Alberto Tundo es un periodista enfocado al papel que juegan las teorías económicas y el desarrollo tecnológico en la distribución del poder y los recursos en la sociedad y entre los estados. Ha escrito para Peacereporter y fue el director de la oficina de Milán de Gbtimes. Actualmente escribe para Business People.

Se dice que las crisis pueden ser aprovechadas como una oportunidad en el sector financiero, en la mayoría de las crisis, pequeños empresarios o inversionistas generan grandes ganancias, y el cambio climático no es la excepción, pues ya existen inversionistas y apuestas al enriquecimiento con esta problemática.

Entre los inversionistas que especulan con el cambio climático hay dos clases, los que pretenden ganar dinero con los cambios para controlar el cambio climático y los que ven esta oportunidad para ganar dinero, sin interés en el tema.

En la Conferencia sobre el Cambio Climático de Katowice en 2018, la comunidad internacional les envió a los jefes de gobierno una carta, donde les pedía una respuesta rápida para evitar un mal resultado. Por su parte, sus oponentes saben que el control de recursos naturales como el agua tienen un valor económico y poder político sumamente elevados. En 2008, el director ejecutivo de Dow Chemical Company mencionó que el agua es el aceite del siglo XXI.

Summit Global Management, es el primer fondo de cobertura que se enfoca en el agua, apostando por ella; ya que esta empresa está comprando miles de millones de litros de agua, apostando por la crisis hidráulica tanto en Colorado como en las lagunas de Murray, Australia.

En el libro Windfall. The Booming Business of Global Warming, se plantea un mundo en el cual el calentamiento global no se pudiese limitar a 1.5 grados, por lo tanto, el agua sería tanto una fuente vital de vida como una problemática, por ejemplo para las personas que viven en la costa, ya que a causa del deshielo, el nivel del mar ha ido subiendo, lo cual representa un problema para sus viviendas, e incluso para su vida, es aquí cuando las empresas especializadas en la construcción de barreras contra inundaciones se pueden ver bastante beneficiadas.

Los especuladores del clima no solo son los empresarios, sino también los ciudadanos esperando sacar algún provecho económico, tal es el caso de la población de Groenlandia, la cual cuenta con un tesoro minero que de ser explotado, podría generar su independencia de Dinamarca. Por otro lado, la empresa Alcoa planeaba invertir en la extracción y en el procesamiento de bauxita para transformarla en aluminio.

Para los grandes petroleros, el calentamiento global no es tan malo, ya que ven ventajas en el derretimiento del Ártico. Y hay quienes esperan que un casquete polar se derrita, de esta manera, Asia y Europa Occidental podrían estar conectados sin tener que cruzar por el Océano Índico o el Canal de Suez.

Gracias a la sobrepoblación y a la posible desertificación, las tierras que se puedan cultivar tendrán un gran valor, anteriormente el acaparamiento de tierras era exclusiva de África, sin embargo, hoy en día se ha extendido a América del Sur, Europa, Ucrania y Polonia, pero principalmente en Canadá, y el primero en darse cuenta fue Eric Sprott, en su investigación afirma que el agua será fundamental en un futuro próximo y que algunas de las desventajas de este recurso es la transportación de las zonas recolectoras a las que hace falta, sin mencionar las regulaciones bastante estrictas con las que cuenta. Erick -Srott recomendó adquirir una parcela en Canadá, ya que el clima se volverá templado, volviéndolo adecuado para la agricultura, lo que más tarde se verá reflejado como inversión. Otras opciones más cercanas son la agricultura en interiores y la acuicultura.

Empresas como Key Point Capital se aprovechan del calentamiento global para ofrecer sus servicios en las viviendas ante desastres naturales.

Debido a la migración climática que se espera para 2050 por parte del Banco Mundial, empresas de Big tech entran en vigor, ya que hoy en día, debido a los datos en internet podemos ser rastreados o identificados. Los países en vías de desarrollo son de interés para Mastercard o Microsoft, entre otras, las cuales buscan generar programas de identificación masivos, un ejemplo es Aadhaar en la India. Los documentos de identidad biométricos también son utilizados como tarjetas para pagar, dando como resultado cuentas bancarias de millones de personas que no están bancarizadas, con el propósito de generar una economía que sea más inclusiva. Algunos de los riesgos son el endeudamiento de personas de bajos recursos. Incluso si estos programas no se llevan a cabo, Wall Street podría salir beneficiado de otras maneras con los refugiados del cambio climático.

David Vogel, el fundador y CEO de Voloridge Investment Management ha invertido en sectores como la agricultura, seguros y sanidad. Compró parcelas de tierra en la frontera entre Carolina del Norte y Tennessee, pronosticando que la población emigre hacia las zonas costeras, lo cual incrementará el valor de estos terrenos.

Por otro lado, Monsanto-Bayer ha estado trabajando en semillas resistentes a temperaturas extremas y en productos contra la malaria, debido al aumento de la temperatura esta enfermedad podría surgir en las zonas más cálidas de Estados Unidos.

Por su arte, la empresa Cool Futures Group apuesta por un desastre climático inverso, es decir, que la temperatura no incremente, sino que disminuya.