José Ospina-Valencia, Periodista de política, ciencia, tecnología e investigación. Asimismo, habla español, inglés, alemán, italiano, francés y chino básico.

“En Colombia hay una ruptura entre la Fuerza Pública y la sociedad civil”, dice exmilitar.

El problema de exmilitares colombianos ha generado crisis de seguridad nacional tras las revelaciones hechas el 22 de julio 2021 por el fiscal general, Francisco Barbosa, el ministro de Defensa, Diego Molano Aponte, y el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional. Según ellos, en el atentado del 15 de junio contra la Brigada 30 de Cúcuta y los disparos hechos al helicóptero del presidente Iván Duque el 25 del mismo mes, habrían cooperado un excapitán del Ejército y dos generales.

Algunos exmilitares trabajan en instituciones serias, pero otros se convierten en factor riesgo. Asimismo, otros sufren las secuelas del servicio militar en tiempos de guerra.

"Hay soldados retirados que han terminado incluso en la indigencia porque han perdido la vivienda debido a las secuelas psíquicas de la guerra", narra Alfonso Manzur Arrieta, director de Veteranos por Colombia. Muchos soldados han sido dañados con gravedad en combate y el gobierno les da viviendas en barrios periféricos o edificios sin ascensores.

Hay una ruptura entre la Fuerza Pública y la sociedad civil. Los militares se retiran jóvenes y buscan empleos, pero la desesperación por falta de programas de atención y empleo provoca que se unan a narco-paramilitares como las Autodefensas Gaitanistas, relacionadas con el Clan del Golfo.

Falsos positivos: madres colombianas buscan la verdad

El reciente asesinato del presidente de Haití, donde presuntamente participaron mercenarios colombianos solo es la punta del iceberg de lo que pasa en Colombia, ya que los soldados retirados no reciben ni preparación para la vida civil ni asistencia psicológica después de haber vivido la guerra en carne propia. Lo único con lo que cuentan es su preparación para la guerra.

Ya retirados muchos no tienen otra opción más que postular un trabajo en la seguridad o ser mercenarios en el exterior. Los dueños de las agencias de reclutamiento son los mismos altos militares que comandaban a esos soldados dentro de los batallones.

Blackwater, ahora llamada Academi, (dato crucial 2), es considerada “el símbolo de la privatización de las guerras del siglo XXI”. Cuando aún llevaba el rótulo de Blackwater, sus mercenarios en Irak fueron acusados de torturar y matar a civiles, el 28 de septiembre de 2007.

Dante Hincapié, suboficial jefe (r) de la Armada, contratado por el Ejército de Emiratos Árabes Unidos (EAU), calcula que, "cada mes salen unos 50 hombres hacia Emiratos Árabes Unidos". Asimismo, menciona que hay exmilitares colombianos contratados en Irak, Afganistán, Yemen, Somalia, México y otros países.

Alfonso Manzur considera que lo que pasó el 7 de julio en Haití es un espejo de los falsos positivos en Colombia, ya que, en la práctica militar, solo la cabeza conoce el fin de la misión. Muchos soldados ejecutaron a civiles, creyéndole a sus comandantes que se trataba de guerrilleros después de haberles creado un falso escenario de combate. Según las investigaciones de la Policía haitiana, 7 de los más de 20 mercenarios colombianos habrían sabido que la misión era matar al presidente Jovenel Moïse.

La Justicia Especial para la Paz (JEP) ha documentado 6 402 casos de ejecuciones extrajudiciales. Para abolir estos crímenes dentro de las Fuerzas Militares, se deben tomar en serio los derechos humanos.

Es necesario reestructurar la Fuerza Pública desde la cabeza, asimismo, "debe crearse un ente civil de vigilancia guiado por la Constitución”, son las dos propuestas clave del politólogo y exmilitar Alfonso Manzur.

El problema de Colombia puede seguir creciendo dentro de los próximos 10 años hasta desbordarse, ya que cada vez hay más militares y exmilitares que creen necesitar la guerra, porque es lo único que conocen.

"Una vez desaparecidas las FARC, en vez de ofrecer una perspectiva de futuro a los jóvenes, buscan otro enemigo para poder seguir viviendo de la guerra". Generando más mercenarios.

Veteranos por Colombia promueve una iniciativa internacional en la que participan alemanes, rusos, irlandeses y de otros países, cuyo nombre es su objetivo: Militares por la Paz.