Paul Krugman se unió a The New York Times en 2000 como columnista de opinión. Es profesor distinguido en el Graduate Center Economics Ph.D. programa y académico distinguido en el Centro de Estudios de Ingresos de Luxemburgo en la Universidad de la Ciudad de Nueva York.

Los empresarios multimillonarios como Elon Musk creen que no deben de pagar impuestos como personas comunes. Es complicado contradecir a los multimillonarios ya que tienen cierto poder político al grado de poder bloquear los planes del Partido Demócrata de financiar algún gasto necesario con un impuesto que afectaría a cientos de personas en una nación de más de 300 millones.

La derecha ha argumentado que gravar a los millonarios los disuadirá de hacer grandes aportaciones como la creación de empleos.

El autor menciona a John Galt como referencia a una novela llamada "La rebelión de Atlas" de Ayn Rand, ahí los impuestos y la regularización motivan a los generadores de riqueza a retirarse provocando un colapso económico y social. Dicha obra fue publicada en 1957 durante la secuela del nuevo acuerdo donde el partido Demócrata y Republicano aceptaban la necesidad de una tributación muy progresiva, una fuerte política antimonopolio y un poderoso movimiento sindical. En esa época, los impuestos eran más del doble de lo que son ahora.

Asimismo, los años posguerra fueron favorables para la sociedad ya que, los ingresos familiares, ajustados a la inflación, se duplicaron. Por otro lado, los ricos no consiguieron liberarse de los impuestos, sin embargo, no se pondrán en huelga por ello y eso no es lo preocupante, ya que para ellos no genera un gran impacto perder 400 000 millones de dólares. Los ricos consideran que ganar dinero es un juego y su objetivo es superar a los rivales. Sin embargo, ese juego no quedará afectado por los impuestos que cada uno debe pagar.

El antecedente más reciente fue la llamada “ira contra Obama”, una reacción de Wall Street contra Obama debido a un gran aumento en los impuestos a los que más ganaban.

El autor del artículo llama mezquinos a los multimillonarios y menciona que la mezquindad está acompañada de un gran poder y de la inseguridad de los grandes empresarios.