Somini Sengupta es reportera climática internacional en The New York Times, fue galardonada con el premio George Polk. Lisa Friedman también es reportera de la sección del clima, centrada en la política climática y medioambiental en Washington.

La política y los conflictos internacionales están provocando que los esfuerzos de Estados Unidos y Europa por combatir el cambio climático se vean mermados. Joe Biden apenas y mencionó sus metas ante el cambio climático en el discurso del Estado de la Unión y Europa se ve amenazada a causa de la dependencia de las exportaciones de combustibles fósiles rusos. Debido al alza de los precios del gas y petróleo, está aumentando la demanda de más perforaciones en Estados Unidos; esto a la par de que las Naciones Unidas piden a los líderes mundiales que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero.

La oposición republicana en Estados Unidos ha frenado la legislación climática de Biden debido a intereses económicos en el sector del carbón. Esto podría generar que la Suprema Corte limite la capacidad del gobierno federal de regular las emisiones de gases de efecto invernadero. Con respecto al discurso del Estado de la Unión, Biden mencionó que se hará todo lo posible para enfrentar los efectos del cambio climático, principalmente reparando y reforzando infraestructura. Sin embargo, debido a que la alza en los precios de los combustibles ponen en riesgo la posición de los demócratas, también mencionó que liberaría las reservas de petróleo para mantener los precios bajos para los estadounidenses (dato crucial 1).

Expertos mencionan que Biden perdió la oportunidad de ligar la guerra en Ucrania con la necesidad de eliminar la dependencia económica de los combustibles fósiles ya que la energía es un arma clave en este conflicto. Europa depende energéticamente de Rusia pues importa 40% del gas que utiliza (dato crucial 2), si la dependencia energética de Europa fuera menor las cosas serian distintas. En este sentido, el conflicto con Ucrania ha ocasionado que los líderes europeos tengan que decidir cómo se abastecerán de energía ahora; importando de otro lado, Estados Unidos, por ejemplo, o buscando cambiar a otros tipos de energía más rápidamente. Analistas comentan que los países europeos pueden dejar atrás su dependencia energética con Rusia mediante medidas de eficiencia energética e inversiones en energías renovables, lo cual iría de la mano con la meta de reducción de emisión de gases de efecto invernadero.

Por ahora, Estados Unidos ha aumentado considerablemente sus exportaciones de gas natural licuado hacia Europa para contrarrestar la disminución de exportaciones rusas. En este sentido, los republicanos argumentan que la invasión en Ucrania señala la necesidad de aumentar la extracción de gas y petróleo en Estados Unidos para suministrar a Europa. Asimismo, los incentivos fiscales a las energías limpias corren peligro en Estados Unidos, de la mano con la posibilidad de que la Suprema Corte restringa la capacidad de la administración de regular las emisiones. Estas dos situaciones hacen prácticamente imposible que se puedan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.