Un magnicidio en Haití y la creciente industria de mercenarios de Colombia

Cita: 

Turkewitz, Julie y Anatoly Kurmanaev [2021], "Un magnicidio en Haití y la creciente industria de mercenarios de Colombia", The New York Times, New York, 7 de agosto, https://www.nytimes.com/es/2021/08/07/espanol/soldados-colombianos-haiti...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Sábado, Agosto 7, 2021
Tema: 
La exportación de soldados es ahora un negocio próspero, facilitado por un prolongado conflicto que respaldó EE. UU., pocas oportunidades y una demanda extranjera que va en aumento.
Idea principal: 

Julie Turkewitz es la jefa de la oficina de los Andes de The New York Times, y cubre Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Perú, Surinam y Guyana.

Anatoly Kurmanaev escribe sobre la interacción entre política, economía y sociedad en México, Centroamérica y el Caribe desde la Ciudad de México.

Antes de unirse a la oficina de México en 2021, trabajó como corresponsal extranjero en América del Sur durante una década, reportando para el New York Times, Wall Street Journal y Bloomberg.


Aun se sigue investigando al autor intelectual que contrató a más de 20 soldados colombianos para provocar el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse; esto ocasionó una gran crisis en la isla.

Sin embargo, la detención de esos veteranos en Puerto de Príncipe genera un debate sobre el trato que el país le da a sus soldados, que ha sido producto de un conflicto civil por más de 73 años (dato crucial 1).

Debido a que los soldados veteranos cuando se retiran no tienen muchas oportunidades en casa, buscan trabajar en el extranjero y muchos se han convertido en mercenarios que contratan las empresas y gobiernos para llevar a cabo sus pedidos. Su cantidad, experiencia y disponibilidad para trabajar a cambio de paga relativamente baja, dicen los expertos, los ha vuelto muy valiosos para los reclutadores de todo el mundo.

A estos soldados les prometieron trabajos de seguridad con un salario de 2 700 dólares mensuales por viajar a Haití este año 2021, la mayoría de ellos creían que iban a realizar un trabajo legal y proteger a una persona importante; sin embargo, no fue así. La esposa del presidente Moïse le mencionó a The New York Times que los asesinos de su marido hablaban español, pero no se sabe cuántos soldados retirados participaron en el asesinato. Por otro lado, en la investigación hay muchas irregularidades y violaciones al debido proceso.

Semanas posteriores al asesinato, los veteranos colombianos han solicitado al país reconsiderar el trato que se les da a los soldados y analizar por qué la mayoría elige viajar al extranjero después de su servicio.

No se ve que pronto termine el conflicto a pesar de que ya se firmó un acuerdo de paz en 2016 firmado entre el gobierno de Colombia y el mayor grupo rebelde del país.

Los veteranos advierten que, si no mejoran las oportunidades en Colombia, los hombres podrían ser captados por una industria global de mercenarios cada vez más voraz que tiene el potencial de desencadenar más operativos de desestabilización en todo el mundo.

Este conflicto inició en 1948 con el asesinato de un candidato presidencial de izquierda. Las hostilidades crecieron hasta convertiré en una guerra entre el gobierno, los insurgentes izquierdistas, los paramilitares de derecha y los cárteles del narcotráfico, mientras Colombia recibía miles de millones de dólares de apoyo militar de Estados Unidos.

Menos de 400 dólares al mes se les asignan como pensión de retiro, sin embargo, no alcanza para subsistir en Bogotá. Asimismo, el programa de reintegración del ejército consiste en un año de capacitaciones, pero los soldados al perder las prestaciones deben endeudarse para poder pagar la vivienda familiar.

El actual presidente Iván Duque, apoyó una ley de veteranos en 2019 que consiste en un fondo que otorga créditos a los soldados que buscan educación superior, entre otros beneficios.

Empero para los soldados no fue suficiente ya que algunos incluso salen del ejército sin saber leer o escribir y muchos otros sin habilidades básicas de computación.

En la última década, la desesperación de los soldados ha coincidido con el auge en la demanda global de seguridad privada, sobre todo en el Medio Oriente, indicó Sean McFate, experto en la industria de mercenarios y profesor en la Universidad de Georgetown.

Para algunos soldados la paga por ser mercenarios contratados por estadounidenses puede llegar a los 5 000 dólares mensuales, a cambio de ir a misiones como a Irak, Afganistán y a Emiratos Árabes Unidos. Muchos colombianos han perdido la vida y otros matan durante esas misiones.

Las fuerzas armadas han sido cuestionadas por abusos de derechos humanos, entre ellos las denuncias de que oficiales ordenaron el asesinato de miles de civiles a principios de siglo.

Asimismo, los veteranos enfrentan un complicado ambiente laboral provocado por la pandemia, justo cuando la participación de Emiratos Árabes Unidos en Yemen ha disminuido y recortado la demanda de fusiles a sueldo por lo que cuando surgió la oportunidad de trabajar en Haití, aceptaron de inmediato. Muchos no sabían cuál era la misión.

Datos cruciales: 

1. Cada año, al menos 10 000 efectivos se retiran del conflicto civil de Colombia, según el Ministerio de Defensa de Colombia. La mayoría, son soldados rasos que quedan con pensiones reducidas, escasa educación (algunos son analfabetos) y con experiencia limitada para navegar el mundo civil.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue un claro ejemplo de cómo los exmilitares colombianos se vuelven mercenarios por el mal trato por parte del gobierno colombiano, ya que al no saber ninguna profesión y muchos son analfabetas, no tienen mucha oportunidad para subsistir.

Asimismo, se cree que estos grupos son financiados por Estados Unidos para acudir a misiones en Emiratos Árabes Unidos, Afganistán o Irak y resulta atractivo por la experiencia que tienen los veteranos para entrar en combate.