La crisis climática y sus consecuencias en un contexto latinoamericano.

Cita: 

Ovelar, Leticia [2021], "La crisis climática y sus consecuencias en un contexto latinoamericano", Base. Investigaciones sociales, Asunción, octubre, https://www.baseis.org.py/wp-content/uploads/2021/10/2021_Nro49-Octubre.pdf

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Octubre, 2021
Tema: 
Estado actual y riesgos de los países latinoamericanos antes la crisis climática.
Idea principal: 

Base Investigaciones Sociales es una institución que se dedica a la investigación social. Leticia Overlar trabajó en dicha institución.


Los hallazgos científicos demuestran que la existencia de un cambio climático se debe a las actividades realizadas por el ser humano. El cambio climático puede volverse permanente debido a la concentración de gases de efecto invernadero producidas de la quema de combustibles fósiles y cambio en el uso del suelo. En consecuencia, se producen alteraciones en los patrones de precipitación, temperatura media global, subida del nivel del mar y fenómenos climáticos extremos.

Contexto global del cambio climático

La pandemia de COVID-19 junto con las tendencias globales -aumento de la desigualdad, cambio climático, pérdida de biodiversidad e incremento de la cantidad de desechos-, destacan la necesidad de replantear el vínculo entre el ser humano y el medio ambiente.

El modelo de producción capitalista no es conciliable con la capacidad de carga del planeta, esto ha quedado expuesto ante la emergencia sanitaria y la degradación ambiental, “la concepción del desarrollo basado en valores económicos y materiales ha generado la falla del mercado más grande que se vive hoy en día: el cambio climático (Hernández y Tejado, 2020)”.

Contexto regional del cambio climático

“En América Latina, los vínculos directos con el cambio climático corresponden a las actividades extractivistas que provocan deforestación y modifican los usos de suelo para la ampliación de áreas de cultivo o ganadería p.2)”. De tal manera que las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la exportación de recursos naturales.

El modelo extractivista en América Latina supone un modelo insostenible en el largo plazo, no solo por la degradación ambiental sino porque es humanamente perjudicial, al propagar la pobreza y el desplazamiento de comunidades para asegurar su subsistencia.

Crisis climática

El término ‘crisis climática’ refleja con mayor firmeza la magnitud y consecuencias del cambio climático, originados por el impacto del aumento de la temperatura global, sobre biodiversidad y vida de las personas. Las crisis como procesos que generan consecuencias inesperadas sobre el ámbito social, político y económico requieren de intervención y toma de decisiones inmediatas.

Acuerdo de París

El Acuerdo de París es un tratado conformado por 196 países con el objetivo de crear mecanismos para que las partes se comprometan con reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (mitigación) y mejorar la resiliencia, tanto de sociedades como de ecosistemas (adaptación). El tratado entró en vigor en el año 2020 y tiene como objetivo primordial que la temperatura global se mantenga por debajo de los 2°C en relación a los niveles preindustriales, así como limitar el aumento de la temperatura a 1.5°C. Los sectores priorizados para la reducción de gases de efecto invernadero son: energía renovable, eficiencia energética, transporte, metano y agricultura y sector forestal.

Las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) constituyen los compromisos asumidos por las partes para la reducción de los gases de efecto invernadero y la adaptación al cambio climático, tales CDN presentan los siguientes objetivos de mitigación:

1. Absoluto: en relación con un año base, se busca la reducción o control del aumento de las emisiones, como, por ejemplo: la neutralidad de carbono o lograr cero emisiones netas para una fecha determinada con respecto a un año meta.
2. Business as usual: se establece el compromiso de reducir las emisiones con relación a una trayectoria proyectada, considerando un escenario base donde todo sigue igual, por ejemplo: la reducción de un porcentaje de emisiones proyectadas al año 2030.
3. Objetivo de intensidad de carbono: las reducciones se establecen por unidad de otra variable, generalmente el PIB.
4. Punto máximo (Peaking target): etapa en que las emisiones de GEI llegan a su punto máximo.
5. Políticas y medidas: para la promoción del desarrollo bajo en carbono, se implementan políticas y medidas en uno o varios sectores, los países incluyen metas explícitas y otro tipo de metas, como la participación de fuentes renovables en la matriz energética.
6. Otras medidas de política: planes y acciones enfocados al desarrollo, con emisiones de bajo nivel de gases de efecto invernadero.

Deforestación y vulnerabilidad ante el cambio climático

“La vulnerabilidad se define como el grado de incapacidad de un sistema para hacer frente a los efectos adversos del cambio climático, en particular, a las variaciones del clima y los fenómenos extremos”.

