Who is responsible for the climate crisis

Cita: 

Moore, Jason W [2019], Who is responsible for the climate crisis?, Maize, 4 de noviembre, https://www.maize.io/magazine/what-is-capitalocene/

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Lunes, Noviembre 4, 2019
Tema: 
Responsabilidades divididas y compartidas por los cambios al medio ambiente
Idea principal: 

Jason W. Moore es geógrafo historiador en la Universidad de Binghamton, donde también es profesor de Sociología. Los últimos libros que ha escrito son: A History of the World in Seven Cheap Things (California, 2017), Anthropocene or Capitalocene? (PM Press, 2016) y Capitalism in the Web of Life (Verso, 2015).


Los responsables del cambio climático somos los humanos, pero hay unos que son más responsables que otros. Los pensadores radicales y los activistas se cuestionan la distribución igualitaria de la responsabilidad histórica por el cambio climático a un sistema con una clara diferencia entre la distribución de riquezas y de poder, culpando a las víctimas de explotación, violencia y pobreza.

Se dice que vivimos en una era capitalogénica, esto quiere decir que fue hecha por medio del capital al igual que el capitaloceno. En 1968, en el ecologismo la atención fue dirigida hacia el consumo individual en el mercado. Antes y durante el antropoceno se dijo que la crisis planetaria era una consecuencia natural de la naturaleza humana. Sin embargo, como vivimos en el capitaloceno, los responsables de la crisis climática, son los ocho hombres más ricos del mundo.

El capitaloceno es el entendimiento del capitalismo como un sistema histórico modelado y una conectividad geográfica, que genera sentido al capitalismo como una ecología mundial de poder y reproducción de la vida.

Existen dos tipos de Antropoceno; el primero es geológico, y se enfoca en las espigas doradas (marcadores en la capa estratigráfica), sirven para identificar las eras geológicas. Los biogeógrafos Simon Lewis y Mark Maslin mencionan el comienzo del Antropoceno geológico es en 1610, añadiendo que el “pico de Orbis” tuvo lugar entre 1492 y 1610. Se dice que el Antropoceno tiene el propósito de aclarar las relaciones biogeográficas de los humanos y de la biosfera.

El segundo Antropoceno es conocido como el Antropoceno popular, el cual nos habla del desarrollo histórico y de la realidad contemporánea que afecta a la crisis planetaria. Su creación se remonta a la cosmología de la humanidad y de la naturaleza en 1492. El problema para este Antropoceno es el hombre y la naturaleza. Se destaca a la humanidad haciéndole cosas terribles a la naturaleza, la superpoblación y la opresión de las mujeres y personas de color. Tanto la humanidad como la naturaleza han sido utilizadas para abaratar la naturaleza humana y extrahumana.

Históricamente la mayoría de los seres humanos han sido excluidos de la humanidad, debido a la falta de espacio si no eres hombre blanco o burgués. A partir de 1492 los millonarios y sus aliados desposeyeron de la humanidad a los pueblos de color y de indigenas, al igual que a casi todas las mujeres, asignándolos a la naturaleza y en la posibilidad de convertirlos en fines de lucro. En la cosmología del hombre y de la naturaleza en el Antropoceno Popular se niegan a aceptar que el problema no es el Hombre y la Naturaleza, sino los hombres que dominan y destruyen tanto a la mayoría de los seres humanos como a la naturaleza.

En el Antropoceno Popular se dice que todos los humanos contribuyeron al cambio climático, individualizando la responsabilidad de la crisis climática. Estados Unidos es el país que más contamina la atmósfera, sin embargo, es un error culpar a todos los estadounidenses, los responsables son los propietarios de capitales, plantaciones y esclavos y/o cárceles privadas, al igual que los dueños de fábricas y bancos.

El Capitaloceno rechaza el aplanamiento antropocéntrico, argumentando que nosotros somos nuestro propio enemigo. Su idea principal se centra en mirar al capitalismo como una ecología de poder, producción y reproducción. En este caso, el dominio de la clase moderna, la supremacía blanca y el patriarcado están ligados con proyectos ambientales de acumulación de capital sin fin.

Desde el origen del capitalismo, su innovación se basó en apropiarse de la naturaleza, lo cual significaba una realidad territorial y cultural que aprisionaba a las mujeres, pueblos colonizados y redes de vida extrahumanas. El capitalismo por medio de la dominación cultural y la fuerza política han acabado con la capitalogénica de la naturaleza humana y extrahumana siempre que han podido. Además, el Capitaloceno vincula a las consecuencias del cambio climático con el dominio de la clase, el racismo y el sexismo, los cuales forman un sentido moderno posterior al año 1492.

