pesar de ello, la pandemia ha dejado entrever intentos de solidaridad entre los países, atrayendo atención a las condiciones que existen en elsewhere y promoviendo ayuda financiera por los países del Norte global.

El modo de vida solidario frente al autoritarismo neoliberal del coronacapitalismo

La pandemia por coronavirus ha dado la oportunidad para resaltar, discutir y organizar, diversas perspectivas que lleven al ser humano a un punto en donde las prácticas de resistencia y los proyectos alternativos puedan desarrollar un modo de vida solidario.

Ante la incertidumbre que ha generado el coronavirus, se han comenzado a crear nexos entre las diferentes formas de ver la actual crisis social y la crisis entre las relaciones sociedad-naturaleza; esto, ha hecho relucir la necesidad de la implementación de políticas transformativas que no solo enfaticen las consecuencias de la producción capitalista, sino sus absurdos. Asimismo, esta crisis ha logrado la politización de diversos movimientos -como el de la justicia climática-, logrando exhibir elementos del imperial mode of living y ocasionando discusiones acerca de la forma en que las políticas actuales deben tomar en cuenta los reclamos de los movimientos.

Finalmente, a partir de la crisis del coronavirus, se ha establecido que para llegar a modo de vida solidario es necesario repensar el orden económico y político mundial, para de esa forma llegar a un modo de ver el mundo que no dependa de las características del capitalismo para tener una “buena vida”. Eliminar el modo de vida imperial implica el reconocimiento de derechos sociales a nivel global, esto requiere de las diversas experiencias de crisis y de las diversas prácticas alternativas de un modo de vida solidario, experiencias que deben ser reconocidas para la formación de nuevas y fuertes alianzas entre la izquierda política y los movimientos sociales, en orden de que las nuevas políticas orienten e institucionalicen a las formas de vida alternativas.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Los capítulos del libro de Brand y Wissen brindan un panorama respecto a la forma de vida que llevamos y las implicaciones de la misma: las relaciones entre sociedad, estados y empresas están supeditadas a lo material y con ello al capital y a sus dueños: el modo de vida imperial. Lo anterior, es consecuencia del neoliberalismo y de la forma en que el capitalismo ha comenzado a rebasar los límites de la naturaleza, sociales, políticos, entre otros, llevando a relaciones de dominación que perpetúan la importancia de la acumulación y que nos han llevado a una crisis sistémica en la que la destrucción al ambiente se ha convertido en uno de sus elementos principales.

Existen intentos por contrarrestar los daños del modo de vida imperial, intentos que comúnmente son invisibilizados. Sin embargo, con la aparición de la pandemia de coronavirus, esas alternativas y los métodos para llegar a ellas, son más reconocidas y visibilizadas a nivel mundial, en lo que puede ser un proceso que nos lleve a una toma de consciencia que sirva como pauta para iniciar una transformación en todos los ámbitos de la vida humana.