La Comunidad de inteligencia de Estados Unidos (IC, por sus siglas en inglés) conformada por 17 agencias individuales del gobierno realiza labores de inteligencia y recientemente divulgaron una investigación sobre el estado del mundo en 2040. En 2017 el último informe del organismo preveía la posibilidad de una pandemia global en 2023.

El estudio alerta sobre una futura volatilidad política y una creciente competencia internacional.

En primer lugar, el informe se enfoca en los factores clave disruptores del cambio. Uno es la volatilidad política: en muchos países las personas son cada vez más pesimistas sobre el futuro y pierden la confianza en las instituciones democráticas y sus representantes políticos que se muestran incapaces de lidiar con las tendencias económicas, tecnológicas y demográficas presentes. El estudio argumenta que las personas están gravitando en torno grupos con ideales semejantes para ejercer mayores demandas a sus gobiernos en un momento en que éstos mismos están cada vez más limitados para hacer algo.

La incompatibilidad entre capacidades gubernamentales y expectativas sociales tiende a expandirse y agudizar la volatilidad política, aumentando la polarización y el populismo dentro de los sistemas políticos. Las expectativas no atendidas, exacerbadas por el clima de las redes sociales, pueden crear riesgos para la democracia, pueden escalar y generar protestas que desemboquen en conflictos internos y hasta pueden llegar a colapsar el estado.

Para el informe, la pandemia es la ruptura global más significativa desde la Segunda guerra mundial que alimenta polarizaciones, segregaciones, acelera procesos previamente existentes y desafía el actuar de los gobiernos.

Los cambios climáticos y demográficos también van a ejercer un impacto primordial sobre el futuro del mundo, así como la tecnología, que puede ser perjudicial, pero al mismo tiempo abrir oportunidades para aquellos que sean los primeros en utilizarla de manera eficaz.

Internacionalmente, se espera que en las próximas dos décadas la intensidad de la competencia por la hegemonía global alcance su nivel más alto desde la Guerra Fría, en medio de un debilitamiento continuo del viejo orden. La competencia entre Estados Unidos y China está en el centro de muchas tensiones, entre los escenarios esperados se cree que los dos compitan libremente o se dividan el mundo en esferas de influencia separadas.

Otras amenazas al orden estatal son las organizaciones no gubernamentales, los grupos religiosos y las empresas del big tech con capacidad para construir amplias redes sociales.

El Informe dibuja algunos escenarios posibles para 2040:
I. El renacer de las democracias. Se trata del escenario más optimista que involucra la participación de Estados Unidos y sus aliados para aprovechar la tecnología y el crecimiento económico para lidiar con los desafíos domésticos e internacionales, mientras que China y Rusia fortalecen sus democracias.
II. El mundo a la deriva. Imagina una economía global sin recuperación de la pandemia Covid, con divisiones internas de cada país y viviendo un sistema internacional en la misma dirección: caótica y volátil; con normas e instituciones internacionales ignoradas.
III. Tragedia y movilización. Prevé un mundo en medio de una catástrofe global a inicio de 2030, por cambios climáticos, hambre y agitación, pero que al mismo tiempo se consolida una coalición global, impulsada por movimientos sociales.

Lo que es más probable es que surja una combinación de los escenarios. De cualquier forma, lo cierto es que hay que prepararse para una variedad de futuros posibles, incluso los más pesimistas.