En la Europa medieval, tanto los humanos como el resto de la naturaleza se entendían en términos jerárquicos, sin embargo, no existía una separación entre ambos. Hasta 1550 y 1650, con ayuda del idioma inglés fue que las palabras tomaron un significado moderno. La ruptura de las viejas formas de conocer la realidad dio paso al dualismo de la civilización y el salvajismo. La combinación de la civilización con el salvajismo forman parte de las bases de la modernidad, basándose en despojar a los seres humanos de su humanidad. La geocultura capitalista produjo un abaratamiento tanto de la vida como del trabajo, que fue indispensable para el auge económico, pero a su vez, también fue violento, degradante y exhaustivo.

El lenguaje de la sociedad y la naturaleza es fundamental para la hegemonía del capitalismo, al igual que la alienación de las relaciones laborales modernas.

La sociedad y la naturaleza fetichizan las relaciones que se encuentran bajo la dominación y la violencia del capitalismo. El fetichismo civilizatorio, el cual se ejerce por hombres blancos y burgueses (especialmente durante el auge del capitalismo), abarata tanto a las personas como a su estilo de vida y además se opone al capital y ve a la relación entre el capitalismo y la vida como una relación entre objetos. Y el fetichismo de la mercancía está en contra del capital y del proletariado.

El capitalismo no inventó el trabajo asalariado, lo que inventó fue al proletariado moderno, en el cual se pone a trabajar a todas las naturalezas ya sea gratis o a un muy bajo costo, este proyecto fue llamado biotariarte. Desde 1492, la diferenciación entre civilizados y salvajes ha dado forma tanto a la vida y al poder como a la producción y a la reproducción moderna. Y en este mismo año, se generó un cambio geocultural y una transición biogeográfica nunca antes vista, ya que la invasión colombiana provocó una reunificación geohistórica del Pangea, que se separó 175 millones de años antes. Esta Pangea moderna era vista por los burgueses europeos como un almacén ilimitado, en el cual tendrían mano de obra barata, alimentos, energía y materias primas. En esta zona del Pangea se originó tanto el capitalismo como la actual crisis planetaria.

Cuando los bosques desde Brasil hasta los Andes fueron talados, las mujeres en Europa fueron expulsadas de la civilización, y eran vigiladas, pues se consideraba que no trabajaban, porque el trabajo de las mujeres iba ligado con la Naturaleza.

Las revoluciones industriales han coincidido con el consumo a gran escala de recursos naturales específicos y la contaminación del planeta, las cuales han sido posibles gracias al consumo de determinados recursos, acompañados con mano de obra barata.

El capitalismo depende del consumo de la naturaleza, que se consigue de manera barata, gratis o con violencia. Además es el sistema más derrochador, utiliza al planeta como fuente de recursos naturales baratos y a su vez, como vertedero de desechos, permitiendo la reducción de costos y mayores beneficios, sin embargo, estos recursos tienden a agotarse y la contaminación también es causante del cambio climático. Por otro lado, la ecología también está sufriendo cambios en los cuales existe una inversión de época, que consiste en el incremento de los costos de la naturaleza, debido al cambio climático y a otros factores. La “Cheap Nature” comienza a llegar a su fin, representando un gran problema para el capitalismo, ya que se basa en el abaratamiento del precio y en la dominación cultural.

Se dice que le cuesta más trabajo sobrevivir a las clases dominantes ante el cambio climático, y que al final del Holoceno y comienzo del Antropoceno, pueden crear una nueva política, en el final del capitaloceno. Y a pesar de que el capitalismo continuará, no lo hará con la misma fuerza, y para que esto pase se debe llevar a cabo una descarburación, desmercantilización y una democratización, eliminando la idea de seguir lucrando con la naturaleza. Con la ecología mundial se espera que haya justicia económica, sostenibilidad ambiental, desmercantilización de la vivienda, el transporte y educación, la cual garantizaría la justicia alimentaria y climática. Existe un diálogo en el cual se enfatiza en que la justicia climática es justicia reproductiva.

El capitaloceno es una invitación para desmantelar la tiranía del hombre hacia la naturaleza, enfatizando en que la crisis climática es un cambio geohistórico que combina la contaminación por gases de efecto invernadero con la división climática de clases.

Datos cruciales: 

1. Los ocho hombres más ricos del mundo acumulan una riqueza superior a 3 600 millones de personas en condición de pobreza extrema.

2. La emisión de CO2 de Estados Unidos y Europa occidental entre 1850 y 2012 fue tres veces más que la emisión de China.

3. En la edad media la palabra “salvaje” significaba fuerte y feroz, hoy en día es lo opuesto a la civilización.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Conforme hemos ido cambiando de sistemas y de revoluciones industriales, hemos seguido contaminando al medio ambiente. Se puede observar como a través del tiempo las personas con más poder adquisitivo (ahora también las empresas) son las que más han contaminado al planeta, por su parte, la sociedad se ha limitado a obedecer, y la adaptabilidad de la clase alta ante este tipo de situaciones no les ha sido muy favorable. Por eso se pretende un cambio de sistema, a uno más justo y eficaz tanto para los seres humanos como para la naturaleza.