José Ávila es un reportero de economía y finanzas en Grupo Expansión. Tiene experiencia en prensa escrita, especialmente en periodismo deportivo, economía y finanzas.

Gracias al T-MEC, México posee una gran oportunidad para aprovechar la relocalización de inversiones manufactureras de los países asiáticos. Sin embargo, se presentan múltiples dificultades para poner esto en marcha.

La industria manufacturera de materiales para los paneles solares no está desarrollada del todo en México, ya que resulta más económico su importación. Jason Mo, director de Operaciones de Solarever México, fabricante de módulos fotovoltaicos, afirma que existe una amplia demanda de insumos para la industria fotovoltaica, sin embargo, la oferta es limitada. Carlos Zegarra, socio líder de Management Consulting PwC, estableció que debido a la pandemia por COVID-19, el suministro de insumos se vio interrumpido. Solarever prevé exportar 50% de su producción a Estados Unidos y cuenta con un plan a mediano plazo para desarrollar proveeduría local, lo que le permitirá transitar al trato preferencial en aranceles del T-MEC por considerar a sus productos como "hechos en México".

El gobierno mexicano ha usado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC) como una de sus principales herramientas para incentivar la inversión extranjera, especialmente de manufacturas asiáticas.

La ventaja competitiva que representa el T-MEC: un menor costo en la mano de obra y la cercanía geográfica con Estados Unidos, representa una ventana de oportunidad para México. Esta oportunidad se favoreció por la pandemia. El cese de las exportaciones chinas provocó la interrupción de la mayoría de las cadenas de producción, por lo que ahora la apuesta es regionalizar y recortar las cadenas.

Ante la incertidumbre del coronavirus, México se muestra atractivo para la inversión, subraya Ernesto Acevedo de la Secretaría de economía. El gobierno mexicano ha hecho esfuerzos para incentivar la inversión de compañías estadounidenses y europeas con operaciones en Asia, así como a empresas en Japón y Corea del Sur, apuntando especialmente al sector automotriz, siderúrgico, aeroespacial, químico, farmacéutico y de logística.

En cuanto la inversión de China, la cancelación de proyectos como el tren México-Querétaro y el complejo Dragon Mart pueden ocasionar incertidumbre. La razón del fracaso de estas obras fue la falta de preparación mexicana y china para llevar a cabo operaciones conjuntas, explica Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM. Las empresas que buscan invertir en México necesitan información, claridad en cuanto a sus inversiones y acompañamiento.

El gobierno mexicano, según Dussel, necesita mayor precisión en cuanto a los sectores que pretende impulsar, opina que, en especial, se deberían atender aquellos en los que es competitivo y a las cadenas de suministro que ya se encuentren bien establecidas.