Monkey business. Attitudes towards experimenting on monkeys are diverging

Cita: 

The Economist [2021], "Monkey business. Attitudes towards experimenting on monkeys are diverging", The Economist, London, 24 de julio, https://www.economist.com/international/2021/07/24/attitudes-towards-exp...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Sábado, Julio 24, 2021
Tema: 
Las grandes investigaciones neurocientíficas conllevan también una experimentación cruel en animales
Idea principal: 

En 2014 un grupo alemán a favor de los derechos de los animales llamado Tierschutz reveló un film con duración de 100 horas donde se mostraba el maltrato que sufrían los monos en el laboratorio de Nikos Logothetis en Tübingen. El impacto fue inmediato y desencadenó una protesta fuera del laboratorio de Logothetis demandando que cesaran los experimentos con los animales. Después de este incidente, el científico se mudó a China para continuar con sus investigaciones en un nuevo centro de investigación que construye en Shangai, del lado de Mu-ming Poo, quien fue responsable de la primer clonación genética de primates en 2018.

La investigación en primates tienen un incremento constante de impopularidad tanto en Europa como en América. En la Unión Europea se ha propuesto revisar las reglas para investigación en primates cada 5 años y terminar con la experimentación en animales en el futuro. Tanto en Europa como en América, el número de monos en las investigaciones se ha mantenido o incluso ha decrecido en el último lustro.

Sin embargo en Asia del Este, particularmente en China y Japón, el volumen de investigaciones que conllevan prácticas con monos está aumentando; esto debido a la creación y expansión de criaderos de monos para programas de investigación.

La modificación genética de animales de investigación es común, sin embargo, esta se ha llevado a cabo casi exclusivamente en ratones. Ningún laboratorio en Europa o América mantiene una línea de monos genéticamente modificados, sin embargo muchos en China y Japón lo hacen. Los cerebros de los monos transgénicos son mucho más parecidos a los cerebros humanos que aquellos de los ratones, razón por la cual pueden servir como un mejor modelo para estudiar las enfermedades neurológicas.

Los activistas argumentan que ningún animal debería ser usado para investigaciones ya que no pueden dar un consentimiento informado. Julia Baines, quien trabaja en la organización PETA en el área de políticas científicas sugiere que todos los animales, incluyendo los primates, podrían ser reemplazados por una combinación de estudios in vitro, simulaciones de computadoras y experimentaciones consensuadas en humanos. No obstante, otros científicos argumentan que el uso de monos es vital; su único reemplazo posible sería la experimentación con humanos.

Los monos representan solo 1 por cada 2 000 animales de laboratorio. No obstante, la experimentación con ellos es la que genera mayor controversia. Los neurocientíficos consideran a los monos irremplazables por su inteligencia y su naturaleza social; estas mismas razones explican el por qué de la preocupación por su uso para prácticas científicas.

La lista de avances médicos gracias a la investigación en animales es muy larga. Existe una que no podría haber sido realizada sin los primates: las prótesis neurales.

China se está volviendo el centro global de las investigaciones neurocientíficas que utilizan monos. Las enfermedades neurológicas son la segunda causa de muerte sólo después de las enfermedades cardíacas. Condiciones como el Parkinson, Alzheimer y demencia crecen entre la población, sin embargo, las compañías tecnológicas y los avances neurocientíficos pueden ayudar a crear nuevas y mejores herramientas para combatirlas.

La pandemia impulsó la posición de China, debido a que el gobierno prohibió la exportación de animales silvestres. Hasta hace poco, la mayoría de monos usados en América eran exportados de granjas en China. “China conservando a sus primates es parte de una estrategia a largo plazo anunciada en 2015: la política China de 2025” afirma Kirk Leech, miembro de la Asociación Europea para la Investigación Animal. Entender el cerebro es parte de las áreas científicas a impulsar en esa política, por lo que China ha calificado a los experimentos en primates como un recurso estratégico.

Las granjas en China son bien respetadas por la comunidad científica. El país mantiene a los primates de granja dentro de sus fronteras, no obstante, la neurociencia se expande a tal ritmo que los laboratorios domésticos cuentan con escasez.

Las actitudes divergentes en cuanto a la investigación en primates tiene tres consecuencias. La primera: América y Europa están buscando fuentes externas de conocimiento en cuanto a las investigaciones y los métodos que consideran poco éticos. Los desórdenes neurológicos aumentarán el valor de la experimentación en monos. La segunda: la competencia por el control de las cadenas de suministro podría aumentar en tensión. Si China va a la delantera en el campo de las neurociencias, nuevas compañías y tratamientos médicos podrían surgir en ese país. Finalmente: los resultados de la experimentación con monos podrá ayudar a entender mejor la mente humana así como a diseñar inteligencia artificial.

Datos cruciales: 

1- La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los trastornos neurológicos afectan al menos a mil millones de personas en todo el mundo.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Las investigaciones científicas son fuente de progreso para la humanidad, sin embargo las formas poco éticas de investigación deberían ser legisladas y reguladas. Las empresas continuamente están buscando innovar los procesos de producción y la creación de nuevos productos, la neurociencia no es la excepción. Para impulsar sus investigaciones, el uso de animales como sujetos de prueba se aparece como una buena técnica, sin importarles la tortura o extraer a las especies de sus hábitats.