China, un paradójico imperio cultural

Cita: 

Carrión, Jorge [2021], "China, un paradójico imperio cultural", The New York Times, New York, 1 de agosto, https://www.nytimes.com/es/2021/08/01/espanol/opinion/china-un-paradojic...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Domingo, Agosto 1, 2021
Tema: 
La futura hegemonía tecnológica de China
Idea principal: 

Jorge Carrión es doctor en humanidades por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y codirector del Máster en Creación Literaria de la UPF-BSM (junto con José María Micó). Publica regularmente en diversos medios, entre ellos la sección de opinión en español de The New York Times y La Vanguardia.


La película On the basist of sex narra la historia de cómo Ruth Bader Ginsburg ganó el caso que la conduciría a ser nombrada la jueza de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos. Sin embargo, lo que llamó mucho la atención fue el logo, en los títulos de crédito finales, de Alibaba Pictures, la gran empresa de comercio electrónico de China. El “Amazon” de una autocracia sin libertad de expresión coprodujo y distribuyó internacionalmente ese alegato en favor de la igualdad y de la democracia.

La política oficial busca reforzar y actualizar la cultura autóctona y los principios del Partido Comunista de China (PCC) uniendo los valores tradicionales con las tecnologías de última generación. Debido al apoyo del desarrollo tecnológico se han creado grandes plataformas que puedan competir con empresas como Amazon y Facebook con contenidos indistinguibles de los estadounidenses.

Durante el mandato de Xi Jinping se han diseñado planes de soft power tanto físico como digital. Sin embargo, el nacionalismo y el autoritarismo chocan con la globalización, ya que las principales corporaciones tecnológicas como Baidu, Tencent o Alibaba, tienen sedes e intereses en el extranjero. Esto es muy contradictorio porque al interior de la nación, el proyecto oficial de cultura crece en consonancia con principios acordes con los del confucianismo y los del PCC; mientras que, al exterior sus grandes marcas adaptan la ideología capitalista.

Para lograr la hegemonía industrial, China debe formar una élite intelectual, por lo que invierte en el desarrollo educativo y de investigación, específicamente en supercomputadoras, programas de investigación en robótica, macrolaboratorios o centros universitarios. Asimismo, el PCC, extremaba sus mecanismos de control y represión, además, promovía una atmósfera favorable para la curiosidad y la formación en muchas de las ciudades del país.

El plan de Xi Jinping, como lo menciona Claudio F. González como “tecnosocialismo” tiene como objetivo ser la “economía más poderosa e influyente” basado en: “un mercado interior y un mercado internacional con mecanismos de creación de valor diferentes”. Además, China no solo está generando dos economías, sino también dos culturas simultáneas. El gobierno controla lo que se encuentra físicamente en su territorio además de que se expresa en su idioma, pero fuera de sus fronteras, tiene problemas con lo que se comunica en código y en inglés.

Por otro lado, ByteDance para China y TikTok para el resto del mundo, fichó como director general a Kevin Mayer, quien había liderado Disney+. Esta red social, demostró ser capaz de competir con cualquier plataforma estadounidense. Pero no puede hacerlo sin el beneplácito de Pekín. Ahora, tras las advertencias del PCC, la empresa ha decidido suspender sus planes de salida a la Bolsa en Wall Street.

Durante esta década, el progreso del imperio va cada vez mejor, sin embargo, su influencia cultural disminuye por la tensión de dos sistemas: el que dicta su cúpula política y el que crea su élite económica. Esa bipolaridad debe de ser aprovechada por los países occidentales democráticos, impulsando la libertad de expresión.

Probablemente China llegue a tener las mejores universidades del mundo en un futuro y hay que estudiarla mediante una década como se ha ido haciendo con Estados Unidos.

China está perfeccionando su distopía y está convencida de que el siglo XXI les pertenece, además de que para 2035, conseguirán ser una potencia tecnológicamente autosuficiente y la más innovadora del mundo.

Nexo con el tema que estudiamos: 

China se hace más fuerte y hay que estudiarla al mismo nivel que Estados Unidos. Ambas naciones luchan por tener la mejor tecnología y varias proyecciones apuntan que China podría resultar vencedor. El caso de China es paradigmático pues a diferencia del hegemón estadounidense, la nación asiática está centrada bajo una fuerte dirección central.