El índice de vulnerabilidad al cambio climático (CAF) evaluar el riesgo de exposición y la capacidad del país para adaptarse a los impactos del cambio climático, este índice se presenta en una escala del 1 al 10, donde cero indica mayor riesgo y 10 menor riesgo. Asimismo se han definido cuatro categorías de riesgo:

a) 0 – 2.5: riesgo extremo.
b) > 2.5 – 5 riesgo alto.
c) > 5 – 7.5: riesgo medio.
d) > 7.5 -10: riesgo bajo.

Generalmente, cuando se presentan índices con riesgo extremo o alto, el país tiene pocas aptitudes para la construcción de sistemas resilientes para el cambio climático e indica la dependencia de asistencia técnica y financiera externa para el diseño y aplicación de estrategias adaptativas.

A continuación, se presenta principales características en materia de cambio climático para los países latinoamericanos (AFOLU se refiere a los sectores agricultura, silvicultura y otros usos del suelo).

Países como Bolivia, Brasil, Colombia, Paraguay y Perú son los mayores contribuyentes en materia de gases de efecto invernadero debido al conjunto de actividades del sector agricultura y el AFOLU. En estos países la deforestación se ve impulsada por actividades asociadas a la producción de materias primas, la cual representa una alta pérdida de cobertura arbórea. Argentina es el país con mayor aportación de gases de efecto invernadero por parte del sector energético, pero al mismo tiempo comparte la deforestación asociada a materias primas con los países latinoamericanos ya mencionados.

En Chile, Cuba, Ecuador, Honduras, México, Panamá y Venezuela el sector energético es el mayor aportante de gases de efecto invernadero. Los mismos países, a excepción de Chile, presentan una alta deforestación debido a la agricultura itinerante asociada con el cultivo de alimentos básicos (maíz, yuca, arroz) y cultivos comerciales a pequeña escala (café, cacao, algodón). La deforestación específicamente es causada por la transformación de los suelos en áreas de barbecheo, por bosques secundarios degradados.

En Honduras, Nicaragua, Panamá y México el impacto del cambio climático sobre la agricultura es más sensible debido a los altos niveles de pobreza tanto en zonas urbanas como rurales, siendo las zonas rurales donde más se refleja la baja capacidad del Estado de crear y prestar servicios.
“Los compromisos que hasta el momento han asumido los países, mantienen lejos el alcance de la estabilización de la temperatura del Acuerdo de París.” Por un lado el índice de vulnerabilidad y categorías de riesgo en la región de Latinoamérica, deja entrever las amenazas hidrometeorológicas, circunstancias económicas, sociales y de gobernanza propias de cada país, Por otro, la situación actual de los países impide que puedan desarrollar estrategias de adaptación y fortalecimiento de la resiliencia, más aun considerando los resultados de la pandemia de COVID-19.

La pandemia ha representado un gran obstáculo para los países, principalmente en términos de tiempo, ya que con un incremento en la temperatura global superior a los 3°C a nivel preindustrial reducir las emisiones y alcanzar la neutralidad del carbono serán más difíciles.


Por alcanzar los objetivos del acuerdo de París es crucial la voluntad política e información adecuada para la toma de decisiones con el fin de implementar una transición equitativa de bajo carbono y resiliente al cambio climático. Dichos esfuerzos requieren nuevas responsabilidades institucionales.

“En la actualidad, un nuevo sentido de adaptación emerge de la frecuencia con que se presentan fenómenos meteorológicos extremos que se manifiestan de forma discontinua, abrupta, con más intensidad y poco predecibles, en consecuencia, se debe imaginar un futuro en que la adaptación a los efectos del cambio climático será indispensable, a la par de la implementación de políticas de mitigación ambiciosas, con el propósito de evitar que la problemática climática empeore”.

Datos cruciales: 

Durante primer semestre de 2020 se registraron 9.8 millones de personas desplazadas (muertes y pérdidas económicas) a causa de desastres hidro meteorológicos.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La crisis climática representa uno de lo desafíos más grandes para la región de Latinoamérica. En primer lugar, los países por las características estructurales del modelo económico tienen menor margen para desplazar la economía actividades con bajas emisiones de gases de efecto invernadero y de combustibles fósiles. En segundo lugar, al tener una economía con poca capacidad de adaptarse a los desafíos del cambio climático es muy probable que las consecuencias por desastres ecológicos sean aumentadas, debido a los niveles de pobreza, desigualdad y en la baja respuesta de los gobiernos. Por lo tanto, es fundamental promover la cooperación entre el sector público y privado de manera que se construyen sistemas de resiliencia y estrategias para evitar el aumento de la pobreza y desigualdad.